5 pasos para tener el mejor año de nuestra vida

http://www.elnuevodiario.com.ni/variedades/380383-5-pasos-tener-mejor-ano-nuestra-vida/ 
El año 2017 ya casi toca a nuestras puertas. Celebramos su llegada porque es protagonista de un hermoso cambio de calendario, capaz de arroparnos con su manto de felicidad y nostalgia, pero también porque encarna otro reto para nuestra existencia, un desafío de 365 días que propongo enfrentar con una máxima: hacer de 2017 el mejor año de nuestras vidas. Te sugiero cinco pasos esenciales para diseñar las proyecciones del nuevo año:
1-Analiza el año que termina. 
Cerciórate de lo que lograste y de lo que aún te falta. Tómate tiempo, no es una labor de minutos.Reflexiona, y sobre la base de esos resultados, formula tu agenda de objetivos para el nuevo año.
2-Nunca deseches una idea por muy incorrecta que parezca a priori. 
Los proyectos se forman con ideas que surgen espontáneamente de tus pensamientos. Por tanto,necesitas pensar de manera positiva. Dice John Maxwell que quizás una idea por sí sola no sea buena, pero unida a otras, todas juntas, pueden formar una gran idea. Guarda lo que se te ocurra. Apúntalo si es necesario, aunque hoy no lo uses.
3-Debes ser optimista y pensar en grande, pero ser racional. 
No te traces objetivos que no puedas cumplir. Sin embargo, si solo lo dudas, propóntelos y disponte a trabajar duro durante todo el año y despeja la duda. ¡Cuánto placer si lo logras!
4-Consulta tus propósitos con los demás,sobre todo con aquellas personas con talento que te brindan confianza y amistad. No dudes en solicitar y recibir ayuda.Nada se consigue sin el apoyo de los demás.
5-Hazte el propósito de controlar tus emociones. 
Un analfabeto emocional no puede enfocarse en sus proyectos, pues pierde el camino. Tony Robbins, conferencista y autor del libro “Poder sin límites”, afirma: “Donde va el enfoque, fluye la energía”. Por esa razón es esencial que te centres, para que toda la energía fluya en función de tussueños y proyectosen el año nuevo.
Sembremos grandes sueños, trabajo, buenas intenciones, relaciones humanas, bondad y amor. Si actuamos así y proyectamos nuestras ideas de manera correcta, dentro de doce meses, cuando levantemos otra vez las copas por el año siguiente, exclamaremos con orgullo: ¡2017 ha sido el mejor año de nuestras vidas!
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En-Amor-Arte

No es sólo el impulso de la pasión es el trabajo, la forja de un vínculo que conjuga:
comprender, cuidar, inspirar y respetar.
Álex Rovira
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Cómo sacar provecho de los fracasos

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sacar provecho de los fracasos
Si estás pasando por un mal momento, tu empresa no termina de arrancar, tu matrimonio hace aguas… vamos que hay días que te sientes como una auténtica fracasada. Pues bien sacúdete el drama y actúa. Para empezar te invito a leer este reportaje para que descubras cómo sacar provecho de los fracasos.
“Cada fracaso le enseña a una persona algo que necesita aprender”, cita importante la de Charles Dickens. Y así es. Del fracaso tenemos muchas cosas que aprender. Lo primero es cambiar el término fracasar -porque el verdadero fracaso es cuando no lo intentamos- por errar, tropezar, equivocarnos.
“Mejor decir estaba equivocado, me he confundido”
Ten siempre presente que nadie fracasa si pone su máxima capacidady empeño en una labor. Puede que se equivoque, puede que pierda, pero nunca fracasa. Así lo confirma Marta Romo, socia directora de be-up.es: “La palabra fracaso es muy fuerte cuando te lo dices a ti mismo: “soy un fracasado” o “he fracasado”; sin embargo si te dices “estaba equivocado”, “me he confundido”… es mucho menos tremendista, es más esperanzador porque da lugar a remendar o resolver el error”.
Hablar de fracaso implica inconscientemente que todo está perdido, que no hay salida…” De hecho, el fracaso es natural -explica Pilar Jericó, autora de ¿Y si realmente pudieras? La fuerza de tu determinación-  y está relacionado con la diferencia entre lo que deseamos y lo que realmente sucede. Esto mismo ocurre en la naturaleza. Por ejemplo, la leona solo consigue cazar a la cebra en el 10 por ciento de los casos. El 90 por ciento fracasa. Por lo tanto, es algo inherente al hecho de hacer las cosas. Quien no hace nada, nunca fracasa (al menos en eso).”

¿Qué nos aporta el fracaso?

Según Marta Romo: “experiencia, realidad, humildad, aprender a pedir ayuda… lo que me gusta denominar  callo (aquello que se forma nuevo en nosotros después de que se unan los fragmentos de una fractura o lo que se forma nuevo por el roce). El callo es la marca o señal de las personas resilientes. Tener callo te permite enfrentarte mejor a nuevas  e inesperadas situaciones… aunque los callos también hay que cuidarlos.”
Dicho esto, se plantea otra pregunta, ¿estamos todos preparados para el fracaso? Para la socia directora de Be-Up “el ser humano es resiliente por naturaleza y es capaz de superar cualquier vicisitud. No hay más que ver la cantidad de atrocidades cometidas contra la humanidad a lo largo de la historia, y la gente sigue adelante con su vida. Lo que sucede es que la educación que recibimos puede potenciar y aniquilar esta capacidad.” Y es que desde bien pequeñitos, nuestros padres o educadores ante un error que cometamos, pueden reaccionar de varias maneras y esto va a marcar nuestra capacidad en un futuro:
  1. Pueden cebarse con nosotros cuando cometemos un error regañándonos y haciéndonos sentir mal por ello. En este caso nos enseñan que equivocarse es negativo, que somos culpables por ello y que no tenemos nada que hacer para resolver la situación.
  2. Ignorar nuestro error y pasarlo por alto, para evitar que nos sintamos mal. En este caso pierden una extraordinaria ocasión para enseñarnos a superarnos.
  3. Pueden aprovechar el momento en el que nos equivocamos, rompemos algo o fallamos, para enseñarnos cómo arreglarlo. Ya sea arreglando el roto, colocándolo en su sitio lo que hayamos tirado o simplemente pidiendo perdón a la otra persona cuando no podamos arreglar lo sucedido. Con esta opción no buscamos hacer sentir mal al niño. Lo que buscamos es que aprenda a que cuando algo no sale como esperaba o cuando comete un error, siempre, siempre, siempre hay algo que hacer.

Comparte tus fracasos

Sí lo que lees, es bueno que lo hables con tus amigos, seres queridos… De hecho muchas de las personas consideradas triunfadoras por sus éxitos, antes han experimentado fracasos y  los han compartido con el público para motivar a los demás. Por ejemplo recientemente Houshofer, un profesor de Princeton, publicó a través de twitter sus fracasos tanto en el ámbito académico como profesional. Por no hablar a Steve Jobs (Apple), Sheryl Sandberg  (Facebook) que hizo lo mismo en su reciente discurso en Berkeley.
La clave está en hablar de ellos con naturalidad. Marta Romo nos cuenta su experiencia: “En mi caso, pude probar la experiencia hace unos tres años en un TEDex Moncloa y hablé sobre mis tropiezos en la vida desde pequeña hasta la fecha… Fue la primera vez que hablé de mi vida personal en público y para mí resultó enriquecedor. Después muchas personas me han escrito contándome situaciones parecidas y agradeciendo que lo compartiera con ellas”.

Así debes reaccionar

En los tiempos que corren, con una crisis acuciante, tal vez haya muchos padres de familia que se encuentro al borde de sus fuerzas, tras años intentando encontrar trabajo y que se sientan unos fracasados. ¿Cómo deben actuar? Pilar Jericó y Marta Romo nos dan las claves:
  • Primero, perdonándose a sí mismo. Quizá se haya podido vivir como un fracaso, pero han podido ser circunstancias que a uno le han superado: por ejemplo, pérdidas en la empresa que obliga a despedir a personas, decisiones de las corporaciones que obligan a amortizar puestos de trabajo… Marta además añade: “No está viviendo un fracaso ni es un fracasado, está viviendo un momento difícil y una situación muy dura pero no está cerrada esa situación”.
  • Segundo, recordar que enseñamos a nuestros hijos también con las actitudes que tomamos. Deberíamos pensar: ¿qué quiero yo enseñar con mi ejemplo a mis hijos ante esto que me supera?
  • Tercero, mirar hacia delante. Cuando más pensemos en el fracaso, menos energía ponemos en reinventarnos. Hay que buscar alternativas diferentes a las que ya haya probado. Romo enfatiza “si alguien me dice lo he probado todo, yo le contestaría que es imposible probarlo todo y que seguro que hay algo más, siempre hay algo más… A veces lo que nos queda por probar son cosas locas como irte a otra ciudad, otro país, emprender, inventar algo nuevo, dedicarte a otra profesión que no es la tuya, escribir a un personaje que admires pidiéndole que sea tu mentor, llamar a la radio y contar tu caso, etc.”
  • Por último, también es fundamental el apoyo de la gente que nos rodea. “El respeto, la comprensión y el apoyo (cuando te lo piden). Mucha gente trata de hacerte sentirte mejor –explica Marta-, restando importancia a lo sucedido… no hay nada que siente peor que mostrar empatía cero. No se trata, por tanto de convencer al otro sobre las bondades del fracaso, sino de hacerle preguntas, hacerle reflexionar para que él mismo llegue a sus propias conclusiones. Siempre con respeto y empatía”.

Claves para superar un fracaso

Pasar el duelo y respetarse. Vivir un fracaso, equivocarse, duele… por ello hay que recuperarse de ese dolor y el tiempo ayuda. Habrá negación, miedo, tristeza, enfado… cada emoción cumple su función y pasar por encima de ellas no nos hará sentir mejor, todo lo contrario. Pasado el duelo podremos sacar provecho de los fracasos.
Analizarlo como un proceso de aprendizaje, en lugar de una evidencia de nuestros defectos.
Buscar un hilo conductor. Se trata de ver la situación como una historia, esto permite entender mejor lo sucedido, buscarle un sentido, un inicio y un desenlace. Por tanto un cierre. Lo que Steve Jobs en su famoso discurso de Stanford, llamó “conectar puntos”.
Hablar de ello, hacerlo público. Compartirlo con otros para ayudar a otras personas que puedan vivir una situación similar. Está demostrado que la mejor forma de aprender y asimilar algo es enseñándoselo a otros.
Entrar en acción. El movimiento contribuye a sentirnos mejor siempre, ya sea haciendo deporte o dedicándote a hacer otro tipo de cosas. Acción, acción y acción. Es la única manera de que puedas aplicar lo que has aprendido y que sucedan cosas diferentes.
Y recordar que el éxito no es de quien no fracasa (porque es antinatural), sino de quien sabe levantarse con nuevos aprendizajes y más creatividad.

"La sencillez, simplificar las cosas, aporta mucha claridad mental y la claridad mental te facilita tomar decisiones, ser resolutivo o tener foco, entre otras cosas. La claridad mental es fuerza para el cerebro. La claridad mental es clave para el éxito"

http://www.franciscoalcaide.com/2017/01/la-claridad-mental-es-clave-para-el.html

La claridad mental es clave para el éxito

Resultado de imagen de steve jobsUna de las cosas más importantes para tener éxito es tener claridad mental, porque la claridad mental te lleva a conducir todas las energías hacia lo importante sin despistarte ni dispersarte. 

La sencillez, simplificar las cosas, aporta mucha —muchísima— claridad mental, y la claridad mental te facilita tomar decisiones, ser resolutivo o tener foco, entre otras cosas. La claridad mental es fuerza para el cerebro.

Un ejemplo de esto es The Paradox of Choice: Why More is Less (La paradoja de la elección: por qué más es menos) conocido libro del profesor y psicólogo Barry Schwartz (Swathmore College). Allí se cuenta el siguiente estudio que es un clásico acerca de la psicología del consumidor. Los investigadores, Sheena Lyengar (Universidad de Columbia), y Mark Lepper (Stanford), pusieron a un grupo de compradores de un supermercado frente a una selección extensa (24) de mermeladas y a otro frente a una selección más limitada (6). Los resultados demostraron que mientras un 30% de los consumidores que sólo pudieron tener acceso a 6 mermeladas acabaron llevándose un tarro, sólo 3% de los del primer grupo compraron.

La conclusión es obvia: a partir de un número de alternativas, el cerebro se bloquea y le cuesta decidir. Racionalmente creemos que más es mejor, pero la evidencia empírica demuestra que no es así. El exceso de alternativas lleva a la duda, a la confusión, a la parálisis, a la dispersión.

Esto es clave tenerlo en cuenta, porque vivimos en un mundo donde hay exceso de todo: exceso de información, exceso de datos, exceso de alternativas, exceso de redes sociales, exceso de variedad de productos de una misma gama... Ese exceso de todo conduce a un cierto caos —lo contrario de la claridad— que nos dificulta mucho más las cosas. Todo es menos lineal, más complejo. Hoy todo invita a la confusión. Hay mucho ruido alrededor.

¿Cuál es la conclusión? La habilidad para no dejarse arrastrar por el entorno, tener pensamiento propio y mirar desde arriba —que siempre ha sido importante— lo es hoy aún más. 

Cuando Steve Jobs volvió a Apple en 1997 a la compañía que él mismo había fundado y de la que había sido despedido, 2 palabras definieron su estrategia: sobrevivir (survival) y sencillez (simplification). Respecto a la que nos ocupa, la sencillez se convirtió en uno de sus rasgos de su liderazgo como una extensión de su persona a toda la organización: en sus presentaciones, en la estructura de la empresa, en el tipo de equipos, en sus claims (Ipod: mil canciones en tu bolsillo) o en sus productos, ya que cuando regresó a la empresa había más de 40 productos y los redujo a tan sólo 4. Esto decía el mismo Jobs: «Éste ha sido uno de mis mantras: foco y sencillez. Lo simple puede ser más difícil que lo complejo. Tienes que trabajar muy duro para pensar con claridad y hacer las cosas sencillas. Pero merece la pena, porque una vez que lo logras puedes conseguir cualquier cosa. La sencillez es la suprema sofisticación».
De ello se habla largo y tendido en el libro El poder de lo simple que te recomiendo. Allí se recogen las palabras de Jack Welch, el ex CEO de General Electric: «Los directivos inseguros crean la complejidad. Los directivos asustados y nerviosos utilizan libros de planificación muy gruesos y complicados, y diapositivas llenas de todo lo que han aprendido desde su infancia. Los líderes de verdad no necesitan confundir. La gente debe tener la confianza en sí misma para ser clara, precisa y estar segura de que cada persona en su organización, desde la más importante a la menos, entiende cuál es el objetivo básico del negocio. Pero no es fácil. Es increíble lo difícil que es ser simple para la gente; cuánto miedo le da ser sencilla. Les preocupa el hecho de que si son simples, los demás pueden pensar que son tontos. En realidad, claro está, es justo al revés. La gente con la mente más clara y preparada es la más simple».

Creemos que para crecer hay que hacer más cosas. Siempre más. Parece coherente. Pruebas cosas y las vas incorporando. Más productos, más procesos, más personas, más de todo. El negocio se va desarrollando. Se va haciendo más complejo. Ésta es una forma de crecer. Es la tradicional. No haces nada especial. Sólo te dejas llevar por la inercia del desarrollo. Pero, ¿es ésta la mejor fórmula?

Entre 1985 y 1989, el sector de fabricantes de máquinas en Alemania creció la mitad del PIB alemán. En el sector, algunas compañías crecían al 3% y otras lo hacían al 9%. Para conocer las causas de esas diferencias, la consultora Mckinsey realizó un estudio —que llevaría por título Simplicity wins (La sencillez gana)— en el que analizó muchas de esas compañías (productos, procesos, clientes...) y arrojó una conclusión clara: las compañías con mejores resultados eran las más sencillas. Estas compañías superaban al resto en muchas de las áreas. ¿El resultado final? Crecimientos excelentes.

¿Y cómo ser sencillo? En el estudio de Mckinsey aporta una fórmula centrada en 3 elementos:

1. OBJETIVOS. Pocos objetivos y poco complejos. Hace algunos años le pregunté a un directivo del equipo de Florentino Pérez en el Real Madrid que había aprendido trabajando codo con codo con él. Me dijo varias cosas, pero una de ellas fue la siguiente, que reproduzco literalmente: «Tiene siempre 3-4 ideas fuerzas que guían su estrategia, y luego es muy insistente en esas tres-cuatro ideas fuerza hasta que están absolutamente asentadas e interiorizadas. Los procesos de asimilación no sólo tienen que ser lentos sino que deben de ser muy insistentes; por eso no se puede hablar de veinte cosas a la vez».

2. ESTRUCTURAS. Carlos Slim, uno de los personajes incluido en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 10ª edición) decía en cierta ocasión: «Estructuras simples con mínimos niveles jerárquicos. En definitiva, operar con las ventajas de la empresa pequeña, que son las que hacen grandes a las grandes empresas». La burocracia es el drácula de la empresa; la burocracia aniquila muchas iniciativas, quita mucha energía, genera muchos conflictos y otros muchos derivados.

3. PROCESOS. La ejecución es la clave de todo, y los procesos son los que facilitan u obstaculizan que así ocurra. Procesos simples, directos y en menos tiempo. ¿Has visto la web de Hawkers? Sencilla. ¿Y sus productos? Sencillo. ¿Y su proceso de compra? Muy sencillo. Lo mismo pasa con Amazon. Puedes comprar en un clic sus productos directamente. Todo para facilitar la decisión (impulso) de comprar.

Como se recoge en Tu futuro es HOY (Alienta, 2ª edición): «SIM-PLI-FI-CA. Pocas cosas pero importantes, y después mucho FOCO para concentrarte en ellas. Decide los key factors (factores clave) del negocio y el resto, deséchalo, a la basura, y no pienses más sobre ello, te quita energía, atención, concentración». Bruce Lee lo resumía así: «No has de acumular, sino eliminar. No se trata de aumentar cada día, sino de disminuir cada día. Cultivarse a uno mismo culmina siempre en la simplicidad».

La neurociencia como motivación de equipos

http://comunidad.iebschool.com/iebs/recursos-humanos-2-0/neurociencia-como-motivacion-equipos/ 
Imagen de perfil de Patricia Galiana


Neurociencia como motivación de equipos
¿Sabías que la neurociencia puede hacer mucho por potenciar una empresa? El cerebro es la fuente de todo, es el punto que impera sobre el resto del cuerpo y que funciona como un centro de operaciones. Ejercitarlo adecuadamente es la mejor opción para mejorar el trabajo en equipo así como incentivar la imaginación y el liderazgo. Descubre la neurociencia como motivación de equipos.
Artículos relacionados:
El factor humano en las empresas es parte primordial. No nos engañemos; sin el cerebro humano y personas de carne y hueso, las empresas no podrían adaptarse ni al cambio y ni a esta etapa de reinvención donde la innovación ya no es parte del plan sino una necesidad que ya está incrustada en el día a día del negocio.  
¿A qué se debe esto? A la cuarta revolución industrial , la tecnología y los cambios en la sociedad.  Su rápida evolución ha permitido un análisis más profundo del cerebro mediante la neurociencia.
Teniendo claro que la situación actual está cargada de nuevas necesidades, innovaciones constantes y una mayor demanda de recursos humanos cualificados, cada vez son más las exigencias para trabajar con personas y prepararlas para gestionar el momento actual de mudanza al mundo 4.0 donde equipos de alto rendimiento o el liderazgo son los impulsores del cambio.
¿Quién toma las decisiones? Las personas que trabajan en equipo son seres humanos , acciones movidas por emociones y sentimientos. La inteligencia emocional tiene mucho que hacer en la gestión de equipos y personas. Los avances en neurociencia han propiciado el descubrimiento de las mejores formas para la gestión de equipos y el fortalecimiento de las capacidades de sus miembros y de aquellos que los lideran. La percepción, resistencia al estrés, aprendizaje, la motivación, la creatividad ayudan a  la conciliación ante situaciones complejas creando mejores resultados para el equipo.
Para ello, el modelo SCARF de neuroliderazgo define muy bien aquello que influye en los éxitos y los fracasos organizacionales.
  • Estatus
  • Certidumbre
  • Autonomía
  • Relación
  • Justicia

Ejercita el cerebro y tendrás mejores resultados

De todos es bien sabido que ante la falta de motivación, no hay sostenibilidad en lo que queremos trabajar. Si no entrenamos el cerebro y nos exponemos ante situaciones de superación, pierde potencial y ocurre como en todo; si lo descuidas, empeora. Exponer el cerebro ante situaciones novedosas, creativas, de exigencia y superación ayuda a que  partes del cerebro no queden en desuso. En el caso de las empresas que se encuentran en cambio constante, conocer los  procesos cerebrales ayuda a desarrollar herramientas y metodologías dirigidas a la superación de nuevos retos e innovación en actividades de cultura organizacional.
Las empresas tienen y tendrán un largo camino por recorrer para promover el desarrollo y evolución en sus sectores y equipos. Un largo viaje donde la motivación y el desarrollo son las premisas principales  para terminar una aventura con éxito.
Las organizaciones deben conocer y saber cómo formar equipos motivados a partir de la neurociencia y la inteligencia emocional. La neurociencia está ayudando al incremento de herramientas en el desarrollo del liderazgo de personas que trabajan en equipo y con responsabilidades y dinámicas de gestión.
Descubre con el vídeo del Webinar cómo influye la neurociencia en la motivación de equipos y el modelo SCARF de neuroliderazgo paso a paso con el Webinar “La motivación de equipos desde la neurociencia” ,aprende a organizar equipos motivados y conoce la importancia del sistema de recompensa cerebral.


Te conviertes en lo que crees.

Tu nivel de éxito rara vez supera tu nivel de expectativas (inconscientes). No es lo que quieres sino lo que sientes que eres y te mereces. No somos víctimas de las circunstancias, somos víctimas de la FE. La vida te da lo que le pides (a nivel inconsciente). Los límites nunca están en ti sino en tus creencias..
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Ten presente 'por qué' las cosas que quieres son importantes para ti

La mayoría de la gente no hace lo que tiene que hacer (gimnasio, dieta, inglés, correr...) porque no tiene un 'porqué' suficientemente fuerte para hacerlo. Cuando no tienes un 'porqué' sólido, el desánimo (y abandono) siempre acechan. Tienes que descubrir tu 'porqué' (tu causa personal), y una vez que lo encuentres: 
✔ tu confianza en ti mismo será mayor.
✔ tu resiliencia se incrementará.
✔ tu capacidad de trabajo aumentará.
✔ tu ambición será superior.
✔ tus habilidades y conocimientos se ensancharán.
✔ tu pereza será cada vez más débil.
... y todo empezará a ir mejor y mejor. Quien tiene un 'porqué' para vivir siempre acaba encontrando el 'cómo'

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¿Sabes hacer buenas elecciones?

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Si algo nos caracteriza como seres humanos es nuestra capacidad para tomar decisiones. En la vida diaria nos encontramos a menudo en situaciones en las que tenemos que hacer una elección, a veces triviales y otras veces cruciales, ya sea en el ámbito personal, en el profesional, en el social o incluso en el político, por lo que es conveniente saber un poco más sobre cómo tomamos las decisiones y qué podemos hacer para prepararnos lo mejor posible. Precisamente, en este programa de Las Mañanas de RNE fue el tema que tratamos.
Habitualmente pensamos que tomamos las decisiones de una forma racional, basándonos en la información y en los hechos, y nos gusta pensar que siempre hacemos la mejor elección, pero lo cierto es que hay otros elementos que pueden influir enormemente a la hora de tomar un camino u otro. Todos hemos tomado alguna vez una decisión llevados por las emociones o por el simple malestar físico.
Y es que no solo elegimos con la cabeza, lo hacemos también con el estómago, por ejemplo, pero sobre todo, normalmente hay dos variables que nos influyen a la hora de tomar decisiones y que tendrán diferente peso según cómo funciona el cerebro de cada persona y cómo se estructura. El primero de estos elementos son nuestros valores, es decir, todo el peso del pasado, mientras que el segundo tiene que ver con nuestras preferencias, algo que está más relacionado con el futuro. En este post sobre cómo tomar decisiones proyectivas, puedes profundizar un poco más en este mecanismo.
Dependiendo de tu tipo de personalidad, o de cómo te sientes en un momento determinado, decidirás más apoyándote en el pasado o pensando en el futuro. No obstante, hay personas muy volátiles, intensas, que cambian fácilmente de opinión y deciden en función del contexto; podríamos decir que no tienen gustos fijos. Pero también están los cautelosos, que no toman riesgos, no se adaptan al contexto y prefieren elegir siempre en función de sus valores. Son personas que tienen mucho miedo al riesgo, y pase lo que pase en el contexto, digan lo que digan los demás, se van a mantener firmes en sus decisiones contra viento y marea. Por último, también existen personalidades más pasivo-agresivas, de las que decimos coloquialmente que “no se les ve venir”, los que en las encuestas, por ejemplo, responden en función de sus valores, pero luego cambian de opinión. Este tipo de personalidades son las responsables de que muchas veces las encuestas nos sorprendan.
 Claves para tomar mejores decisiones
La variable de personalidad que más nos ayudaría a encontrar la relación adecuada entre nuestros valores y nuestras preferencias es la estabilidad emocional, pero con la vida que llevamos actualmente, llena de estrés y de obligaciones, con mucho cansancio y a toda velocidad, es precisamente ese equilibrio emocional lo primero que se agota. Pero no te preocupes, estos tres sencillos consejos te ayudarán a ser capaz de equilibrar los valores, el peso del pasado, con el contexto y tus preferencias, es decir, aquello que tiene que ver con el futuro y con adaptarse a los cambios.
  • Cuida tu alimentación. Aunque parezca que es algo que no tiene que ver, comer bien y con tranquilidad resulta muy importante para la toma de decisiones. Los seres humanos tenemos un segundo cerebro que está en el estómago, con sus neuronas y sus propios procesos químicos, y este cerebro influye muchísimo en nuestras decisiones, así que hay que cuidarlo. A esto hay que añadir tomarnos nuestro tiempo para ir al baño con tranquilidad, ya que tener el intestino limpio nos ayuda a estar estables emocionalmente y hay que recordar que nuestro intestino se mueve un centímetro por minuto, por lo que es importante darle tiempo para liberarse.
  • Descansa adecuadamente. Esto no solo incluye dormir bien y las horas necesarias, sino también parar un poco cuando aparece el cansancio, por ejemplo a media tarde. Tener la mente fresca y el cuerpo descansado te ayudará a tomar decisiones sin interferencias.
  • Date un tiempo a la hora de tomar las decisiones. No te apresures más de lo necesario cuando tengas que hacer una elección. Si es posible, escribe en un papel aquello que es importante para ti, lo que tiene que ver con tus valores, para sopesarlo con tus preferencias. Tomar decisiones de manera consciente viendo ese papel escrito te puede ayudar mucho a decidir de una manera más coherente.
No existe una fórmula mágica para acertar siempre con la elección correcta, pero si tienes en cuenta estos consejos, seguro que te encontrarás en mucha mejor disposición cuando llegue el momento. Así que, sobre todo, no tengas miedo a tomar decisiones y atrévete a actuar con confianza, pues ese es el primer paso en la dirección correcta. No obstante, cuenta con que en muchos momentos tus decisiones no serán las mejores, pero en esos casos lo que sí será la mejor elección es aprender de nuestros errores, sin duda los grandes maestros en la vida de toda persona.

Confiesa

Confiesa que eres cobarde y quédate. Continúa haciendo méritos, dejándote esclavizar por las normas de la circunspección, recibiendo lecciones de virtud, cumpliendo ridículamente con el deber. ¿No has observado que no todos están predestinados a ser libres? Susan Sontag
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El segundo idioma y el cerebro bilingüe

https://facundomanes.com/2015/05/17/el-segundo-idioma-y-el-cerebro-bilingue/ 
La mayoría de las personas valora hoy el aprendizaje de una segunda lengua como algo positivo para la vida. Por las posibilidades profesionales, laborales o académicas que el conocimiento de otros idiomas otorga, por la facilidad de comunicación mundial, por el acceso a material diverso. También, en muchos casos, por el prestigio social que otorga tal o cual lengua. Pero hoy la ciencia comprueba que los beneficios van aún mucho más allá.
Según algunos investigadores, dominar dos o más lenguas nos haría más ágiles para resolver ambigüedades o conflictos y priorizar tareas. Otros investigadores sostienen que los bilingües tienen siempre los dos idiomas disponibles y deben constantemente decidir cuál es la lengua adecuada a cada contexto. Relacionan esto con una mayor capacidad para seleccionar la información relevante y descartar la que no lo es. Esta tarea depende de un sistema de control ejecutivo que se encarga de dirigir los procesos de atención que usamos para planear y resolver problemas.
Al estudiar el bilingüismo y su relación con la moral y la toma de decisiones, se descubrió un fenómeno llamado “efecto del lenguaje foráneo” que refiere a que los bilingües tienden a tomar decisiones más racionales cuando actúan a partir de información recibida en una lengua extranjera o dan respuestas más utilitarias ante dilemas morales que implican una participación personal. Esto se debe a que la segunda lengua, siempre que no se haya estado inmerso en esa cultura, no activaría los centros emocionales de la manera en que lo hace una lengua primera.
El bilingüismo también impacta en la salud. Se estima la reserva cognitiva que genera el dominio de varias lenguas sería un factor de protección ante el deterioro cognitivo.
Diversas experiencias registran que los bilingües sienten que su personalidad cambia según el idioma que utilizan. Sería clave vincular estos datos con estudios sobre las lenguas para ver su relación con las ideas circulantes en la sociedad.
Las neurociencias demuestran los beneficios del cerebro bilingüe. Es necesario comprender esto para ayudar a revertir las ideologías sobre las lenguas y las culturas discriminatorias, injustas e inapropiadas. El escritor paraguayo Augusto Roa Bastos, ganador del premio Cervantes, reflexionó sobre esto en ensayos y entrevistas. Contaba en una de éstas, de 1978, que “uno de los prejuicios equivocados de mi padre fue prohibirme que aprendiera el guaraní.”
Las personas atribuyen a las lenguas valoraciones socialmente compartidas, producto de procesos histórico-políticos, y correlacionan estas representaciones con sus hablantes. Si una lengua ha sido históricamente estigmatizada, a veces ese saber no es asumido con valor favorable y es posible que, como consecuencia, los padres, la escuela y la “sociedad culta” no lo transmitan. No es así. La ciencia comprueba que la práctica de distintas lenguas es un valor positivo en sí. Y la literatura, que el valor de una lengua está dada, como diría el propio Roa Bastos, “por la verdad de las representaciones que irradia al ser concebida y construida sobre el foco de la energía social y bajo la ley del tiempo.”

Empatía: cómo puede mejorar tu vida

https://www.psyciencia.com/2015/14/empatia-como-puede-mejorar-tu-vida/?utm_source=ReviveOldPost&utm_medium=social&utm_campaign=ReviveOldPost 

En palabras más sencillas, la empatía es usar tu imaginación para pararte en los zapatos de otro. Y como explica Roman Krznaric en su libroEmpathy: Why It Matters, and How to Get It: “la empatía es distinta a las expresiones de simpatía -como la lástima o sentir pena por alguien- porque estas no requieren tratar de entender las emociones de otra persona o su punto de vista.”

Actualmente la empatía se halla en crisis, mientras que el narcisismo y el individualismo están en crecimiento. Existen muchos factores que pueden contribuir a que esta situación se agudice, algunos sostienen, por ejemplo, que la creciente urbanización continua fragmentando comunidades, el compromiso cívico disminuye, y el libre mercado de ideologías profundiza en el individualismo. Otros ponen el acento en el hecho de que cada vez hay más personas viviendo solas y pasando menos tiempo comprometidas en actividades sociales y comunitarias que nutren la sensibilidad empática. El estrés mismo puede ser un factor que reduzca la habilidad de empatía, al menos en los hombres.
Lo cierto es que la empatía es clave para poder establecer relaciones íntimas con otros y, a la vez, puede ser muy beneficiosa para quienes la practican. Un estudio encontró que la empatía afecta directamente la capacidad de afrontamiento de una persona, así como la felicidad.
¿Querés saber quiénes son tus verdaderos amigos? Bostezá. En serio, bostezá. Todos sabemos que los bostezos son contagiosos, pero cuanto más le importás a otra persona, más contagiosos son tus bostezos: “al igual que con otras medidas de empatía, la proporción de contagio era mayor en respuesta a parientes, después amigos, luego conocidos, y por último extraños. Los individuos emparentados (r≥0.25) mostraron el mayor contagio, tanto en términos de ocurrencia de los bostezos como en frecuencia de los bostezos. Los extraños y conocidos mostraron un retraso más largo en la respuesta a los bostezos (latencia) comparados con amigos y parientes.”
Analizando otros campos, podemos encontrar que los médicos pueden aprender a ser más empáticos, y que además las investigaciones aseguran que la empatía y el tratamiento compasivo juegan un rol importantísimo en el proceso de recuperación de los pacientes ya que reduce los errores médicosmejora los resultados de los pacienteslogra que se sientan más satisfechosreduce los reclamos por mala-praxis e incrementa la felicidad en  los doctores.
“HAZ CON LOS DEMÁS LO QUE A ELLOS LES GUSTARÍA QUE LES HAGAS”
Desde niños aprendemos la Regla de Oro: “Haz con los demás lo que quisieras que los demás hagan contigo.” Pero, la verdad es que eso viene de vos, es lo que vos querés. Y podría no ser lo que ellos quieren. Para practicar la verdadera empatía, el foco necesita estar en ellos. Roman Krznaric sugiere que esta sea La Regla de Platino, “haz con los demás lo que a ellos les gustaría que les hagas.”
Veremos tres cosas que podemos hacer para ejercitar la empatía:

Escuchar

Podemos utilizar las técnicas de los negociadores del FBI cuando hay rehenes de por medio, pero es necesario que agreguemos vulnerabilidad. ¿Cómo? “Hacer algo arriesgado -como pedir ayuda, compartir una opinión impopular, enamorarse, admitir inseguridades o temores- puede hacernos sentir vulnerables, pero también puede resultar en relaciones más profundas, progresos creativos, mayor alegría, liberación de ansiedad, y una conexión empática mayor” (Roman Krznaric, 2014).  

¿Cómo saber si realmente te abriste? Brene Brown sugiere la idea de la “resaca de vulnerabilidad”, que se daría cuando, a la mañana siguiente de abrirte en una conversación con alguien, te levantás pensando, “¿Por qué compartí eso? ¿Qué estaba pensando?” Si no sentís ninguna resaca de vulnerabilidad, quizás no fuiste lo suficientemente lejos. Estos 7 pasos para convertir conversaciones difíciles en fáciles te pueden ser útiles.

Meditar

La ciencia muestra que la meditación tiene efectos poderosos, entre los cuales están incluidos el hacernos más felices e incrementar la empatía. En especial, la Meditación Compasiva podría estimular las bases neuronales de la empatíaDan Harris en su libro “10% Happier”, nos ofrece algunas instrucciones para poder ponerla en práctica:
  • “Ésta práctica implica imaginarse una serie de personas y enviarles buenas vibras. Empezá con vos mismo. Generá una imagen mental tan clara como te sea posible.
  • Repetí las siguientes frases: Que seas feliz, que estés saludable, que estés seguro, que vivas con facilidad. Haz esto lentamente. Dejá que el sentimiento aterrice. No estás forzando tus buenos deseos en nadie; simplemente los estás ofreciendo, como lo harías con una bebida refrescante. Además el éxito no se mide en relación a si generaste alguna emoción específica. Como dice Sharon, no necesitás sentir ‘una ola de amor sentimental acompañada con el canto de los pájaros.’ El punto es intentar. Cada vez que lo hacés, estás ejercitando tu músculo de la compasión (de paso, si no te gustan las frases de arriba, podés inventar las tuyas propias.)
  • Después de que te enviaste las frases a vos mismo, continua: un benefactor (un docente, mentor, pariente), un amigo cercano (también puede ser una mascota), una persona neutral (alguien que ves a menudo pero que no notás realmente), una persona difícil, y, finalmente, ‘todos los seres.’”
No te preocupes tanto por lo detalles, podés personalizarlo. Lo importante es desear el bien a otros y expandir ese sentimiento comenzando con las personas más cercanas a vos e ir ampliando el círculo de gente más y más.

Exponete a diferentes formas de vida

Cuando vemos personas diferentes a nosotros, somos más propensos a conectar con ellos emocionalmente. Pensá en esto como “entrenamiento de diversidad mental.” Bruce D. Perry y Maia Szalavitz escriben en su libroBorn for Love: Why Empathy Is Essential–and Endangered, “otro factor importante es la exposición continua a diferentes tipos de personas. Escuelas y comunidades diversas y multiculturales pueden ayudar a los niños a familiarizarse con personas de otras razas, clases socioeconómicas, religiones y culturas. La familiaridad es una gran manera de incrementar la empatía…” Pasar tiempo con personas de otras culturas no solo incrementa la empatía, también mejora la  creatividad.
Es posible mejorar nuestra empatía y, por consiguiente, enriquecer nuestras habilidades sociales, con sólo leer novelas de ficción, ya que al dejar muchas cosas a la imaginación, invitan a realizar inferencias sobre los personajes y a ser sensibles a la complejidad emocional de la historia.
Algunos investigadores piensan que leer ayudó a terminar con la esclavitud. “Uno de sus fundamentos era lo que es conocido como la ‘revolución de la lectura.’ La propagación de la literatura y la lectura de novelas y periódicos ofrecieron a la clase media creciente un camino de entendimiento acerca de cómo sería ser un niño huérfano o un pobre trabajador agrícola o un esclavo en sufrimiento, lo que ayudó a forjar la solidaridad humana a través de las divisiones sociales” (Roman Krznaric, 2014).
¿No te gusta leer? Netflix también puede ayudarte: “Como el psicólogo Raymond Mar escribe, ‘Los investigadores han encontrado repetidas veces que las actitudes de los lectores cambian para convertirse en más congruentes con las ideas expresadas en un narrativa [de ficcion].’”
¿Querés que tus hijos sean empáticos? La lectura y los programas de televisión adecuados son una buena herramienta, pero las lecciones de música y el tiempo de juegos son importantes también. También ayudaría mucho si les das ese cachorro que tanto quieren. Según un estudio, las personas que crecieron con un perro fueron 24% más propensas como adultos a mostrar empatía hacia otros humanos.
Conociendo sus múltiples beneficios y con estas herramientas al alcance, podemos hacer de la empatía una práctica habitual en nuestras vidas, y de ésta forma no sólo mejorará nuestras vidas, sino también la de aquellas personas con quienes nos relacionamos.
Fuente: Bakadesuyo