miércoles, 9 de octubre de 2013

“Quiero compartir con ustedes el secreto que me ha llevado a alcanzar todas mis metas: mi fuerza reside únicamente en mi tenacidad”. Louis Pasteur

http://principiodeuncomienzo.wordpress.com/2013/10/09/como-llegar-a-la-meta/

MetasHoy es un día especial, has tomado una decisión.
Te has propuesto alcanzar una meta.
Estas radiante, con ganas, motivado, por fin has cogido las riendas de tu vida. Sabes que eres el único responsable de lo que te pase o no te pase, de lo que no hayas conseguido todavía o consigas en el futuro. Sólo tú eres el responsable de tu vida.
Así que te has propuesto esa meta y sientes que la vas a conseguir. Por fin estás creando el futuro que tú quieres, sientes que no tienes límites y que está al alcance de tus manos, lo que te has propuesto.
Antes, en otras situaciones, no habían salido bien, las metas que te habías propuesto. Por eso mismo, porque habían impuesto esas metas para ti, no eran tuyas. Pero esta vez es diferente, has definido tu verdadera meta.
Con tu meta, te has dado cuenta cuáles son  tus verdaderos valores, que son los que te definen como eres realmente. Y esta vez, nadie va a imponerte su opinión. Es lo que quieres y sientes, no lo que quieren otros para ti. En otros momentos, habrías empezado la escalada a tu meta sin algo muy importante, la confianza, no creías en ti, pero la cosa esta vez, ha cambiado.
A pesar que el exterior y sus circunstancias no sean muy halagüeños para emprender cualquier camino, tú lo sabes. Lo vas a conseguir. Estas positivo y te has propuesto algo coherente contigo mismo. Ser presidente de los U.S.A, no, pero lo que quieres esta dentro de tus posibilidades.
Hoy es el día 1. Comienzas desde la línea de salida. Ves todas las herramientas que dispones para el camino. Eres realista, empiezas de 0, pero con la mayor de las ilusiones y entusiasmo. Sabes que para conseguir el mayor de los éxitos, tendrás que reducir los obstáculos que te encontraras, por el camino.
Empiezas caminando, con una sonrisa de oreja a oreja, y en tus manos, está el mapa del camino.Tu plan de acción. Has plasmado y organizado con antelación todo lo que podría pasar. Llegarás antes a tu meta, que cualquier experto en la materia, que no lo tenga.
Por el camino te vas encontrando con personas de distinta índole. Pero solo te unes a los que sientes, que te ayudaran e impulsaran en la consecución de tu meta. Porque estando al lado de este tipo de gente, que te alienta y apoya, el camino será mucho mejor, cuando haya momentos de caídas, ellos te levantaran y no harán que te hundas más.
En el mapa, en el plan de acción, has hecho una gestión del tiempo. En él has fijado tus prioridades antes de comenzar y lo que será optimo durante el transcurrir del mismo. Durante el viaje, ves tu meta constantemente, la visualizas, sientes que ya la has conseguido, tu meta entra a formar parte de tu vida, como una obsesión. Obsesión pero sana.
Llega la noche y tu misión, aparte de descansar, es revisar como va transcurriendo el mismo. Sus desviaciones, cuanto te falta hasta conseguirlo. Observas si estas en el camino deseado o no, el que te lleva a la cima. Pero sobre todo, te preguntas si estás encaminado hacia una meta que este en concordancia con tus valores y motivaciones.
Porque quieras o no, tus valores, percepciones de la vida, están en constante cambio, y pueden estar en algún momento, en no concordancia con la meta en la que te has encaminado.
El sol, sale de nuevo, un nuevo día. Hay que seguir el viaje. Emprendes la ruta que has establecido. Pero llega el primer inconveniente. Llegamos a la primera dificultad. ¿Qué podemos hacer? Ser flexibles.
A lo mejor no podemos pasar por el camino principal, pero si por ese camino que ves que rodea la montaña, sientes que tiene la misma terminación dónde el camino principal. Ser flexibles es estar abiertos a nuevos caminos, a aprendizajes no esperados y a disfrutar de planteamientos diferentes a los establecidos. Al ser flexible ante los imprevistos que vives y superando las dificultades, tu creatividad aumenta gracias a ellas.
Muros que antes no habrías superado, ahora los has saltado sin ningún problema. Y día a día, paso a paso, vas enfocándote a tu meta. Todos esperan que hagas lo establecido, pero tú siempre das ese 1% de más.
No quieres lo establecido o lo deseado, quieres más. Te levantas antes, te vas a dormir más tarde, estudias las posibles opciones. No solo vas por un camino y esperas la meta. Si hay una mayor meta, a la que puedes llegar, vas a por ella. Caminas con la cabeza alta, ninguna dificultad, podrá contigo.
Perseveras y perseveras. Sientes que es el nexo entre el éxito y tú. La perseverancia.
Antes, a la primera de cambio, habrías tirado la toalla, pero ahora no.
Las dificultades te enseñan, te hacen caer, pero te levantas, porque no vas a parar hasta conseguirlo. Confías en ti mismo y eso es algo esencial, imprescindible.
Ves que la meta está ahí, por fin la ves. El camino ha sido duro y muy inspirador. Lleno de lamentos y risas. Pero cuando llegas a la meta te das cuenta que lo único requisito para tener éxito en la vida es poner en marcha las metas que sientes y quieres. Porque cuantas más veces lo intentes, más triunfaras.
Tu meta en 5 pasos:  
1.- Fórmate una clara imagen del resultado que quieres conseguir.
2.- Compromete ante ti y los demás del reto que quieres conseguir
3.- Fíjate tu meta en un plazo a cumplir.
4.- Para cambiar de hábito, necesitarás 21 días.
5.- Sobre todo disfruta del proceso.
Un libro que me ha ayudado a conseguir muchas metas, es “Metas” de Brian Tracy. Os lo recomiendo.
¿Qué metas quieres conseguir? ¿Por qué crees que no lo has conseguido todavía? ¿Confías en tus posibilidades? ¿Tienes un mapa hacia dónde quieres dirigirte? ¿Disfruta del camino que has emprendido?.

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