¿La creatividad y la cultura se pueden enseñar?

LA CREATIVIDAD Y LA CULTURA SE PUEDEN ENSEÑAR?

En primera instancia es necesario entender que la creatividad no es innata y tampoco es un don otorgado a un grupo especial de personas, no se nace con la creatividad como igualmente no se nace culto, aunque sí con la posibilidad de cultura y con un potencial creativo que puede ser desarrollado; toda persona facultada con los procesos básicos de inteligencia puede ser altamente creativa y lo puede aprender. La creatividad, desde la perspectiva de la educación tradicional difícilmente se puede enseñar, por cuanto los fines ilustrativos y modelos coactivos preponderantes en el medio no lo permiten, pero si concebimos la educación como una dimensión de formación integral en pensamiento conocimiento y desarrollo humano, como una praxis social para la vida en la vida misma que va más allá de la ilustración y el conocimiento, la creatividad además de poderse enseñar, como igual que la cultura, sería una clara guía para la enseñanza. Con la educación algunas veces reduccionista que utiliza preferentemente los métodos heteroestructurantes, demostrativos y expositivos, la creatividad difícilmente podría apropiarse por cuanto esta requiere de escenarios abiertos, flexibles y autoestructurantes, lo cual exige para su enseñanza el redimensionamiento de la educación, que trasciende a partir de un que aprender, a un cómo aprender y cómo crear, de posicionar al educando como protagonista y eje central de la construcción de su conocimiento y del desarrollo, y de ofrecerle los ambientes, escenarios y acompañamientos propicios para la comprensión de su ser y de la cultura. A pesar de considerarse la creatividad un hecho personal, propio, único e irrepetible, ésta puede ser aprendida mediante un proceso de facilitación y acompañamiento, bien sea en los escenarios de educación formal como en los laborales y productivos, en los cuales la creatividad tendrá una forma expresiva en términos de innovación y desarrollo. Al concebirse la creatividad como la dimensión humana (una forma simultánea de ser, querer, pensar y hacer) transformativa del ser humano y el medio, en la cual interviene un proceso cognitivo y afectivo para la generación y desarrollo de ideas nuevas y valiosas, se va más allá de las meras capacidades, se liga con la formación integral y con el desarrollo, los valores y la cultura; por que la creatividad le permite al ser humano transformarse y ofrecer procesos y productos originales, pertinentes y relevantes, y con los valores por cuanto la creatividad debe construirse en beneficio y en pro del desarrollo humano, y con la cultura por su mediación directa, la creatividad le provee recursos a la cultura pero la cultura igualmente la incentiva, -nadie puede crear más allá de su imaginario simbólico y cultural- Ahora bien cómo incorporarla de una manera efectiva en el escenario educativo y productivo? En primera instancia elevándola a dimensión humana esencial y en su didáctica ofreciéndola como competencia central y transversal en la educación formal y en los ambientes de desarrollo, en segunda instancia formando a los formadores en cultura y creatividad, recordemos que las investigaciones nos demuestran que la familia y la escuela pueden constituirse en los mayores obstáculos de cultura y en los principales agentes inhibidores de la creatividad, generando bloqueos y ambientes poco propicios para su desarrollo, finalmente cultivando pedagógicamente sus condiciones e indicadores, condiciones tales como el fomento a la capacidad de asombro, la motivación intrínseca, la imaginación, el conocimiento, la reflexión, el juego y los valores, e indicadores como la originalidad, la fluidez, la recursividad, la flexibilidad, la divergencia, la sensibilidad, la iniciativa, la solvencia y la elaboración. Sea la oportunidad para repensar la educación haciendo protagónica la creatividad para la construcción del futuro, contribuyendo con cada grano propicio para que ella germine. Carlos Alberto González Quitian. Arq. Mgs. en Desarrollo Educativo y Social Director Grupo Interuniversitario de Investigación en Creatividad.