Ana L. Serrat
Irene Villa es periodista, colabora en COPE y La Razón. También es esquiadora paralímpica. Ha estudiado, además, las carreras de psicología y humanidades. A los doce años sufrió un atentado de la banda terrorista ETA, donde perdió las dos piernas y tres dedos de una mano. Su testimonio de superación está plasmado en el libro “Saber que se puede”, además de en artículos o conferencias. Hablamos con ella, en el comienzo del evento ‘Ahora tú’, sobre la necesidad del optimismo y valores como la bondad en la vida.
¿Ha influido tu historia personal en tu forma de enfocar tu labor periodística?
Yo creo que toda la gente que ha sufrido algo se ha dado cuenta de que lo más importante es la solidaridad y la ayuda. Lo importante es eso: un mundo solidario, agradecido. Yo, de hecho, he usado los medios para ensalzar valores como el espíritu de superación o el optimismo…
Cuando tengo oportunidad hablo de esto también en mis conferencias y en las clases de valores que doy a los jóvenes. El denominador común es el potencial que todos tenemos y que no aparece hasta que nos ocurre algo trágico. Y es triste que tengamos que pasar un mal episodio para darnos cuenta de las cosas importantes.
Dentro de esos estudios ¿Con qué conceptos nuevos de la psicología positiva te quedas?
Observo que son conceptos que ya estaban presentes en mi casa: la bondad, la humildad, el sacrificio… Todos son prescriptores de la felicidad. Lo nuevo es ver que todo eso se puede entrenar. Yo me sentía afortunada al pensar que aspectos como la alegría de vivir eran innatos. Sin embargo, esas cualidades se pueden aprender. Se pueden trabajar el optimismo, los hábitos saludables de deporte o de sociabilidad… Hacer esos ejercicios en valores te convierten en una persona feliz.
En tus clases de valores con adolescentes ¿Ves que aún hay mucho trabajo por hacer?
Sí, me da mucha tristeza ver a niñas a las que el aborto les da igual, en algo que no quiero que sea político. Te dicen “yo me tomo la píldora y fuera”. Eso hace años era impensable, veo que hemos involucionado. Además observo mucho sufrimiento en esos jóvenes por no tener valores. Si tú no perdonas, la única que sufres eres tú y eso mis alumnas no lo entienden. No comprenden que esos valores a quien ayudan es a uno mismo.
Hablamos de sufrimientos ligados a aspectos cotidianos… ¿Hasta que no vivimos algo que realmente nos marca no reflexionamos sobre lo importante?
Es dramático pero es así. Hay que ver que si tú no estás bien no puedes ayudar, emprender… Si tú no estás bien olvídate de todo lo demás. Es importante tener conciencia de que la vida es una lucha. A mí me pregunta todo el mundo qué me parece ser ejemplo de todo y yo les digo que no tengo ni idea de ser ejemplo de nada. Yo simplemente hago lo que creo que le sienta bien a mi vida.
*La imagen de portada pertenece a irenevilla.org
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