España, a través del BSC-CNS (Barcelona Supercomputing Center o Centro Nacional de Supercomputación), es uno de los participantes en el proyecto Human Brain Project, iniciativa de investigación europea cuyo objetivo es comprender el funcionamiento del cerebro humano y cuya sesión inaugural ha tenido lugar en Lausana (Suiza).
Desde el BSC, como ya publicamos en su día en TICBeat, se aportan al proyecto medios para realizar las simulaciones necesarias para la investigación. Con este fin, se trabajará con dos modelos de programación que han sido desarrollados en el Centro Nacional de Supercomputación. En concreto, se trata de COMPSs, entorno de programación cuya última versión fue publicada la pasada semana, y de OmpSs; ambos permiten hacer simulaciones de gran tamaño que pueden ejecutarse en los superordenadores europeos implicados en el proyecto y facilitan la coordinación entre ellos.
OmpSs trata de optimizar la eficiencia de las simulaciones, es decir, realizar la computación de forma más rápida y optimizada; mientras que COMPs se utilizará para coordinar los diferentes niveles de simulación utilizando la llamada supercomputación interactiva, que permitirá la interacción de múltiples simulaciones para la resolución de problemas complejos, poniendo especial énfasis en la compartición de los datos.
Además de esta aportación, el BSC pone a disposición del proyecto el superordenador MareNostrum para ejecutar las simulaciones a escala neuronal, una de las patas principales del mismo, que pretende hacer una simulación de todas las capas del cerebro. Igualmente, desde España, se estudia la alternativa de trabajar con superordenadores de bajo consumo a través del proyecto Mont-Blanc.
Pistoletazo de salida
Human Brain Project cuenta con una inversión de 1.200 millones, participan en su desarrollo 135 centros de investigación europea y se define como el proyecto neurocientífico más ambicioso del mundo. Para conseguir su objetivo, conocer cómo opera el cerebro humano, se basa en seis plataformas que abarcan la neuroinformática, la simulación del cerebro, la computación de altas prestaciones, la informática parta la medicina, la computación neuromórfica y la neurorobótica.
A través de estas plataformas se conseguirá extraer la información necesaria para conformar los niveles organizacionales del cerebro y simularlos, desarrollar métodos para eldiagnóstico y tratamientos personalizados de las enfermedades relacionadas, obtener tecnologías que simulen el comportamiento del cerebro humano e integrarlas en robots que sean capaces de aprender.
Durante los próximos 30 meses, los científicos implicados en el proyecto testearán y pondrán en marcha la media docena de plataformas. Se espera que para el año 2016 estén listas para que sean utilizadas por los profesionales de la investigación que participan en la ambiciosa iniciativa, de modo que esta pueda empezar a trabajar para conseguir sus objetivos.
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