En menos de dos años bajó a cero la cantidad de alumnos enviados a la dirección.
Silencio y paz no suelen ser palabras asociadas a un aula con 20 niños en edad escolar. Salvo en la escuela Robert W. Coleman Elementary School de Baltimore, en Estados Unidos, donde decidieron reemplazar la hora de detención por meditación y cautivaron con la respiración a los chicos más traviesos.
El éxito fue tal que en menos de dos años los castigos bajaron a cero. ¿Cómo lo lograron? Llevando a los chicos que se portaban mal a un "Mindful Moment Room", en lugar de a la dirección. Esta habitación creada con una ONG (Holistic Life Foundation), está cubierta de almohadones púrpuras y está pensada para realizar ejercicios de relajación, respiración y meditación.
El efecto de la meditación excedió los límites de la escuela y llegó a las casas de cada uno. En la página de la ONG los chicos pudieron contar su experiencia y se encuentran relatos como el siguiente: "Esta mañana me enojé con mi papá, pero después me acordé de respirar y no grité"
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