de noble sangre, dio muestras de una frágil salud a lo largo de su etapa infantil. De hecho, dos caídas trágicas y sucesivas en plena adolescencia le provocaron una palpable desproporción e interrumpieron su crecimiento natural. Formado en sus primeros años junto al pintor René Princeteau, el cual le aconsejó fallidamente centrarse en el estudio de los caballos, en breve decide establecerse en París (1881). Así, ingresa en la Escuela de bellas artes de la ciudad recibiendo clases del maestro Bonnat y con posterioridad en el taller de Common hasta 1887, donde coincide y entabla amistad con Vincent Van Gogh. Noble de cuna, su estilo de vida es propio de un hombre adinerado y alejado de penurias económicas, hechos que le permiten residir en un estudio personal en la rue Caulain court en Montmarte. Amante de la noche y la bohemia, bebedor y personaje de los bajos fondos, recorre los cabarets y prostíbulos parisinos como cliente habitual. De tal manera que inmerso en este mundo, locales míticos como: El Mirlinton o El Moulin Rouge, pasan a ser una cotidiana realidad y ,sus ambientes, la temática de sus lienzos. No en vano, los carteles que realizó en ambos sitios son los que le reportaron una mayor celebridad. Multitud de vedettes quedaron inmortalizadas en sus lienzos: Valentine le Désossé, Jane Avril, Yvette Guilbert, Marcelle Lender...sólo fueron alguna de las afortunadas.
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