Quienes centran su mirada en el presente y no evalúan el impacto futuro de sus acciones pueden tener mayores conductas autodestructivas y agresivas con los demás, una tendencia que se ve incrementada aún más bajo la influencia del alcohol, concluyeron estudios realizados por la Universidad de Kentucky con personas de un promedio de edad de 23 años.
Por el contrario, los individuos que consideran las consecuencias futuras gozan de pocas probabilidades de verse involucrados en actos peligrosos e, incluso, bajo el efecto del alcohol su comportamiento tiende a ser más benévolo.
Esto nos invita a reflexionar acerca de la importancia de motivar a los jóvenes para que tengan objetivos futuros y sueños, algo que los ayudará a evaluar las consecuencias de sus procederes.
Neurotrucos para vivir mejor
(Asociación Educar).
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