'Lorca no murió. Fue asesinado por los fascistas en la madrugada del 20 de agosto de 1936, al inicio de la Guerra Civil, y aún no se han encontrado sus restos. El texto de Anaya ha originado cierto revuelo. Hay quien lo defiende por la edad de los alumnos (6 años); otros piensan que se podría haber contado lo que realmente ocurrió de una forma adecuada a esa edad, y los hay que hubieran preferido que no se hiciera alusión a su muerte, que no añade nada al contenido'.
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