Te has dicho alguna vez: “No valgo para nada / No soy lo suficientemente bueno/a para.. / No puedo…”
Pues siento decirte que te estás limitando a ti mismo, porque como dice el dicho popular “querer es poder”.
Antes de cualquier acción hay un pensamiento, y los pensamientos se sustentan sobre tus creencias, por lo que para cambiar determinadas acciones y comportamientos deberás revisar tus creencias.
Efectivamente no es sencillo, por eso aquí te voy a explicar cómo modificar creencias limitantes.
¿Qué es una creencia limitante?
Una creencia limitante es aquella que de un modo u otro te impide alcanzar un estado deseado.
Veamos un ejemplo: dos hermanos gemelos que intentan ligar con la misma chica. Uno está seguro de que va a salir con ella, mientras el otro cree que no es lo suficientemente atractivo.
¿Cuál crees que tiene más probabilidades de conseguirlo?
Sin lugar a dudas el que de partida cree que saldrá con ella, ya que el otro se está limitando a sí mismo y no se atreverá ni siquiera a pedirle al teléfono: la percepción que tiene sobre sí mismo le impide hacer algo que sin duda puede hacer.
Por eso una creencia limitante siempre supone un obstáculo para avanzar en nuestro camino.
¿Cómo se construye una creencia limitante?
Desarrollo de creencias en la infancia
Las creencias fundamentales del ser humano se consolidan en el periodo de aprendizaje, por lo que las personas que tutelan a un niño durante los primeros años de su vida tienen una influencia muy importante en la forma de pensar que ese niño tendrá cuando sea adulto.
Por eso el entorno familiar, socio-cultural y la educación que recibiste en tu infancia condicionaron sin duda la forma de pensar que tienes hoy.
Por tanto, si quieres que tu hijo sea feliz en el futuro, debes tener precaución con las ideas que les transmites desde su más tierna infancia.
Creencias y autoestima
Quiero hacer especial hincapié en un tipo de creencias limitantes generalmente aprendidas durante la infancia, que a la larga se traducen en problemas de falta de confianza y autoestima.
Basta que un adulto le reitere a un niño “no puedes” o “no vales para nada” para que éste termine por creérselo.
En la mayoría de los casos de problemas de autoestima existe una creencia limitante que está asociada a un miedo, como pueden ser:
-Miedo a hablar en público
-Miedo a ser rechazado
-Miedo a esforzarse para nada
Recuerda que las creencias no responden a verdades o hechos demostrables a través del raciocinio, sino que son pensamientos asociados a ideas o sentimientos que tomas como ciertos, ya sea por fe, confianza, miedo…
Es decir, tu creencia no es la verdad, es una verdad que tú has construido.
Creencias adquiridas en la edad adulta
Pero las creencias no sólo se asientan en la infancia: a lo largo de toda la vida vamos adoptando creencias, y más aún en nuestra era tan cambiante.
Así pues hay creencias que pueden ser adquiridas a lo largo de toda la vida.
-Estamos en crisis y no vamos a conseguir trabajo
-El dinero no da la felicidad
-Si dejo a mi novio/a no voy a encontrar nadie que me quiera…
Las fuentes de las creencias
Una creencia puede generarse a través de la experiencia:
§ Me muerde un perro y creo que todos los perros son peligrosos.
§ El Presidente del Gobierno dice que estamos saliendo de la crisis y como anteriormente ya lo ha dicho y no ha sucedido no me lo creo.
Pero las creencias también puedes adquirirlas de alguien que consideras que posee autoridad moral o de conocimiento.
Por ejemplo si un experto y reconocido nutricionista dice en un medio de comunicación de masas que el pan de malta es bueno para eliminar la celulítis, al día siguiente de la emisión con bastante probabilidad se agotará el pan de malta!
Es decir, como no tienes la posibilidad de saberlo todo, el conocimiento lo adquieres porque depositas tu confianza en personas que para ti son autoridades en la materia.
Por último tú moral y/o tu fe puede confeccionar un punto de vista particular basado en tus valores o principios fundamentales.
El poder de una creencia
Las creencias tienen un poder extraordinario, que es el condicionamiento.
Es decir, las creencias dirigen tus pensamientos y por tanto tienen la capacidad intrínseca de condicionarte.
Así si crees que “todo te va a salir mal” sin necesidad de ponerme una bata de colorines y las gafas del revés te auguro un futuro bastante negro.
Recuerda que una creencia puede llevar al cumplimiento de una profecía.
Ese condicionamiento del que te hablo puede ser determinante en tu vida, tanto de forma positiva como negativa.
Así, una creencia limitante puede bloquearte y no permitirte llevar a cabo acciones que son totalmente lógicas.
Pero del mismo modo, una creencia potenciadora puede llevarte a alcanzar los retos más imposibles.
Por lo tanto cambiar tus creencias puede cambiar tu experiencia vital de un modo muy determinante.
Cómo modificar creencias limitantes
Fase 1: Detección y observación de la creencia
A la caza de tu cerebro
Es complicado pero se trata de eso, de pillar infraganti a tu cerebro para detectar qué creencias tienes.
Para ello observa tu forma de expresarte e intenta detectar frases que comiencen con:
-Creo que…esta no es buena época para…
-Me temo que… no voy a poder (miedo)
-Confío en que…así suceda (confianza)
-Tengo fe en que… todo se va arreglar
Presta atención también a las generalizaciones del tiempo “todo me sale mal” o “estoy haciendo TODO lo que puedo” ¿Es en esos casos realmente TODO sin excepción?
Por último observa las aseveraciones del tipo: Soy + adjetivo. Por ej.: Soy tonto, soy inútil, etc.
Fíjate que lo anterior no es otra cosa que una toma de conciencia de cómo piensas.
Ojo con las creencias “trampa”
Te pongo un par de ejemplos:
“Ayudar a los demás es de buenas personas.”
Y basándote en esa creencia tratas de ayudar a todo el mundo pero descuidas tu vida personal. Sin duda es una creencia positiva, pero deja de serlo en cuanto limita tu vida.
“Para ser profesional hay que responder a las necesidades de la empresa”.
Y basándote en esa creencia permaneces en el trabajo muchas más horas de las contratadas deteriorándose tu vida social…
¿Cómo ha llegado ese pensamiento hasta ahí?
Como te decía anteriormente, una creencia no surge de la nada sino que tiene diferentes procedencias.
Por lo tanto lo segundo que has de hacer es cuestionarte ¿por qué crees eso?
-Porque me ha pasado otras veces (experiencia)
-Porque me lo dijo mi profesor /padre/amigo (alguien que para ti es autoridad en la materia)
-Porque es lo correcto (tu moral)
Si fuera posible, intenta detectar con exactitud cómo llegó a tu pensamiento.
Fase 2: Cambiar la creencia
Técnica de PNL
Para cambiar una creencia limitante por una creencia potenciadora te voy a dejar una técnica de PNL:
1. Escoge una creencia negativa limitadora. ¿Es una creencia recibida de otras personas o tuya propia?
2. ¿Cuál es la intención positiva de esa creencia? (todo comportamiento encierra una intención positiva)
3. ¿Cuál es la creencia opuesta positiva que quieres incorporar?
4. ¿Cómo puede mejorar mi vida aplicando la creencia positiva?
5. ¿Cómo podría empeorar mi vida por esa nueva creencia?
6. ¿Qué es lo mejor que te puede pasar si continúas con la vieja creencia?
7. ¿Qué es lo mejor que te puede pasar con la creencia positiva?
Es necesario practicar con ella y mantenerla un tiempo.
Cuestiona la fuente
Cuestionar la fuente de la que procede la creencia es otro modo de conseguir desterrar una creencia limitante.
Cuestionar la autoridad:
-Eso que crees que es verdad ¿de acuerdo con quién?
-¿Qué autoridad tiene esa persona?
-¿Es cierto porque esa persona lo diga?
Cuestionar la generalización de la experiencia:
-¿Crees que necesariamente tiene que ser siempre así?
-Estadísticamente es así para el 100% de los casos?
Fase 3: Consolidación de la creencia
Personalmente recomiendo consolidar la creencia de dos formas:
1. Repetición de afirmaciones sobre la nueva creencia. Es una buena fórmula de reprogramar el cerebro
2. Entrenamiento de la creencia a través de los comportamientos, conductas y lenguaje que estén asociados a la misma.
Fuente : Alvaro López M.
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