Desde esta bitácora siempre defendemos que no existen los límites, sólo las limitaciones (mentales) y que dentro de cada persona existe el potencial para lograr aquello que desee, pero al mismo tiempo también hemos defendido muchas veces que todo es posible pero que nada es gratuito, y que para lograr aquello que uno añora se desea un compromiso incondicional con nuestras metas, y compromiso es estar dispuesto a hacer lo que haga falta durante el tiempo que haga falta.
Hace unos días me hacían llegar una entrevista con Adrián Mateos, considerado ‘el niño prodigio del póker español’. Allí se decía: «Adrián Mateos tiene ahora 20 años, y en breve participará en las WSOP, y si ganara el brazalete en Las Vegas, sería el vencedor más joven de la historia. En mayo ganó la gran final del EPT de Montecarlo. Un año antes se impuso en las Series Mundiales Europeas (WSOPE). Cada uno de estos torneos le supuso un millón de euros, lo que hacen un total de tres millones»
Hablo de él y le traigo aquí porque en un momento de la entrevista, le pregunta el periodista:
— Todo esto no sale de jugar unas pocas horas a la semana. ¿Cómo es tu día a día?
Y contesta:
— Dedico una media de 10 horas al día, entre estudio y trabajo. Es duro, porque yo juego torneos, que es una modalidad que no tiene descanso apenas. Paro cinco minutos cada hora y apenas me da tiempo a comer. Es algo duro, pero me gusta y lo llevo bien.
Más adelante continúa su relato:
— La parte de estudiar en póker es muy importante. Juega muchísima gente y solo la élite gana dinero. Ese pequeño porcentaje de gente que gana tiene que trabajar y prepararse más que el resto. No hay otro secreto.
Hablo de él y le traigo aquí porque en un momento de la entrevista, le pregunta el periodista:
— Todo esto no sale de jugar unas pocas horas a la semana. ¿Cómo es tu día a día?
Y contesta:
— Dedico una media de 10 horas al día, entre estudio y trabajo. Es duro, porque yo juego torneos, que es una modalidad que no tiene descanso apenas. Paro cinco minutos cada hora y apenas me da tiempo a comer. Es algo duro, pero me gusta y lo llevo bien.
Más adelante continúa su relato:
— La parte de estudiar en póker es muy importante. Juega muchísima gente y solo la élite gana dinero. Ese pequeño porcentaje de gente que gana tiene que trabajar y prepararse más que el resto. No hay otro secreto.
La conclusión es clara: si quieres tener éxito, tienes que prepararte; y si quieres tener más éxito, tienes que prepararte más que el resto. Es así de sencillo, que no fácil. No hay más misterio.
Semanas atrás, David Sanchis (@sanchishidalgo), broker patrimonial y socio de DRD Global Consulting, me regalaba su libro El solucionador (Punto Rojo, 2016) donde invita a poner siempre la responsabilidad sobre nosotros mismos y en el que dice:
Todo es una cuestión de estudio y práctica acompañado de feedback para ir ajustando el tiro con mayor precisión sin perder jamás el foco jamás y con una determinación —ganar o morir— inquebrantable.
Tú decides si estás dispuesto o no pagar el precio. En tus manos está, pero si no logras o que quieres lograr, no le eches la culpa al gobierno, a los mercados financieros o a tus padres. Como se dice en Tu futuro es HOY (Alienta, 2ª edición): «El único antídoto contra todos los males es la autorresponsabilidad. Todo empieza por ahí. Hazte cargo de ti mismo. No busques excusas porque las encontrarás. O gobiernas tu vida o te la gobiernan otros».
El éxito ama la preparación
Más adelante, escribe: «Para la consecución del éxito son necesarias tres cosas: no rendirse ni abandonar nunca, trabajo duro —mucho más del que la gente se cree— y tener claro el precio que se quiere pagar para conseguirlo».
Si no estás preparado, las oportunidades no aparecerán en tu vida. Ya sabes las palabras que recogemos en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 9ª edición):
Esa es la magia del desarrollo personal: cuanto más estudias, cuanto más te formas, cuanta más experiencia tienes, cuanto más cultivas tu red de contactos... mejor te va. El desarrollo personal no es otra cosa que incrementar tus posibilidades de tener éxito, porque desarrollo personal no es otra cosa que estar preparado.
Si no estás preparado, las oportunidades no aparecerán en tu vida. Ya sabes las palabras que recogemos en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 9ª edición):
No basta estar en el ‘lugar’ adecuado en el ‘momento’ adecuado,
hay que ser también la ‘persona’ adecuada
Esa es la magia del desarrollo personal: cuanto más estudias, cuanto más te formas, cuanta más experiencia tienes, cuanto más cultivas tu red de contactos... mejor te va. El desarrollo personal no es otra cosa que incrementar tus posibilidades de tener éxito, porque desarrollo personal no es otra cosa que estar preparado.
Todo es una cuestión de estudio y práctica acompañado de feedback para ir ajustando el tiro con mayor precisión sin perder jamás el foco jamás y con una determinación —ganar o morir— inquebrantable.
Tú decides si estás dispuesto o no pagar el precio. En tus manos está, pero si no logras o que quieres lograr, no le eches la culpa al gobierno, a los mercados financieros o a tus padres. Como se dice en Tu futuro es HOY (Alienta, 2ª edición): «El único antídoto contra todos los males es la autorresponsabilidad. Todo empieza por ahí. Hazte cargo de ti mismo. No busques excusas porque las encontrarás. O gobiernas tu vida o te la gobiernan otros».
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* El próximo 14 de abril estaré en Zaragoza participando en el evento de La gota del éxito junto a Javier Iriondo, Ángel Sanz y Jorge Guitérrez, para recaudar fondos para la Fundación Carlos Sanz. Aquí el vídeo-trailer.
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