jueves, 15 de diciembre de 2016

Reflexiones para la Gratitud

http://jccubeirojc.blogspot.com.uy/2016/12/reflexiones-para-la-gratitud.html 


Este último viaje a Barcelona en 2016 (creo), me ayuda a reflexionar no “sobre” la gratitud (como ejercicio intelectual) sino “para” la gratitud, para la acción. Desde un punto de vista científico, como bien sabes, la gratitud es la prioridad número uno de la felicidad (Sonja Lyubomisrky). Y la clave de bóveda de las relaciones (Allen Burton y Ted Furtris, Universidad de Georgia, 2015). Hemos de practicarla hasta que sea un nata, un hábito natural.
El 15 de febrero de 2008 trataba en este blog del libro ‘Thanks!’ (Gracias), del Dr. Robert Emmons, uno de los mayores expertos en Psicología Positiva. Hace casi 20 años, fue invitado a impartir una conferencia sobre “las fuentes clásicas de la fortaleza humana": sabiduría, esperanza, amor, espiritualidad, gratitud y humildad. Su primera opción fue humildad, pero ya estaba cogida y le tocó la gratitud. A partir de ahí, comenzó a investigar. La gratitud es la actitud de recibir un regalo (material, emocional, espiritual). El término procede del latín “favor” (gratia). La gratitud es una actitud consciente de reconocimiento y aprecio, valorada a lo largo de la historia de la filosofía por Cicerón (“la gratitud no es sólo la mayor de las virtudes, sino la madre de todas las demás”), Séneca (“la ingratitud es abominable”), David Hume (“De todos los crímenes que las criaturas humanas son capaces de cometer, el más horrible y poco natural es la ingratitud”), Kant (“la ingratitud… es la esencia de la vileza”) o  Martin Heidegger (“Denken ist Danken”, Pensar es agradecer). “Todos los bienes se ven mejor cuando se ven como regalos”, Chesterton.

Además de correlacionar con la felicidad (como causa prima), la gratitud es esencial para una mayor productividad, calidad del trabajo, mejores relaciones sociales, más energía, actividad, fluidez, mejor sistema inmunológico y menor stress. El 75% de nuestra longevidad depende de factores psicológicos y de comportamiento. Ser una persona amable, apreciativa, tolerante y compasiva reduce en un 23% los niveles de cortisol (estrés) y duplica la hormona DHEA (relajación).
En términos prácticos, cuidado con la negatividad, la incapacidad para la interdependencia (quienes piensan que la gratitud es una emoción humillante), los conflictos psicológicos internos, el pensamiento de comparación, el victimismo, el sufrimiento. Pueden ser motivos inconscientes para la ingratitud: el complejo de inferioridad, la sensación de deuda por parte del otro, la distorsión neurótica en la mente del beneficiario y la falta de juicio en los motivos del benefactor. La ingratitud tiene mucho que ver con el narcisismo.


Robert Emmons nos regala diez consejos para practicar la gratitud:
1. Comienza  un cuaderno de gratitud, con los momentos inspiradores que merecen agradecimiento.
2. Recuerda lo malo (no todo es un camino de rosas) para valorar lo positivo.
3. Pregúntate sobre lo que has recibido, lo que has dado y las dificultades que has causado.
4. Aprende oraciones de gratitud.
5. Atiende a tus sentidos (agudiza tu percepción).
6. Utiliza recordatorios visuales.
7. Haz pronunciamientos públicos de gratitud.
8. Analiza tu lenguaje (“el lenguaje determina la naturaleza y el contenido del pensamiento”, Benjamin Lee Whorf).
9. Utiliza expresiones faciales de gratitud: sonríe mucho y bien.
10.Sé creativo (piensa “fuera de la caja”): agradece incluso a quienes sientas que te pueden haber dañado.
Gracias, Dr. Emmons, por compartir tanta sabiduría.

Hace 8’5 años incluía en aquella entrada sobre el libro de Emmons la canción de Tamara ‘Gracias’. En otras ocasiones he compartido la de Alanis Morrisette y creo que la de Mercedes Sosa (‘Gracias a la vida’). Esta mañana, al llegar a Atocha, sonaba en Kiss FM ‘Me enamora’ de Juanes. Una gran canción de gratitud.

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