Es una pregunta existencial que no tiene una respuesta correcta, pero que te abre un espacio para la creación, donde debes hacer tus propias declaraciones y traer lo que te importa a tu existencia»...
‘Tienes que encontrar tu motivo personal’.
¿Cuántas veces te has apuntado al gimnasio y has dejado de ir al poco tiempo? ¿Cuántas veces has comenzado dieta y has abandonado? ¿Cuántas veces has dicho que aprenderías inglés y no has cumplido? ¿Cuántas veces has prometido dejar de fumar y ya es historia?
Podríamos seguir y seguir y seguir con más ejemplos. Todas esas situaciones seguro que te resultan familiares y las has vivido en tus propias carnes o a través de alguien conocido cercano a ti.
La gente no hace lo que tiene que hacer porque no tiene un motivo suficientemente fuerte. En alguna ocasión he contado la siguiente historia de Robert Kiyosaki (@therealkiyosaki), uno de los personajes incluidos en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 9ª edición). El inversor cuenta como a su padre rico —el padre de su mejor amigo— mucha gente le preguntaba cómo podían hacerse rico. Y le explicaba esto:
«Muchas personas me preguntan cómo hacer algo. Yo solía decírselo hasta que me di cuenta de que incluso después de haberles dicho cómo hacía algo yo, con frecuencia no lo hacían. Luego me di cuenta de que no es el cómo lograr algo sino el porquélograrlo lo que es más importante. La razón por la que la mayoría de la gente no hace lo que puede hacer es porque no tiene un porqué suficientemente fuerte. Una vez que encuentras tu porqué elcómo lograr la riqueza es fácil. En lugar de buscar dentro de sí mismos para descubrir su propioporqué querían volverse ricos, la mayoría de las personas buscan el camino fácil hacia la riqueza y el problema es que el camino fácil por lo general termina en un callejón sin salida».
Te pondré otro ejemplo reciente. Coincidiendo con el nuevo año 2016, Ángel Alegre (@dandolalata) en su post El verdadero motivo por el que no vas a conseguir tus objetivos este año escribía:
«Todavía recuerdo cuando mi primer negocio online empezó a funcionar y le contaba a mis amigos en España que ese mes, con una simple página web, había facturado el doble de lo que le ganaban ellos trabajando 50 horas a la semana. Todos sin excepción me pedían que por favor les explicasecómo hacerlo, y yo encantado les daba toda la información y respondía a sus preguntas. Sin embargo, exactamente CERO de esos amigos tuvieron éxito. Los que más lejos llegaron compraron un dominio, montaron una web sencillita y escribieron un par de artículos, pero no pasaron de ahí. ¡Y esos fueron sólo el 5%! El resto no hizo ABSOLUTAMENTE NADA. Su ambición era de mentira. Fake ambition».
Como puedes ver, no es el cómo, porque si el cómo fuese el problema bastaría mirar a quien ya ha llegado donde nosotros queremos llegar y modelar. El cómo es importante, pero hay algo previo que es el porqué.
Lo difícil no es saber lo que hay que hacer, lo difícil es hacerlo, y para ello es esencial tener un motivo, una razón, un porqué: ¿Qué pasaría si un día fueras al médico a una revisión y te dijera que tienes una enfermedad grave y que si no haces ejercicio tres días a la semana morirás en menos de un año? ¿Ahora tendrías una razón, un motivo, un porqué para ponerte a hacer ejercicio?
Seguro que sí porque habrías encontrado tu razón, tu motivo, tu porqué: el miedo a morir. No es casual que el cardiólogo Valentín Fuster [leer entrevista en el siguiente link] dijese en una ocasión:
Lo mejor para dejar de fumar es un infarto
La fuerza de voluntad, por mucho que se la encumbre, no es suficiente por sí sola; la fuerza de voluntad si no está sustentada sobre algo más grande, se agota pronto. La utilidad de la fuerza de voluntad sin más es un desgaste de energía demasiado grande. La fuerza de voluntad necesita de un motivo —de una razón, de un porqué— para que despliegue todas sus posibilidades. Por eso José Miguel Bolívar (@jmbolivar), en su obra Productividad personal apunta: «La fuerza de voluntad está sobrevalorada».
¿Por qué es tan importante encontrar tu motivo personal?
¿Por qué es tan importante encontrar tu motivo personal?
1. Porque hará que no abandones. Los retos llevan tiempo, esfuerzo y energía, y si no encuentras tu motivo personal —eso que te pone de verdad—, es fácil poner punto y final a la aventura antes de lograr aquello que deseas. Tu motivo personal debe ser inspirador, cargarte de energía, estimularte.
2. Porque hará que no te disperses. Tener claro tu motivo personal —tu razón, tu porqué— te aporta sentido de dirección y eso hace que concentres ahí todas tus energías sin que te distraigas. Cuando no tienes un motivo personal sólido es fácil ir saltando de una cosa a otra, y ya sabes: la dispersión es aliada de la mediocridad.
3. Porque hará que no te dejes vencer por la pereza. Seamos sinceros, todos adoramos la comodidad, lo fácil, alternativa que lleva menos inconvenientes. Pero la comodidad no conduce a ningún sitio interesante. Para lograr algo hay que trabajar duro, y esa fuerza nace del interior cuando uno tiene un motivo para hacer algo.
4. Porque hará que ofrezcas un trabajo de calidad. Sin dudas, si tienes un porqué —un motivo, una razón— detrás de tus actuaciones siempre lo harás mejor y no te limitarás a cubrir el expediente. Tener un motivo hace que quieras seguir mejorando y aprendiendo y eso hace una diferencia que tu target lo valora y retribuye.
5. Porque dará sentido a tu vida. El propósito es aquello que es importante para ti y te hace levantarte por la mañana más allá de un mero intercambio de servicios, de una relación mercantil o contractual. El propósito es lo que te permite hacer lo que haces para algo, con una finalidad, y no simplemente como un autómata.
¿Y cómo encontrar tu motivo personal?
Sólo de una manera: siendo sincero y honesto contigo mismo. Tienes que hacer introspección y mirar dentro. Hace algunos días dejaba en mi instragam la siguiente reflexión de Bob Dunham de The Institute for Generative Leadership:
«¿Qué es lo que te importa? Es una pregunta existencial que no tiene una respuesta correcta, pero que te abre un espacio para la creación, donde debes hacer tus propias declaraciones y traer lo que te importa a tu existencia».Las preguntas nos obligan a pensar y las respuestas a actuar. Tu motivo personal —tu razón, tu porqué— es único, personal e intransferible, ya que no existen dos personas iguales. Tu motivo personal puede ser la libertad, el reconocimiento, la seguridad, el reto o lo que sea. Tienes que encontrarte contigo mismo, sacudirte de convencionalismos, prejuicios, necesidad de aprobación de los demás y otros sucedáneas para conectar con tu esencia y a partir de ahí construir.
Pregúntate siempre por qué quieres lo quieres. Ninguna opción es mejor que otra, lo importante es que sea tu opción. En el fondo, tú sabes lo que quieres, pero es más fácil mirar hacia otro lado y seguir la corriente sin autorreconocerte. Como se dice en Tu futuro es HOY (Alienta, 2ª edición):
«El autoconocimiento es la base del desarrollo personal. Conocerse es vivir mejor. Si te conoces sabes qué es lo que más te importa; si lo sabes, puedes sentir a qué estás dispuesto y a qué te quieres comprometer. Desde tus propios compromisos puedes relacionarte con los demás, y entonces, sólo entonces, tus acciones estarán en coherencia contigo mismo».
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