por Francisco Alcaide Hernandez
La mente ordena y el cuerpo hace. Todo movimiento corporal (o su ausencia) es producto de un pensamiento, que no es otra cosa que un impulso de energía que nos lleva a actuar (no actuar) de una determinada manera.
Nuestra mente actúa según el concepto que tengamos de nosotros mismos. Nada influye tanto en nuestro comportamiento como la creencia sobre nuestra capacidad para hacer algo. Si estoy convencido de que puedo hacerlo, me pondré en marcha y adquiriré las capacidades para hacerlo, aunque no las tenga al principio; y si no estoy convencido de que puedo hacer algo ocurrirá todo lo contrario.
Ya vimos hace poco que el mejor momento para hacer una venta es después de haber hecho otra venta. ¿Por qué? Porque después de cerrar una venta, la autoestima, la confianza en uno mismo, crece y ese estado mental nos predispone a actuar de cierta manera ‘ganadora’. El éxito es, antes de nada, un estado de la mente. Ello lo contábamos en el siguiente post.
Ralph Waldo Emerson, uno de los autores incluidos en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 8ª edición), siempre decía que «la confianza en uno mismo es el primer secreto del éxito, y en la confianza en uno mismo están comprendidas todas las demás virtudes». ¿Por qué? Porque cuando uno tiene confianza (fe) en sí mismo, esa confianza (fe) te impulsa a adquirir todo lo necesario para llegar donde quieres llegar: conocimientos, habilidades, herramientas y personas. Lo expresaremos de esta manera:
Existe una relación directa entre el concepto que tienes sobre ti mismo por una parte, y tu conducta y efectividad, por la otra. Siempre actúas por fuera de manera congruente con el concepto tuyo pordentro. No puedes ganar en el mundo exterior más de lo que ganas en tu mundo interior. Por eso, todo cambio o mejora en tu vida comienza cuando alteras y mejoras el concepto que tienes de ti mismo. Todo en esta vida se basa en aumentar la confianza en uno mismo, que redundará de manera positiva a la hora de vender, de hablar en público, de relacionarte con otras personas. La manera en la que ves y piensas sobre ti influye en todas las áreas de tu vida.
Louise Hay, autora del fantástico libro El poder está dentro de ti, lo expresa con claridad: «La principal debilidad humana es que nos infravaloramos. El principal problema que aqueja a la gente es que cree que no son suficientemente buenos». Es considerarse menos que otras personas, de tener el convencimiento de que los demás son mejores. Todos los problemas nacen de ahí. No es nuestra incapacidad para hacer algo sino la creencia de que no somos capaces. No es casual que la escritora concluya: «Sólo hay una cosa que sana todo problema: amarse a uno mismo. Para cambiar tu vida por fuera debes cambiar tu vida pordentro».
La pregunta es inmediata: ¿Cómo puedo aumentar la confianza en mismo? ¿Cómo puedo sentirme más seguro? ¿Cómo puedo creer más en mí? ¿Cómo puedo mejorar el concepto de mí mismo? Apuntamos sólo cinco claves y hay otras tantas en un capítulo específico en Tu futuro es HOY (Alienta, 2ª edición):
1. A MAYOR CONOCIMIENTO, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
Estudia, estudia y estudia. Lee, asiste a seminarios, ve vídeos sobre aquello que te interesa: ventas, networking, hablar en público… Empezarás a descubrir tips y claves que no habías caído en la cuenta, y tomarás conciencia de que son importantes, y a partir de saber las causas (porqués) de muchas cosas, empezarás a entender cosas que antes no sabías porque ocurrían y ello te da un cierto poder al ser capaz de gestionarlo oportunamente. No puedes cambiar lo que desconoces. Muchas veces lo que nos pasa es que no sabemos lo que nos pasa. A medida que ganes en conocimiento, ganarás en seguridad.
2. A MAYOR EXPERIENCIA, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
El conocimiento es importante porque te da herramientas que desconocías, pero el éxito no está en saber sino enhacer. Puedes leer muchos libros sobre ventas o hablar en público, pero la seguridad se consolida cuando se pasa a la acción, de otro modo el conocimiento queda en una floritura intelectual. Saberse la teoría ahorra tiempo y da confianza, pero el control se gana con la experiencia, y la experiencia se gana con el error digerido por el feed-back. Hay que saltar al ruedo, y si uno por sí mismo no da el paso, hay que buscar alguien (coach, pareja, amigo, jefe…) que nos empuje. Luego hacer análisis de lo que se ha hecho bien, de lo que se ha hecho mal, cuáles son las causas y las medidas correctoras. La escritora Joy Browne decía: «El simple hecho de intentar algo (sólo estar ahí, lanzarse) es hacernos más valientes. La autoestima consiste en hacer». La acción alimenta la confianza; la indecisión y la duda alimentan el miedo. Actúa siempre. Sin acción no ocurre nada mágico en la vida. Se puede ganar o perder, pero nunca esperar a ver qué ocurre. A medida que se gana experiencia se tienen más inputs correctos sobre cómo hacer las cosas y, por tanto, más seguridad.
3. A MEJOR ENTORNO, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
Lo hemos dicho muchas veces: hay entornos tóxicos y entornos estimulantes; entornos que aliemtan la confianza (en uno mismo) y entornos que alimentan el miedo; entornos que sacan lo mejor de uno y entornos que reprimen el potencial que todo ser humano atesora. Semanas atrás, en el post 10 claves del éxito de Xisela Aranda(@Xisela_Squash), seis veces consecutivas campeona de España de squash, contábamos como en un momento de su carrera, en el club deportivo al que pertenecía le empezaron a hacer la vida imposible (¿envidia?). Y ella se sentía fatal, poquita cosa, con una autoestima muy deteriorada. Fue cambiar de entorno (club deportivo) y todo cambio: pasó del infierno al cielo. Se sentía grande, ganadora, con fuerza. Ya lo decía Zig Ziglar, al que citábamos en el último post: «Mucha gente ha llegado más lejos de lo que pensaba que podía llegar porque alguien más pensó que podía hacerlo».
4. A MAYOR INCOMODIDAD PRACTICADA, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
Cuanto más insegura es una persona, más necesitad tiene de moverse por su zona de confort. Le aterra fallar y equivocare, le aterra la incertidumbre, le aterra el rechazo. Cuantas más cosas hagas que te incomoden, más autoestima y seguridad ganarás en ti mismo. Es lo que Tim Ferriss, autor de La semana laboral de 4 horas, denomina practicar el arte de la incomodidad. Cada día haz una cosa (no veinte, sólo una) que te incomoda: cuando se discuta en grupo propón dónde se sale o come; habla con un desconocido; ponte en primera fila en un evento; cómete la última loncha de jamón (queso) del plato; quéjate cuando el servicio en un establecimiento no sea bueno sin dejarlo pasar; haz algo para destacar (¿hablar de sexo? ¿colgar una foto atrevida?), exponte a la crítica y acéptala sin inmutarte y demuéstrate tu control mental; busca que te rechacen y den calabazas de vez en cuando (¿un cliente? ¿una chica?); coge un camino no habitual de vuelta al trabajo…. Si practicas la incomodidad como rutina, empezarás a sentirte cómodo en la incomodidad, y por tanto, más seguro de ti mismo y como resultado, estés donde estés y estés con quién estés, empezarás a afrontar cualquier situación con una cierta normalidad y mayor control. Y mayor seguridad (en ti mismo) y mayor control, mayor poder.
5. A MAYOR AUTOSUGESTIÓN POSITIVA, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
Tu inconsciente gobierna tu vida. Creemos que a lo largo del día tomamos muchas decisiones de manera consciente, pero no nos damos cuenta que todas esas decisiones (lo que pensamos) están previamente condicionadas por nuestras creencias (lo que creemos). Nuestro inconsciente son nuestras creencias, ese software mental que se ejecuta de manera automática sin pedir explicaciones. Así que si quieres que tu vida mejore, trabaja tu inconsciente. Si no trabajas tu inconsciente, tus posibilidades de éxito son limitadas. Se trata de autogenerarte estados emocionales positivos. Sí, funciona. Primero, cómo te hablas a ti mismo. Date duchas de ánimo. Recuerda las palabras de Robin Sharma en el post O controlas tus miedos o tus miedos te controlan a ti, donde comenta uno de sus diez hábitos diarios: «A lo largo del día (particularmente en la ducha) hago declaraciones para mí mismo, lo que yo llamo ‘declaraciones de éxito’ que me permiten mantener mis pensamientos centrados en lo que es importante. Los pensamientos son los antecedentes de los actos, porque una forma correcta de pensar conduce a una forma correcta de actúa». Todos esos mensajes se irán filtrando poco a poco al inconsciente —como cuando plantas una semilla en un jardín—aunque al principio no lo percibas. Pero si sigues cultivando tu jardín de la mente verás tus frutos. La gente ganadora controla sus diálogos internos porque existe una tendencia natural de la mente a la prudencia, a lo negativo, al modo supervivencia. Trabaja tu mente (inconsciente) y tu mente (inconsciente) trabajará para ti.
Fuente http://www.franciscoalcaide.com
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