La violencia genera violencia, la ira produce resentimiento. Es algo que sabemos pero casi nunca aplicamos por lo que a menudo nos involucramos en discusiones en las que nos dejamos llevar por nuestras emociones más negativas, respondemos a la crítica con otra crítica y a un ataque con otro aún más fuerte. Sin embargo, el odio solo genera odio, la única forma de contrarrestar su efecto es brindando amor, respondiendo con emociones positivas.
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