Aunque en los últimos 20 años el concepto de Inteligencia Emocional (en adelante IE) ha sido de gran impacto en la sociedad moderna, todavía algunos se preguntarán: ¿Qué es exactamente la IE? ¿De dónde surge el término? y ¿Quién la planteó por primera vez?
Antes de hablar sobre la Inteligencia Emocional, es preciso hacer referencia al concepto de“Inteligencia”, que surge con el primer Test Psicométrico creado por Alfred Binet en 1905, después de que el Ministerio de Educación Francés le encargara diseñar un instrumento de medición que le permitiera distinguir al alumno apto del no apto.
El psicólogo Martin Seligman, tras observar el alto índice de personas con depresión, se planteó qué tipo de inteligencia se estaba midiendo, puesto que el Test de Binet sólo medía la Inteligencia como factor g, es decir, información puramente académica. Así pues, gracias a sus aportaciones sobre la alta correlación entre Cociente Intelectual (CI) y depresión, llevó a la comunidad científica a plantear la existencia de otro tipo de inteligencia que tuviera en cuenta aspectos propios de la vida, como la capacidad de mantener un alto estado de satisfacción y felicidad personal, de superar los problemas de forma resiliente, de relacionarse adecuadamente con otras personas, y de gestionar las propias emociones, entre otras.
De este modo, surge la Inteligencia Instintiva de Binet y Simon (1905), la Inteligencia Socialde Dewey (1909) y Throndike (1920), la Inteligencia Personal de Gardner (1983), dos años después la Inteligencia Práctica de Sternberg (1985), y por último la Inteligencia Experiencialde Epstein (1986), que pueden considerarse hoy precursores teóricos del constructo de Inteligencia Emocional. Sin embargo, no fue hasta 1990, de la mano de Salovey y Mayer, cuando se habló por primera vez del concepto de Inteligencia Emocional en un artículo científico, lo que supuso la primera formulación formal del constructo, concibiéndose así como una nueva teoría. En su modelo de 1997, Mayer y Salovey definen la IE como la capacidad de controlar y regular las emociones y sentimientos de uno mismo y de los demás, discriminar entre ellos y utilizarlos como guía del pensamiento y la acción (Mayer & Salovey, 1997).
Llegados a este punto, es importante hacer referencia a la distinción que realizan los autores Petrides y Furnham (2000) respecto al constructo de IE. Dichos autores diferencian claramente entre IE Capacidad e IE Rasgo: el primero hace referencia a la capacidad cognitiva de procesar información emocional, la cual se evalúa a través de pruebas de Ejecución Máxima (test de inteligencia); y el segundo versa sobre la IE como una característica de la personalidad y el comportamiento, evaluada por pruebas deEjecución Típica (cuestionarios y autoinformes). En palabras de Mikolajczak (2009), la IE Capacidad alude a lo que la gente puede hacer si se lo propone, mientras que la IE Rasgo sugiere lo que la gente hace de modo habitual. Era importante hacer esta aclaración, puesto que se trata de una terminología confusa, incluso entre los diversos autores conocedores del tema quienes han tratado de evaluar la IE capacidad a través de autoinformes, lo cual es comprensiblemente de naturaleza errónea (Bisquerra, Pérez y García, 2015). En este sentido, destacar que la IE Rasgo está asociada al “buen” temperamento adulto (Pérez-González y Sanchez-Ruiz, 2014), por lo que observar el temperamento en niños puede darnos una idea sobre cómo será su personalidad en la adultez.
Otra distinción importante es la de David McClelland (1973), quien diferencia entreInteligencia Emocional y Competencia Emocional. Dicho autor propone evaluar la competencia emocional, ya que permite observar el cambio real en el aprendizaje debido a que ésta se puede enseñar y entrenar, mientras que la inteligencia en sí, se concibe como una característica psicológica estable y no modificable.
Por último, se presenta a modo de esquema algunos de los Modelos de IE más destacados en la literatura, que tratan de explicar la estructura del constructo detallándose las principales dimensiones, así como los instrumentos de evaluación utilizados en cada caso. Algunos de ellos son el Modelo de Salovey y Mayer (1997), el de Bar-On (1997), el de Goleman (2001), el Modelo Multilineal de Zeidner et al. (2003), o el modelo de Mikolajczak (2009), tal y como muestra la tabla 1.
TABLA 1
Modelos de Inteligencia Emocional
Nieves Tobaruela Mendoza
Bibliografía:
Bisquerra R., Pérez-González J. C., García E. (2015). Inteligencia emocional en educación.Madrid: Síntesis.
Mayer J. D., Salovey P. (1997): “What is emotional intelligence?” En P. Salovey y D. Sluyter (eds.), Emotional development and emotional intelligence: implications for educators, 3-34. Nueva York: Basic Books.
Pérez-González J. C., Sanchez-Ruiz Mª J. (2014): “Trait emotional intelligence anchored within the big five, big two and big one frameworks”. Personality and Individual Differences 65, 53-58.
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