Si con frecuencia estamos pensando en aquello a lo que estamos renunciando le estamos dando más importancia de la que tiene y haciendo más difícil cambiar.
Lo que debemos hacer en cambio, es amplificar y magnificar la recompensa que esperamos obtener pensando con frecuencia en ella. Imaginar lo bien que lucirás en tu nuevo y atlético cuerpo, lo genial que se verán tus manos sin uñas mordidas, las oportunidades que se te presentarás gracias a esa formación.
La batalla más grande ocurre en nuestra mente, ahora ya sabes como empezar a ganarla.
En la Antartida (Base Marambio) 1981 con 40 grados bajo cero y al lado en Egipto en 1980 con 50 grados a la sombra
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