sábado, 12 de marzo de 2016

El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.

Solemos pensar que reaccionamos ante los sucesos, que estos traen en sí la semilla de la tristeza o la alegría, pero en realidad reaccionamos ante lo que los hechos significan para nosotros. Solo nos puede dañar aquello a lo que le conferimos importancia. Por eso, para evitar el sufrimiento inútil, a veces basta dar un paso atrás, desligarse emocionalmente y ver las cosas desde otra perspectiva. Es difícil pero con la práctica se aprende. De hecho, otra frase budista nos indica el camino: “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”.

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