Recientemente se ha demostrado que también tenemos fibras nerviosas adaptadas especialmente para el tipo de contacto social que realizamos al saludar o calmar a alguien o cuando abrazamos a nuestros niños. Estas fibras están calibradas para los movimientos lentos y suaves y son abundantes en las partes del cuerpo que instintivamente palmeamos (por ejemplo, el hombro y la espalda, la parte superior de la cabeza). #TiempoDeAbrazar#Compartamos. Dr. Facundo Manes
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