“La vida siempre espera situaciones críticas para mostrar su lado brillante.”Paulo Coelho
Nuestra cultura, especialmente nuestra cultura empresarial, parece que tengamos una obsesión por y con la “eficiencia”. No es que la eficiencia no sea una buena idea, pero no es siempre la que creemos que será la mejor forma. Un enfoque en la eficiencia ciertamente tiene sentido como un objetivo si vamos a crear un producto o un proceso.
Hubiéramos podido titular tantas formas para ser eficaces, si más no, lo que vamos a intentar ser realistas de la mejor forma que podamos.
Sin embargo, cuando tratamos de sistemas humanos un enfoque en la eficiencia puede en realidad le distraiga de nuestro objetivo real.
El pasado enero del 2014 os abría el blog con un artículo donde hablaba de la importancia de la resolución de conflictos y como estos podían generar que todos los índices KPI´s (Key Performance Indicators) de la empresa pudieran afectar en el ecosistema, también profundizamos en los KPI – Medición en las personas ¿qué es lo que realmente importa?
Contrariamente a la creencia popular, la eficiencia no siempre es la misma eficacia. Y por desgracia, el costo de un exceso de confianza, si nos centramos en la eficiencia en realidad puede robarnos el tiempo en si somos eficaces.
Por ejemplo, podemos ejecutar una reunión eficiente desde el punto de vista de iniciar y terminar a tiempo, además de cubrir todos los puntos y temas del orden del día según lo previsto. Sin embargo, si nuestro objetivo de la reunión era hacer y alinear una decisión conjunta pero las conversaciones y presentaciones sobre la agenda no nos llevaron a la toma de una decisión que nos afectaría a todos, podíamos conseguir que detrás de nuestra eficiencia ¿no nos importara realmente el conseguir el objetivo final?
El resultado de la interacción humana no la podemos medirsiguiendo de manera eficiente una serie de pasos, el ser humano es variable, muchas cosas suceden en nuestros días y todo puede cambiar en cuestión de segundos.
Una comprobación a la manera de abordar el enfoque hacía a la conversación, no nos suele provocar una interacción satisfactoria, el compromiso y la producción de resultados que realmente nos importan. No somos máquinas, somos seres humanos, con nuestras ideas, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, etc.
Trabajar con la gente que es desordenada y el propio desorden puede hacernos sentirnos incómodos. Es natural sentirse incómodo cuando no podemos ver claramente cómo nunca vamos a llegar al nivel de claridad, la alineación necesaria para que sigamos adelante con fuerza. Podemos sentirnos como que estamos perdiendo el tiempo y no obtenemos el suficiente resultado a la hora de hacer o movernos lo suficientemente rápidos.
Excepto que nuestro malestar en permanecer en lo que nos parecen conversaciones caóticas junto a que tenemos un tiempo insuficiente para permitirnos ver con la claridad que pueda emerger nos pueda costar más a la hora que queramos hacer algo de la misma forma que hemos hecho con anterioridad, pero después pensamos ¿Cómo sacamos el máximo resultado logrado con la menor cantidad de energía?
Al final de de una reunión desordenada, dónde el caos es constante nos pueden ocurrir varias cosas, que aflore la creatividad, que con el fin de poner orden a nuestras ideas, a nuestro objetivo que queremos alcanzar, lo logremos, a veces, vivir en el caos, o en un desorden que para nosotros lo es, pero para otras personas no lo es podemos llegar un resultado increíble, un ejemplo podría ser: “¿cómo es posible que podíamos lograr más en 4 días de lo que podíamos haber realizado en 6 meses”? o simplemente, lo que nos ocurre muchas veces, que no obtengamos nada, no produzcamos nada, y al final para todos nosotros sea una pérdida de tiempo y energía mal gastada.
La respuesta es el secreto para que seamos efectivos…
Creamos un resultado claro, convincente y significativo en primer lugar, para luego centrarnos en hacer lo que sea necesario para cumplir con ese resultado.
Esto requiere que nosotros…
- Nos mantengamos enfocados en el resultado y seamos flexibles con los medios e instrumentos que poseemos.
- Somos lo suficientemente flexibles como para apartarnos de o cambiar el plan, planes (o programas) cuando el plan no está produciendo el resultado como estábamos esperando.
- Vayamos a realizar un progreso significativo y suficiente en todo lo que hagamos y hacemos en lugar de procurar la perfección. El Caos también existe, y lo hemos de aceptar no como algo negativo sino como algo que existe, lidiar con ello, nos puede ayudar luego a que lo alcancemos todo.
Ya se trate de una reunión o un proyecto o incluso una empresa primero obtenemos muy claro acerca ¿qué queremos lograr? y ¿por qué incluso antes de comenzar discutiremos o hablaremos sobre la forma en que queremos hacerlo? Nos tomará disciplina para permanecer en la conversación “que” el tiempo suficiente para tener la claridad y crear el nivel de comprensión, nos será compartida, requerida para todo el grupo de personas con las que vamos trabajar de manera eficiente y efectiva en todo nuestro conjunto.
Hay una tracción increíble, a que queramos entrar en acción inmediatamente. La acción es, por supuesto, esencial para lograr cualquier cosa. Sin embargo, podemos perder mucho tiempo, energía haciendo mucho y logrando poco. Podemos sentir como estamos progresando mientras estamos en plena acción, pero que a menudo puede ser más una ilusión que un resultado. Es lo que podemos ver cuando nos detenemos, miramos nuestro progreso, para poder ver, analizar nuestros resultados que es en la medida de la verdad, la eficacia que hayamos tenido.
Es probable que sigamos estando en una constante tensión entre el deseo de la eficiencia y la necesidad de ser eficaces. Si aprendemos a reconocer que la tensión como una oportunidad para asegurarnos que nosotros y los que estamos trabajando en algo nos centramos en el mismo resultado, en realidad lograremos ambas cosas. Por supuesto, es una buena idea para que seamos tan eficientes como nos sea posible, pero asegurémonos que nuestra búsqueda de la eficiencia está al servicio de nuestro objetivo, más que a costa de la propia eficiencia.
Conversar nos puede salir barato, pero la conversación significativa, eficaz, centrada en el resultado no tiene precio, cuando tratamos de elegir las medidas que realmente escogeremos para que nos lleven a donde queremos ir.
“Nunca encontrarás tiempo para nada. Debes crearlo”.Charles Buxton
Gracias por leerme, por difundir, por compartir y que hayamos ayudado en crecer juntos.
Sigamos aportando.
Ricard Lloria by @Rlloria
Photo Credit: Now old stock Photographer: Museum of Hartlepool
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