¿Se puede emprender mientras trabajas, mientras tu proyecto está arrancando? ¿Es una locura lanzarte a la piscina, dejándolo todo atrás? ¿Qué pasa si te va mal, si la cosa no funciona? Afortunadamente para emprender no necesitas quemar las naves, puedes compaginar tu emprendimiento con algún trabajo a tiempo parcial que te dé lo necesario para vivir y mientras tanto, trabajar en ese proyecto que te apasiona. Hay muchas maneras de reinventarse y emprender y hoy te traigo sólo una de ellas, de la mano de Alicia, una emprendedora por vocación, que ha decidido seguir su pasión, mientras mantiene un trabajo estable.
Conocí a Alicia en un evento de Networking y conecté con ella enseguida. Alicia es una persona llena de generosidad, simpatía y transmite mucha luz. En esos momentos estaba a punto de lanzar su proyecto renovado, Cuidando en femenino, y me propuso una entrevista en su programa de radio, que pronto podrás escuchar. Ahora te invito a descubrir su historia: de educadora social por cuenta ajena, trabajando en varias ONGs a emprendedora de formación y del coaching. ¿Cómo encajar un cambio tan grande? Alicia nos lo cuenta en primera persona.
1) Cuéntanos un poco sobre ti: tu nombre, de dónde eres, edad, tu profesión inicial y la profesión actual, tu página web si la tienes.
Me llamo Alicia, soy de Madrid y tengo 30 años recién cumplidos. Soy Educadora Social y mi experiencia profesional inicial fue con personas con discapacidad. Trabajé muchos años en ONGs y Fundaciones dedicadas a colectivos de personas con distintos tipos de discapacidad: sensoriales, motoras y mentales. Ahora tengo mi propia empresa y trabajo como Formadora, Coach y Speaker bajo mi marca “Cuidando en Femenino”. Mi web eswww.cuidandoenfemenino.com
2) ¿Qué te llevó a elegir tu carrera inicialcuando decidiste escoger esa profesión para toda la vida?
Siendo adolescente empecé a trabajar como monitora de ocio y tiempo libre en campamentos de verano para niños y adolescentes en riesgo de exclusión social. Con esa experiencia inicial finalmente decidí estudiar Educación Social. Junto a varios compañeros con discapacidad fundamos una asociación de estudiantes con discapacidad dentro de la Universidad y, gracias a una amiga con discapacidad auditiva, Ana, mi compañera de entonces y una de mis mejores amigas de ahora, aprendí Lengua de Signos Española. Trabajé en varias organizaciones dedicadas a la mejora de la calidad de vida de personas con discapacidad y mi último trabajo fue como Coordinadora de Voluntariado y Ocio y Tiempo Libre en la Asociación Parkinson Madrid.
Me encantaba mi trabajo como Educadora Social, sin embargo, no estaba de acuerdo con las condiciones . Los salarios en el ámbito social son muy bajos y las condiciones laborales muy malas. Así que, aunque me costó mucho dar el paso, afronté mis múltiples miedos y decidí abandonar el tercer sector y seguir dedicándome a lo que me gusta por mi cuenta.
Ahí nació Cuidando en Femenino, el espacio donde ayudo a Mujeres Profesionales a superar sus miedos para vivir la Vida que realmente quieren.
3) ¿Has trabajado en esa área profesional hasta ahora? ¿Cómo te hacía sentir, creías que estabas en el lugar indicado?
Desde que he empezado por mi cuenta he estado bastante segura de que este es mi lugar. Según el proyecto crece y llega a lugares que ni había imaginado, voy aumentando la confianza en que ha sido una buena decisión y que estoy en el lugar adecuado. Me siento una afortunada de todo lo que está pasando alrededor de Cuidando en Femenino.
4) ¿Qué te llevó a decidir cambiar de profesión o emprender, si es tu caso?
La decisión a dar el paso fue por un lado, como he comentado antes, las condiciones laborales. Es una pena que profesiones que son tan necesarias estén tan poco valoradas. Ahora tengo 30 años y estoy muy agradecida de todo lo que he aprendiendo trabajando en el ámbito social por cuenta ajena. Sin embargo, siempre tuve claro, que esas condiciones y ese ritmo no lo quería para toda mi vida. Quiero ser madre y tener tiempo y recursos para mi familia y, por mucho que me gustaran estos trabajos, no me iban a dar ni el tiempo ni los recursos económicos que yo quiero para mi futuro.
Además coincidió que tuve una enfermedad que duró dos años fruto del estrés que vivía. Cuando la superé decidí que quería que esa experiencia fuera útil para otras personas. Así que uní mi experiencia profesional y personal para dar a luz a un proyecto en el que poder ayudar a otras Mujeres que, como yo, en algún momento se vieran desbordadas por la cantidad de exigencias externas e internas.
5) ¿Con qué dificultades te encuentras cuando decides empezar de cero?
Muchísimos miedos. Miedo a fracasar, a no llegar a fin de mes, a haberme equivocado, al qué dirán, al rechazo…todos los miedos que te puedas imaginar y más. Es un cambio de vida y de “chip” muy grande. En mi caso no invertí mucho dinero pero sí mucho tiempo y energía. Tenía y tengo una proyección muy clara y muy grande de lo que quiero conseguir con Cuidando en Femenino. Así que creo que cuantas más claras tienes lo que quieres conseguir, más fuerte es el miedo a no llegar.
6) ¿Quién o qué te inspiró o ayudó para escoger esa nueva profesión o actividad actual? ¿Has pasado por algún proceso de coaching o has contado con algún mentor?
Me inspiró sobre todo el feedback que recibía de las personas con las que trabajaba cuando trabajaba por cuenta ajena. Los pacientes, los usuarios y sus familias siempre tenían palabras de agradecimiento hacía mí. Siempre recibí muy buenas críticas y me hacían sentir que yo valía para eso, para aportar un poco de luz en vidas ajenas.
7) ¿Has tenido que formarte en algo nuevo para poder cambiar de profesión? ¿Cuánto tiempo te llevó? ¿Invertiste dinero en ello?
Hice el master de Coaching y sigo en formación constante. Me encanta formarme y todo lo que sea para mí crecimiento personal y para mejorar mis servicios para las Mujeres con las que trabajo, lo hago.
8) ¿Has conseguido ya convertir esta nueva profesión en tu sustento de vida o estás empezando? ¿O estás compaginando la nueva profesión con tu trabajo habitual?
Llevo un año y vivo parcialmente de ello. Lo compagino con un trabajo administrativo que no me lleva energía emocional. Dejé el ámbito de las ONGs para poder dedicar toda esa energía humana y emocional a mi proyecto. Así que compagino con un trabajo a tiempo parcial mecánico del que consigo los ingresos mínimos para asegurarme llegar a fin de mes.
Creo que lo ideal en esta vida es “vivir a medida”. Para mí, mi medida de emprendimiento ideal en este momento es así, compaginando. Confío en que el proyecto seguirá creciendo hasta que pueda vivir exclusivamente de él.
9) ¿Cómo se lo han tomado personas cercanas a ti como amigos o familiares? ¿Te apoyan y te animan desde el principio o sientes que no entienden tu decisión?
En mi entorno hay muy pocas personas emprendedoras, sin embargo, aunque al principio pudiera parecer un “juego”, la verdad que siempre me han apoyado muchísimo. Tengo amigas que hacen todo lo que pueden para que Cuidando en Femenino funcione, desde apoyo con el material de los talleres hasta apoyo moral cuando se juntan varios eventos y estoy más cansada. Sentir a personas que te quieren apoyando emocional y logísticamente es un regalo.
10) ¿Qué podrías aconsejar a aquellas personas que desean reinventarse profesionalmente para que se atrevan a salir de su zona de confort y den el paso?
Que lo sueñen, que den pasos para conseguirlo, que se formen, que se unan a personas que estén por delante de ellos en lo que quieran conseguir y sobre todo que pregunten, que pregunten mucho. Todos los seres humanos tenemos una necesidad común: aportar al bien común. A mí cada vez que un nuevo emprendedor me pregunta, siento que mi camino tiene sentido, no sólo por lo que pueda aportar a otras mujeres a través de mi proyecto sino por lo que puedo aportar a otras personas que deseen emprender. ¡Busca lo que quieres hacer, lo que te mueve, únete a otras personas y pregunta mucho!
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