Posteado por Pablo Adán Micó
Fíjate bien en la persona que tengas al lado. Obsérvala y llegarás a la conclusión de que algo te transmite: buen rollo, confianza, seriedad, diversión, seguridad, competitividad…
Las personas transmitimos algo por el hecho de estar, por el hecho de ser. Lo hacemos de manera inconsciente, sin una reflexión previa, pero lo hacemos.
Ahora mírate al espejo ¿te has parado a pensar qué le transmites a los demás? Algo, eso seguro.
SI transmitimos algo es que somos marcas. Pero ahora viene el problema ¿transmitimos aquello que somos o aquello que los demás esperan que seamos? Y la percepción que los demás tienen de mí ¿es la que yo pretendo? ¿es la que coincide con mi proyecto personal?
Si transmitimos algo es que somos marcas; marcas personales. Y de que esa percepción que llegue a los demás coincida con lo que soy, mis valores y mis aspiraciones, dependerá la mi capacidad de comunicar lo que soy y lo que pretendo ser.
Ya que soy marca, me guste o no, consciente o inconscientemente, deberé recurrir a ella para desarrollarla y potenciarla. Eso es el marketing personal.
Y para desarrollarla, potenciarla y comunicarla debo tener un plan.
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