Barlab A través de esta aceleradora de 'start up' (nacida en marzo de este año), Mahou San Miguel promueve acelerar el crecimiento y asegurar el éxito de proyectos emprendedores de aplicación real que permitan aportar valor a la hostelería.
Cada vez son más las empresas que ponen en marcha iniciativas dirigidas a fomentar el mundo emprendedor. La innovación, la agilidad para sacar adelante proyectos nuevos y las posibles sinergias son los encantos que cautivan a las grandes.
Todo empezó con Wayra. O, al menos, en el ecosistema emprendedor español la iniciativa de Telefónica para apoyar a las start up fue una de las primeras en ponerse en práctica. Más tarde llegaron otras propuestas como Lanzadera en Valencia, la fundación Repsol o Bankinter, en su fundación y como inversor. "Las grandes empresas tienen que comprar innovación a través de la adquisición de pequeñas compañías que tengan gran tecnología y les permitan dar pasos de gigante en su camino hacia un mundo digital en el que, de momento, andan bastante perdidas con contadas excepciones", asegura Rodolfo Carpintier, presidente de DaD, quien añade que "las grandes compañías tienen que conseguir que los emprendedores les ayuden a dinamizar sus estructuras más propias del siglo XX que del actual".
Pascual 'start up' Junto a Open Future e IBM, Calidad Pascual ha lanzado este concurso para emprendedores especializados en el sector agroalimentario. Los premios no se reducen a un importe en metálico, sino que también se ofrece 'mentoring'.
"El mundo corporate tiene que ver la revolución digital que se está produciendo en todos los sectores de la economía como una oportunidad, no como un peligro. Y, en este sentido, en Bankia apostamos por la colaboración con las start up", afirma Ignacio Cea, director corporativo de Estrategia e Innovación Tecnológica de la entidad financiera que hace poco llegó a un acuerdo con la aceleradora Conector para lanzar Bankia Accelerator by Conector, "un programa de aceleración nacido con el objetivo de ayudar e impulsar start up innovadoras y con impacto social, y apoyar el ecosistema emprendedor", explica Cea. No es la única iniciativa de este banco. Junto con Imnsomnia ha puesto en marcha la primera incubadora y aceleradora fintechde España, que se ubicará en Valencia;y ha firmado un convenio con Bbooster Ventures por el que ofrece "soluciones e inversión para acelerar, consolidar y hacer crecer sus empresas. Así, las start up aceleradas de Bbooster Ventures tendrán, entre otras ventajas, condiciones favorables en la financiación", cuenta el director corporativo de Estrategia e Innovación Tecnológica de Bankia.
Simbiosis
"Son dos mundos que se retroalimentan", asegura Rodrigo Miranda, director general de ISDI, quien explica que "las grandes añoran y necesitan la facilidad de movimientos del mundo de las start up, y por eso muchas de ellas han creado o comprado empresas que trabajan con la filosofía de la innovación permanente. Es una estructura, una organización del trabajo y una mentalidad que no se pueden aplicar a unas empresas con miles de empleados y una jerarquía en la que impera la resistencia al cambio sobre cualquier otra consideración. El mundo emprendedor aporta frescura, agilidad de ideas y la posibilidad de sacar al mercado productos y servicios que está demandando el usuario de forma rápida".
Miranda también reconoce que las grandes ofrecen "seguridad, recursos, dominio de los canales de venta, servicios generales de gran calidad, elevada experiencia en sus mercados, etcétera. De esta forma se complementan muy bien, aunque es importante que se contagien sólo las buenas prácticas y no las malas, pues de nada sirve que una gran empresa tenga una división o filial trabajando como una start up si luego está sometida a los mismos tipos de control y jerarquía que su matriz".
"O se produce una combinación real de los dos mundos o no funcionarán las cosas. Los emprendedores necesitan recursos y las empresas esa flexibilidad e innovación", sostiene Álvaro Bernad, director de innovación disruptiva y desarrollo de negocio de Calidad Pascual, una compañía que ha sido pionera en el apoyo a los emprendedores del sector agroalimentario con un concurso que no sólo premia las mejores ideas en efectivo (5.000 euros), también ofrece un espacio físico en sus instalaciones y centros de coworking de Open Future -que colabora con la iniciativa- y mentoring. A cambio, la empresa también busca oportunidades. "Aunque nuestro compromiso es colaborar, es cierto que de los proyectos que se presentan habrá algunos en los que nos interese colaborar, desarrollar sus productos, tomar participación o incluso invertir".
No es la única. En este ten con ten todos ganan y la mayoría de estas iniciativas empresariales -si no todas- persiguen, además, interactuar con esa tecnología, con esa innovación que ofrecen las start up y que de otra forma les sería más difícil lograr.
Otra de estas propuestas es la de Mahou San Miguel, Barlab, una aceleradora dirigida a emprendedores y pymes que tiene como objetivo promover la innovación tecnológica en los establecimientos de hostelería. "Es un aprendizaje interno y un cambio cultural. Además, dejamos abierta la posibilidad de invertir o controlar los servicios de aquellas ideas de negocio que nos interesen. Una vez que haya terminado su proceso de aceleración", admite Eloisa Ochoa de Zabalegui, responsable del proyecto Barlab y chief digital officer de Mahou San Miguel. Una vez finalizada la fase de aceleración, que consiste en seis meses de trabajo, mentoring y formación en las instalaciones que la empresa ha dispuesto en su sede de la calle Titán, Mahou San Miguel podría fijarse en alguna de las start up, aunque no es el fin de este programa.
"En España hemos dado pasos muy importantes en los últimos años. Sin embargo, todavía hace falta un apoyo decisivo por parte del sistema público en forma de facilidades para crear empresas, en las cuotas y el estatus de los autónomos y en el acceso a la financiación", sentencia Miranda.
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