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Martha Lucía Santana Sarmiento
Universidad Autónoma de Manizales
Maestría en Creatividad e Innovación
Cohorte III, Febrero 4 de 2012
“El reconocer la importancia de la creatividad en el mundo contemporáneo se
expresa de muy diversas formas, resulta cada vez más evidente; lo que, de hecho,
coloca a la creatividad y a la innovación como elementos esenciales para la propia
sobrevivencia.” Luis Carlos Torres Soler
1
No todas las empresas son organizaciones dedicadas a perseguir fines
económicos o comerciales… Teniendo en cuenta la definición de empresa de
Isaac Guzmán Valdivia, quien define la empresa como la unidad económico-social
en la que el capital económico, el trabajo y la dirección se coordinan para lograr
una producción que responda a los requerimientos del medio humano en que la
propia empresa actúa
2
, podemos decir que hay varios tipos de empresa;
empresas con fines sociales, empresas con fines pedagógicos, empresas creadas
para perseguir un objetivo común, etc… Así las cosas, la empresa más importante
que existe a nivel mundial y en todos los órdenes y culturas del planeta, es la
empresa que llamamos “familia”.
A pesar de que existe un sin número de definiciones de familia, vamos a tomar la
familia en su origen más sencillo, y es el conjunto de personas que conviven bajo
el mismo techo, organizadas en roles fijos (padre, madre, hermanos, etc.) con
vínculos consanguíneos o no, con un modo de existencia económico y social
comunes, con sentimientos afectivos que los unen y aglutinan
3
. En esta definición,
entonces caben todos los roles da familia, entendiéndose así padre, madre, hijos,
hermanos, tíos, abuelos y demás personas que de una u otra manera tengan
relación directa con este círculo, y que definitivamente tienen una influencia
importante dentro de los miembros de esta empresa: la familia.
1
Torres Soler, Luis Carlos. Creatividad y Desarrollo. Universidad Nacional de Colombia.
2
Guzmán Valdivia, Isaac. La Sociología de la empresa. Editorial Jus. México. 1963
3
www.iin.oea.org . Instituto Interamericano del Niño.De esta manera, la familia es la constitución de una nueva empresa en la cual se
unen dos personas con la intención de generar para sí mismos un entorno
agradable, rodeado de amor y que dé frutos, para definir así políticas, estrategias
y un entorno propicio para desarrollar sus intereses.
Así, como en una organización empresarial “es necesario edificar climas creativos
orientados al desarrollo del talento, procesos creativos y productos creativos,
apuntalados por la cultura”
4
, en la familia se desarrolla de igual manera esta
cultura “familiar”, que será el equivalente de la cultura organizacional. Y así, para
crear una forma de sentir, hacer y pensar encaminada al desarrollo de la
creatividad, los padres debemos ser consistentes y coherentes con nuestra forma
de actuar y nuestra forma de enseñar a nuestros hijos a desenvolverse en la vida.
Sin una cultura familiar encaminada a la creatividad, los individuos de la sociedad
difícilmente podrán ser creativos y permitirse explorar las diferentes oportunidades
y las diferentes opciones para solucionar problemas. Si la cultura familiar se
fundamenta en el desarrollo creativo, será inherente a sus miembros esta forma
de pensar y así no tendremos que educarlos para la creatividad en ambientes
diferentes como colegios y universidades, pues esta será una característica del
individuo y sólo deberá adaptarse a su entorno en su momento (colegio,
universidad, trabajo o familia).
¿Por qué no producir individuos creativos desde sus orígenes? Desde el núcleo
familiar podemos fomentar en nuestros hijos desde niños el pensamiento creativo,
fortaleciendo sus habilidades, generando el entorno adecuado y brindando la
seguridad y confianza que necesitan para aprender a no temer al fracaso o al
ridículo y fomentando sus ideas creativas como un estilo de vida… una cultura
creativa.
De esta manera, si entendiésemos la familia como una empresa, podríamos
aplicar las técnicas, las políticas, la pedagogía, las estrategias y las teorías que
surgen para una óptima administración.
Si bien es cierto que los hijos no vienen con un manual debajo del brazo y los
padres debemos aprender sobre la marcha (en muchas ocasiones a base de
ensayo y error), sí debemos proporcionar a nuestros hijos, a nuestro producto, un
ambiente en el que él pueda encontrar capital creativo y así desenvolverse en
todos los aspectos de la vida con este concepto de desarrollo creativo y se sienta
con la libertad de equivocarse y así replantear el problema y considerar un mayor
número de soluciones. La creatividad es una condición de vida diaria, que abarca
el sentir, el pensar y el actuar.
4
González Quitian, Carlos Alberto. Ambientes Creativos Referente Teórico.Así mismo, no todos los ambientes familiares son los óptimos ni los ideales (según
los psicólogos), como es el caso de parejas divorciadas o familias con numerosos
problemas de índole económico, pero debemos defendernos con las herramientas
que tenemos y encontrar numerosas posibilidades para educar hijos con valores
importantes, seguros de sí mismos y con capacidad creativa para que puedan
manejar la vida con un nivel creativo que abarque su diario vivir. Serán ellos los
trabajadores de empresas productivas del futuro y serán la semilla de futuras
familias. De esta manera, podremos crear una cultura creativa desde la raíz,
desde las personas en sus orígenes, y así exigir en un futuro, una sociedad
creativa, cuyo resultado se dará en innovación en todas las esferas.
Desde la dimensión física, es indispensable proporcionar a los hijos un techo y un
ambiente propicio para su desarrollo. Este aspecto conlleva una espacialidad que
debe proveer las mejores condiciones para el pensamiento creativo, como son
espacios acondicionados para los niños para que puedan resolver inquietudes y
jugar, de tal manera que desarrollen sus habilidades y aprendan a encontrar
múltiples soluciones. En este espacio el niño debe tener la libertad de aprender del
ensayo – error y encontrar múltiples opciones para encaminar sus intereses
personales, pues no sólo debe encontrar estos espacios en el colegio.
Desde la dimensión pedagógica, no sólo debemos delegar la responsabilidad a las
instituciones educativas. Desde el hogar debemos ser coherentes y generar
actividades que promuevan el aprendizaje y la comunicación de nuestros hijos,
encaminadas a un desarrollo de la capacidad creativa, entendiendo así que los
padres tenemos un rol fundamental en la forma cómo nuestros hijos aprenden y
en la forma en cómo ellos ven las instituciones educativas. En esta dimensión
podemos enseñar a nuestros hijos para que sientan que sus pequeños logros son
grandes conquistas para él y para todos aquellos que lo quieren y que se
preocupan por él.Desde la dimensión psicosocial, debemos como padres desarrollar componentes
emocionales, afectivos y sociales adecuados para nuestros hijos. Según estudios
realizados por la Dra. Teresa Amabile de la Universidad de Harvard, demuestra
que la única motivación que tiene impacto directo sobre la creatividad en la
organización, es la intrínseca, es decir, aquella que constituye el desarrollo del
sentimiento de logro, el reconocimiento, experimentar responsabilidad y sentir el
trabajo en sí mismo como algo agradable. Este concepto aplicado a la familia
encaja 100%, entendiendo que debemos fomentar en nuestros hijos sus
habilidades y generar en ellos responsabilidad, identidad, logro, flexibilidad,
libertad y deben entender su posición en el mundo como algo agradable.
Sin embargo hoy en día muchos padres han entendido el concepto de libertad
erróneamente, eliminando todos los límites de la educación en sus hijos. El
concepto de libertad bien entendido está relacionado con darle autonomía en
términos de poder decidir los medios para alcanzar los fines, dentro de los límites
establecidos por ellos que no atenten contra su cultura familiar ni contra los
valores sociales y morales establecidos por el entorno que los rodea. Dar libertad
a los hijos es reconocer en ellos sus logros, enseñarles que tienen cierto poder
para cambiar algunas cosas, que el reconocimiento está asociado a la
responsabilidad y libertad que pueden obtener según sus acciones.
Conceptos como la superación personal, la disciplina y dedicación, la tolerancia a
la frustración, la autonomía e independencia, la persistencia para alcanzar las
metas propuestas, la confianza en sí mismo, la motivación de logro y la autoestima
adecuada son considerados por expertos como Amabile y Csikzentmihalyi como
factores definitivos en la gestión empresarial. Y de esta forma, ¿quién de nosotros
como padres, podemos afirmar que no queremos estas cualidades en nuestros
hijos?
Si nosotros como padres realmente encaminamos nuestro esfuerzo hacia la
dimensión psicosocial en la educación de nuestros hijos, tomando como base toda
la investigación que se ha realizado para las empresas y la aplicamos en nuestra
familia, podremos realmente entregar a la sociedad individuos preparados para el
cambio, para resolver problemas con destrezas que les permiten múltiples e
interesantes soluciones, individuos creativos, capaces de desarrollar sus
habilidades en el trabajo, en la familia y a nivel general en toda su vida.
La creatividad, entendida como una cualidad inherente a todo ser humano pero
que necesita ser desarrollada para que sea efectiva y oportuna, es una
herramienta enorme que podemos heredar a nuestros hijos para que tengan
mejores oportunidades en el futuro.En la medida en que tengamos clara nuestra “cultura familiar” y la encaminemos a
enseñar a nuestros hijos las posibilidades de la creatividad, sus resultados en la
innovación, la posibilidad de ser más seguros de nosotros mismos, de alcanzar las
metas que nos hemos propuesto, de tener confianza en nuestras decisiones y de
las ventajas de la flexibilidad y el reconocimiento, podremos generar una sociedad
creativa, con individuos capacitados para enfrentar el mundo empresarial y su
mundo personal.
La familia entendida como empresa nos genera las ventajas de los resultados en
investigación sobre las organizaciones y nos ilumina frente a la incertidumbre de
cómo hacer las cosas con las personas que más amamos.
En la empresa FAMILIA encontramos diversas formas de ser y de pensar, con
diferentes características pero con roles bien definidos (padre, madre, hijos, hijas,
abuelos, etc…), que podemos administrar como los colaboradores en una
organización empresarial y así definir estrategias, políticas y una cultura familiar
que encamine los intereses de los padres (gerentes) en la formación efectiva de
nuestros hijos y generar así un PRODUCTO con todas las capacidades y
habilidades creativas que exige el mundo de hoy en día, a través de un ambiente
que favorezca su desarrollo creativo. La dimensión psicosocial es tal vez la que
tendrá más relevancia en la educación de nuestros hijos, sin descuidar claro las
dimensiones física y pedagógica; pero será sin duda la motivación, las emociones
y la afectividad las que podrán dejar una huella clara en su formación.
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