Las empresas alertan de que les cuesta encontrar perfiles específicos comerciales y de servicios, cualificados, tecnológicos y digitales.
Por CATECONÓMICA
El mercado laboral ha dado un vuelco en los últimos años. La crisis económica ha impactado de lleno, especialmente en el caso español. Pero no ha sido la única circunstancia que ha afectado en él. Existen otros factores que, del mismo modo que han tenido consecuencias a nivel político o social, también las han tenido sobre las organizaciones y el mercado laboral. Así se refleja en un estudio de la consultora Adecco para la elaboración del cuál ha contado con la opinión de más de 40 expertos en el mercado laboral.
Según estos expertos, los factores de cambio que empujan hacia un nuevo paradigma en el ámbito laboral son los avances tecnológicos; la globalización; los nuevos medios de comunicación y relaciones sociales; lo que se conoce como VUCA –volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad–, es decir, la necesidad creciente que tienen las empresas de contar con personas versátiles y con gran capacidad de adaptación al cambio y del fomento por parte de las empresas del autoliderazgo de sus trabajadores; o el cambio de valores sociales y los cambios demográficos.
Estas circunstancias están influyendo en las necesidades de las empresas a la hora de contratar trabajadores, que cada vez más demandan otro tipo de perfiles y tienen en cuenta habilidades y capacidades que hasta ahora no determinaban la elección de un candidato. Los expertos consultados por Adecco coinciden en que los perfiles más demandados en los próximos años serán los de comerciales y servicios, de alta cualificación, así como digitales y tecnológicos especializados. En este último caso, son más concretos y afirman que los más buscados serán los analistas de big data, los orientados a resolver problemas complejos en el campo de la ingeniería, los especialistas en redes sociales o los híbridos entre diseño y tecnología. Incluso hablan de los youtubers como uno de los perfiles del futuro.
De hecho, el estudio pone de manifiesto que ya hay empresas que muestran su preocupación por lo que se conoce como el desajuste entre la oferta y la demanda. Es decir, les cuesta encontrar perfiles acordes con sus necesidades. Esto se debe, en gran parte, a la brecha formativa y de especialización que hay en la actualidad en el mercado laboral español. Un desajuste que puede ir a más en los próximos años debido a la mayor especialización en los perfiles demandados por las empresas.
Además de los perfiles, el informe también analiza las habilidades y capacidades que buscarán las compañías en sus empleados. Se piden, cada vez más, habilidades transversales tales como la capacidad de colaboración y de gestión del cambio, habilidades técnicas y orientación a los resultados, y las habilidades interpersonales como la capacidad comunicativa de los trabajadores y el liderazgo, habilidades internacionales, la gestión de la propia imagen y los valores sociales.
A la hora de escoger una u otra persona tendrán más relevancia criterios como las habilidades personales (92,5%), el fit cultural o encaje con los valores de la empresa (87,5%) y las actitudes (82,5%). Seguirán su línea otras competencias como las habilidades técnicas (60,4%) y las actividades extracurriculares y de voluntariado (60%).
El estudio constata que, a cambio de estas demandas, las empresas están dispuestas a mejorar en temas como la conciliación laboral o la salud y el bienestar de los trabajadores. La razón de esto es que, en los últimos años, la vida personal y las preocupaciones de los trabajadores han alcanzado otra dimensión y las empresas han tomado conciencia de ello. Son conscientes de que la motivación, la satisfacción y la autorrealización del trabajador son vitales para mantener un buen clima laboral y mejorar la productividad de las empresas. Por eso permitirán a sus empleados conciliar la vida laboral con la personal, crearán entornos laborales más motivacionales y dirigirán sus políticas a fomentar la confianza entre los empleados.
Según los expertos consultados por Adecco, los sectores que liderarán la creación de ocupación serán el tecnológico y el I+D+i, el turismo y ocio, la salud y el bienestar, y el sector energético.
Todos estos cambios impactarán en las relaciones laborales, que estarán marcadas por una mayor demanda de flexibilidad por parte de las empresas, nuevas formas de compromiso y lazo entre éstas y sus trabajadores, así como nuevas estructuras de trabajo y colaboración, que podrían desencadenar en jerarquías más diluidas y nuevas formas de liderazgo.
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