Animarse es arriesgarse un poquito. Es poner en marcha un nuevo juego porque al final del camino hay algo mejor. Animarse es confiar en uno y en los demás, cerrar los ojos y saltar de a uno o de dos. Es sentir que hay desafíos por hacer, vida por vivir. Animarse es proyectar, creyendo que las cosas pasan y a mejores lugares nos van a llevar. Es reinventarse cuando las opciones se acaban y crear nuevos planes para volver a empezar. Animarse es darse cuenta que a veces seguir haciendo lo mismo no nos va a llevar más allá. Es renunciar a viejas costumbres, modificar actitudes y dar vuelta la rosca para las cosas cambiar. Animarse es alejarse de lo que nos hace mal aunque nos cueste y a acercarnos a las cosas y a la gente que provocan sonrisas y muchas alegrías nos dan. Animarse es decir adiós a los que provocan dolores, sin enojo y con perdón. Es hacerse cargo de los errores y primera medida para otra vez arrancar. Animarse es confiar en uno mismo y en las personas que nos ofrecen y dan. Es saber ponerse en otras manos y sostener al otro cuando le falta la paz. Es lanzarse a la loca aventura de amar sabiendo que la vida esta llena de riesgos, pero más riesgoso es no intentar.
Animarse es levantarse, ponerse en marcha y andar...
Animate...
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