viernes, 18 de marzo de 2016

“La alegría es la mejor inversión que existe”

http://www.lavanguardia.com/lacontra/20160319/40542578173/la-alegria-es-la-mejor-inversion-que-existe.html 
Lory Money, rapero, 28 millones de descargas en YouTube
Tengo 35 años. Nací en Dakar (Senegal), donde tengo dos hijas, y vivo en Valencia. En mi país era costurero. Los políticos españoles están todo el día en la tele chupando cámara, son como los cuñados. Si una persona es ilegal, entonces la ley está equivocada. Soy un musulmán adaptado a la vida valenciana  
“La alegría es la mejor inversión que existe”

Buen rollo

Esta es la historia de un inmigrante que llegó en patera (2006) y que se hizo famoso cantando canciones de rap y guasa sin más apoyo que el boca a boca de la gente. En diciembre del 2011 este mantero subió a la red su primer rap: Si viene la policía, hago el Santa Claus. Ahora está pensando en crear un partido político, Molemos, “dedicado a repartir suaj, flow y buen rollo. Bien repartido hay trabajo para todos, ¡y dos meses de vacaciones!”. Pero también es la historia de cómo la naturalidad, la simpatía y la generosa actitud de la alegría y el buen humor nos conecta con los otros. “Te queremos”, “Gracias, Lory”, le dice la gente a su paso. Cuenta su historia en Lory Money, el youtuber que llegó en patera (Península).
Un viaje alucinante?
Flipas! Cada vez que veo en la tele pateras cargadas de inmigrantes se me encoge el corazón y revivo lo ocurrido. Noventa senegaleses en una embarcación de siete metros de largo.
Salvados in extremis.
Pagué 1.000 euros por un viaje de tres días que duró ocho, apiñados, sin poder mover las piernas. Nos rescataron cuando ya no teníamos ni comida, ni agua, ni gasolina.
Diez años después de estar a punto de ahogarse navegaba en un mar muy distinto.
Sí, en una barca hinchable sobre un mar de brazos de admiradores en la sala Razzmatazz. Me daba miedo lanzarme al público y alguien apareció con esa barca. ¡Qué ironía!
¿Qué vivió en aquel primer bote?
Cosas muy extrañas: en cuanto caía la noche muchos enloquecían y tenían alucinaciones. De repente uno se levantaba y decía que se iba a comprar algo a la tienda y si no lo parabas se lanzaba al mar; otro gritaba “¡que me muerde!” señalando a un supuesto animal.
Demasiadas horas de sol.
Yo mismo, después de varios anocheceres de flipes y gritos, una noche me desperté gritando “¡que se hunde!” Sabíamos que nos acercábamos al triste final de tantos muertos anónimos que se ahogan en busca de una vida mejor.
¿Tan mala era su vida en Dakar?
No. Fui un niño muy feliz, alegre y querido. Mi padre era el alcalde del distrito en el que crecí y quería que yo estudiara, pero cuando le dije que iba a ser costurero me ayudó; lo único que tenía prohibido era la patera.
¿Por qué decidió marcharse?
Veía en la tele cómo se vivía en Europa, pensábamos que el dinero corría por las aceras. Y los que habían emigrado y volvían de vacaciones contaban maravillas. La mayoría mienten, vacilan, nadie te dice que se rompe la espalda en el campo o que sobreviven vendiendo hachís, y de los que no vuelven nadie se acuerda.
El choque con la realidad debió de ser duro.
Trabajé en lo que pude, sobre todo vendiendo discos y películas piratas junto al mercado central de Valencia. Pasado el susto inicial que me tenía cohibido, decidí que debía sonreírle a la vida como había hecho siempre.
¿Y su suerte cambió?
La mejor manera de afrontar los problemas es con humor , así se resuelven antes, y si no se resuelven, por lo menos sufres menos. Por mal que te vaya –imagine un ilegal en un país con una cultura y un idioma desconocidos…– , lo mejor que puedes hacer es buscarle el lado cómico a todo lo que te ocurre.
¿Eso hizo?
Sí, me destapé, empecé a atreverme a gastar bromas, a preguntar, a ser yo mismo. Entendí que si quería que los españoles me quisieran, debía empezar por quererlos yo a ellos y conocer sus costumbres, su vida. “Seré el rey negro del buen rollo”, me dije.
Me abrí, sonreí a todo y a todos con humildad, consciente de que lo único que merece la pena en la vida es hacer feliz al que tienes cerca. La alegría es la mejor inversión que existe.
Sabias palabras.
Lo he comprobado: si tú eres amable, la gente es amable contigo. Yo sabía los gustos del frutero, del pescadero, del carnicero, les llevaba películas, discos…, y ellos me lo agradecían: “Toma, Lory, unas manzanas”; “Mira, Lory, este pescadito es para ti”. Ser alegre y amable me llevó a donde estoy.
Y también le mirarían mal.
Sí, como si fuera un perro pulgoso, y alguno me increpó, pero mi respuesta siempre fue una sonrisa: el racismo se vence con cariño, por eso yo hago rap con guasa de todo lo que pasa.
¿De repente?
De adolescente tenía un grupito y cantábamos rap en las fiestas de los pueblos. Me encantaba el rollo famosete. Era fan de algunos raperos, me pasaba la vida viendo sus vídeos y soñaba con ser como ellos.
¿Cómo empezó todo?
Hacía mis canciones y me grababa con el móvil, un día se las enseñé a Cristian, que le encanta el rap y que trabajaba en el bar de su padre, delante de donde yo ponía mi manta.
Y se juntaron.
Sí, mejoramos mi primera canción, Santa Claus, hicimos un videoclip y lo subimos a YouTube. A los pocos días vinieron algunas personas y me preguntaron: “¿Tú eres Lory Money, el Santa Claus de YouTube?”, “¿Cómo lo sabes?”, les preguntaba yo.
Cuatro millones y medio de visitas.
De España me sorprenden muchas cosas, como que los políticos estén a todas horas en televisión, parecen actores de un culebrón, así que me atreví a hacer un rap a Ana Botella y su relaxing cup of café con leche, sobre el pequeño Nicolás y Google Maps. El bombazo fue Ola ke ases?
También le ha hecho un rap a la poli.
Mi situación legal sigue sin estar resuelta, pero en comisaría me piden canciones y selfies. Uno de mis mejores amigos es un poli que me quitó la mercancía y me detuvo, pero si vas por la vida de buen rollo, acabas conectando con la gente que también tiene buen rollo.
Una gran historia que contar.
Casi muero ahogado, he dormido en la calle y me he sentido invisible, debo mucho a los mendigos. Y quiero deciros que os atreváis, hacedlo, lanzad vuestro mensaje, subirlo a la red.

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