«Sos amado. Sos valioso. Fuiste creado con amor y con
un propósito. No hay nadie como vos. No necesitas verte como los demás,
hablar como los demás, o ser como los demás. No hay verdad en la
mentira que dice que no importás. No fuiste un accidente, no sos un
error. El mundo te necesita a VOS tal cual como sos. Fuiste puesto aca
por una razón.»
Para alguno que otro que esté en un buen momento, ésta imagen puede
sonar cursi, innecesaria, o hasta “de auto-ayuda”. Pero a alguno que no
esté pasando una buena racha, puede que le sirva recordar algunas de
éstas cosas. Y sin querer pecar de tribunero, pero tampoco de ausente,
prefiero comerme la etiquetada de ñoño del que está en las buenas para sacarle una sonrisa que cambie las cosas al que esté en las malas.Creo firmemente que ni los accidentes, ni las cosas “no deseadas”, son errores. Entiendo que cada ser humano es una creación increíble, “técnicamente perfecta”, y sería un desperdicio de ingeniería divina no vivir una buena vida con todo lo que tenemos a mano.
Al margen (ya hundiéndome en la ñoñez), como diría Sir William en “Corazón de Caballero”, no importa el pasado que tuviste, las cosas que te hicieron, o hasta el presente oscuro que estás pasando, siempre podés cambiar “tu estrella”. Que eso, pasado del “Modo Cris Morena” al “Modo Vida Real”, sería decir que en tus manos está la decisión de seguir como venís o tener una vida mejor a partir de ahora. Pero eso: Valés, servís. Y sí, se puede.
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