miércoles, 21 de marzo de 2012

La exaptación

http://martaromo.wordpress.com/2012/03/21/exaptacionmorir-para-innovar/ 

Estos meses estoy teniendo la oportunidad de desarrollar varios proyectos de Innovación en empresas que quieren apostar por la mejora continua, en su gestión de personas. Esta situación me está permitiendo participar en interesantes conversaciones con otras personas inquietas también por el tema. Hace unos días, tras publicar un post escrito con mi socia en Be-Up, Pilar Jericó titulado “Innovar o morir”, un twittero amigo @agustibranas me retó con una pregunta: “¿Y por qué no morir para innovar de verdad?” El caso es que llevo varios días pensando en esta inquietante pregunta, porque lo que planteamos en nuestro artículo es que la alternativa si las organizaciones no innovan, es la muerte. Finalmente y tras un proceso de incubación ha llegado el ¡eureka! Me ha venido a la mente, uno de los motores más potentes para la innovación, la exaptación.
Concepto introducido por el paleontólogo Stephen Jay Gould en una conferencia en la Royal Society of London en la que incluyó las exaptaciones  en el vocabulario evolutivo, como elementos que surgen originalmente en un contexto pero que posteriormente se subvierten para encajar en otro. La exaptación, proviene del mundo de la biología y se utiliza para denominar un curioso fenómeno de adaptación radical: estructuras que se crean con una finalidad y que con el paso del tiempo, comienzan a ser utilizadas con un fin muy distinto al que fueron creadas.  Ejemplo clásico de la biología: el oído de los vertebrados, parece ser que originariamente apareció como resultado residual de una estructura destinada a aspirar agua hacia las branquias. Las alas de las moscas, las plumas de los pájaros…
La exaptación es arriesgada, produce vértigo, asusta y por eso, es la gran olvidada en los procesos de innovación en el mundo de las organizaciones. Sin embargo, la historia está llena de casos de éxito. Un ejemplo de exaptación empresarial, es el caso de Playmobil. Empresa fundada en 1876, por Andreas Brandstäter para producir artículos ornamentales y seguros. En 1921 la compañía pasó a fabricar productos metálicos como teléfonos y cajas registradoras. En 1954 cambió su producción hacia el plástico, desarrollando, entre otras cosas algunos juguetes de plástico como coches o hula hoops. En 1971, en plena crisis del petróleo, la empresa decide que debe reducir el tamaño de sus productos. De los coches, pasaron a producir muñecos pequeños, basados en los dibujos sencillos de los niños: cabeza, ojos, boca… con pocos detalles y así nacieron los Playmobil. Esta continua exaptación, les llevó a la innovación y finalmente al éxito.
Creo que es un concepto interesante y un fenómeno más habitual de lo que puede parecer. En los dos últimos años, ha crecido el número de personas que deciden reinventarse… cambiar su estructura (morir) para dedicarse a actividades radicalmente diferentes a lo que venían haciendo en el pasado. ¿Necesidad o autorrealización? Realmente no tengo la respuesta a esta pregunta, creo que en cada caso es diferente. Lo que si puedo afirmar es que estas personas, han tomado una decisión de “descomposición”, en su carrera profesional y utilizando sus propios recursos se han “compuesto” de nuevo. Pura exaptación.
Realmente estamos hablando de morir para renacer y esto también es innovación. @agustibranas no estaba tan descaminado con su pregunta disyuntiva.   Muchas gracias por provocar en mi esta reflexión.

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