miércoles, 2 de marzo de 2016

El grado de inconsciencia que nutre a la razón

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En 1625 nació en Roma un becerro con dos cabezas. Los que privilegiaban Al cerebro decían que eran dos animales, los que elegían al corazón que era uno. Galeno creía que el corazón producía la vida y el cerebro generaba el movimiento. Hoy las neurociencias actualizan el debate.
El sistema nervioso se constituye por capas superpuestas. El tronco cerebral, como el encéfalo del reptil, controla los instintos y no aprende de la experiencia. Los mamíferos al procrear por parto aportaron una capa para procesar las emociones. El cerebro racional, derivado del lenguaje verbal, se instaló en la corteza cerebral. El cerebro es el producto de la evolución, no es tan preciso como la mano, que sustituyó por completo a la garra del animal, ni sabe armonizar las tres áreas en conflicto. El animal nace perfecto, el niño hará de la debilidad su fortaleza, según la educación que reciba. La mala educación, como los estudiosos del becerro, plantea un falso dilema al concentrarse solamente en el fragmento intelectual.
Cuando el hombre se puso de pie las manos reemplazaron a la boca. El cerebro creció, fue el símbolo intelectual y los ojos su instrumento. La zona abdominal, la más parecida al ámbito natural, llegó a la conciencia mediante sensaciones en el estómago. Con el lenguaje, el hombre creó un mundo cultural.  Su hemisferio izquierdo alojó la razón y la palabra, el derecho las emociones y la intuición. La identidad surgió del cuerpo calloso, el haz de fibras nerviosas que conecta estas dos formas distintas de pensar y de actuar.
Registrar la introspección cuando alguien piensa es un mecanismo que crearon las neurociencias para medir los estados subjetivos de conciencia.
Acerque su cabeza a la figura y clave su vista en el signo +. Verá como los círculos aparecen o desaparecen aleatoriamente según se acerque o se aleje de la imagen. El estímulo visual es fijo y es siempre el mismo pero la percepción varía subjetivamente.
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El trabajo con ilusiones ópticas permitió a los investigadores, en la década del cerebro, usar neuroimágenes para estudiar la conciencia sin que se precisara una definición exacta de la misma. Se trata de que el sujeto de la prueba afirme si ve o no ve, es decir si hay acceso consciente. Para eso sólo debe expresar lo que está ocurriendo. El problema de la conciencia es que sólo se puede ser consciente de una cosa a la vez, mientras que la oferta de percepciones es ilimitada. La racionalidad limitada implica que para pasar a otro tema debemos abandonar el que estamos estudiando.
La selección pude ser involuntaria. Al aprender a conducir un auto somos lentos, porque estamos atentos a cada movimiento. Al cabo de un tiempo el manejo se vuelve automático, hasta podemos conversar con el acompañante. Es el pasaje de lo consciente a lo inconsciente.
Para seleccionar algo que llegue a la conciencia hay un tira y afloje. El estereoscopio permite presentar imágenes distintas a cada ojo. En lugar de fusionar la escena, la visión se vuelve inestable. Las imágenes compiten por llegar a la conciencia, en un proceso de rivalidad binocular. Como la conciencia sólo puede percibir una cosa por vez, hay una competencia por llegar hasta ella, como en el clásico ejemplo del pato y el conejo o el de la dama y la bruja. La visión, en forma alternativa, pasa del uno o el otro, sin que la voluntad pueda impedir que lo haga.

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El multitasking (prestar atención a varias estímulos a la vez) es una ilusión, uno de ellos siempre queda en espera, sólo que no lo advertimos y creemos que los percibimos simultáneamente, porque la conciencia está ocupada en otra cosa. Los lectores voraces o los jugadores de ajedrez pueden estar horas en aislamiento mental, aunque el mundo de les caiga encima. La atención genera la invisibilidad de otras cosas.
La investigación prosperó con los experimentos científicos, como el del gorila invisible de Simons y Chabris, que da cuenta de eso. Lo que sienten o dicen los participantes se coteja con las imágenes obtenidas. La concentración en algo provoca que ciertas imágenes se tornen invisibles a la mirada. En el video el observador desprevenido debe concentrarse en contar la cantidad de pases entre varios jugadores y no ve al gorila que recorre la escena. Se puede ver el video:

La importancia de la introspección. Las personas suelen inventar todo tipo de excusas para justificar sus decisiones, sin investigar sus verdaderas causas inconscientes, por eso ninguna introspección nos dirá cómo funciona la mente. Sin embargo es la plataforma perfecta para evaluar los fenómenos de conciencia en los experimentos, porque los sujetos dicen lo que les pasa aunque erren al explicar las causas.
Un fenómeno inconsciente es la percepción subliminal. En el año 2000 el presidente Bush mostró una caricatura del plan de su competidor a presidente de EEUU (Al Gore), incluyendo la palabra RATS (ratas), imagen que pasaba desapercibida porque se deslizaba al final de bureaucrats (burócratas). Ver el video

Las neurociencias descubrieron que una palabra puede viajar por el cerebro e incidir en las decisiones. La atención se puede utilizar de modo inconsciente. El campo de la conciencia es tan limitado que muchos operadores inconscientes operan antes, sería inseguro desconectarnos totalmente de la realidad. Pero las intenciones conscientes pueden orientar la atención inconsciente.
Sobrevaloración de la conciencia. Hay mucho procesamiento inconsciente en el cerebro, incluso en la creatividad se distinguen cuatro etapas:
1-Preparación. La creatividad comienza con la conciencia del problema. Para que surja debe estar al alcance intelectual del investigador.  Puede tratarse de hechos nunca vistos o relacionados de un modo diferente. Descubrir un problema, a veces, vale tanto como solucionarlo. Hay que estar especializado en un área para detectar que un hecho extraño,  ser preciso al definirlo y estar motivado y  predispuesto a seguir hasta el final.
2-Incubación. Ningún creador podría decir de inmediato: espérenme un ratito que vuelvo con una idea estupenda. La solución comienza a gestarse en el plano inconsciente mediante asociaciones invisibles mucho antes de que lleguen a la conciencia. No se trata de un estímulo que genera la respuesta sino de un proceso. Hay una transferencia de relaciones conocidas que se aplican a otras desconocidas.
3-Iluminación. La solución nace de la variación de alguno de los aspectos críticos de la situación. Al reestructurar los datos se descubren relaciones inéditas. Hay asociaciones en sistema cerrado sólo dentro del sistema y abiertas para recibir aportes de otros ámbitos.
4-Verificación. Cuando la novedad es valorada porque trasciende a lo conocido, retorna a la conciencia y comienza el proceso de innovación. De 60 ideas sólo una se convierte en realidad. Es la valiosa, verdadera, útil, la que satisface las exigencias y posee una coherencia interna y externa.
Un problema irresuelto generó el Principio de Arquímedes: “todo cuerpo sumergido experimenta un empuje igual al peso del líquido que desaloja”. Hierón, monarca de Siracusa, entregó a un joyero oro y plata para hacer una corona. Hierón desconfió de su honradez y pidió a Arquímedes que investigara. Arquímedes no hallaba la solución, su saber no era suficiente. Pero su inconsciente seguía procesando. Una tarde al dormirse en la bañera se sumergió, el agua se derramó y se produjo una asociación repentina. Se despertó sobresaltado y dedujo quepara averiguar el volumen bastaba con medir el volumen de agua que desplazaba. Tal fue su excitación que salió desnudo al grito de ¡Eureka! ¡Lo encontré!  Llenó de agua un recipiente, metió la corona y midió el agua desplazada. Hizo lo mismo con un peso igual de oro puro; el volumen desplazado fue menor. El oro de la corona había sido mezclado. Así pudo comprobar la estafa y el rey ordenó ejecutar al orfebre.
El ataque frontal del problema no suele dar un resultado inmediato, pero la mente inconsciente lo sigue trabajando, mientras la consciente se mantiene preocupada pero sin trabajar mucho en él. La incubación se detecta recién por sus efectos, de repente, durante un sueño, en la ducha o en el colectivo, ocurre la iluminación, y la solución invade la conciencia. Salirse durante un tiempo de un problema puede provocar la solución.
La percepción subliminal existe y puede desencadenar procesos mentales sin conciencia. Estos procesos resuelven problemas que asombran a los expertos informáticos, pero la conciencia no es una mera espectadora, es un actor muy importante. Es un lugar de síntesis del trabajo que realizan los múltiples agentes inconscientes. Y justamente operan después el trabajo de preparación, donde la conciencia realiza una enorme tarea inicial. También luego de la iluminación es la mente consciente la que verifica paso a paso su valor y busca la forma de llevarlo a la práctica.
La personalidad es global: la conciencia resuelve los conflictos, organiza los recuerdos, elige un camino y es la que, a través del lenguaje llega a todas las partes del cerebro y distribuye los pensamientos a través del entramado social. Las dos inteligencias se complementan, así como se apoyan, perdidos en el bosque, un paralítico montándose en las espaldas de un ciego. Ambas deben asociarse porque son partes de un mismo sistema. La administración del cerebro es imprescindible para alcanzar los objetivos. El poder inteligente es querer con eficacia.
Dr. Horacio Krell. CEO de Ilvem, mail de contacto horaciokrell@ilvem.com

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