Los territorios dependen del talento emprendedor que atesoran y las empresas del talento corporativo
que reúnen. Estoy convencido de ello. Creo que los territorios se desarrollan y las empresas crecen
por ellas mismas, sorteando retos y dificultades. No comparto la cultura de la queja sistemática, ni
para territorios ni para empresas, tengan la dimensión que tengan. Es un modo de evitar la
autocrítica y especialmente es un modo de eludir el aprendizaje que nos brindan los fracasos.
Hace más de diez años que lidero una empresa pequeña y sé lo que supone tener una empresa pequeña.
La dimensión comporta dificultades, es evidente. Por ejemplo, para las pymes la internacionalización
supone un esfuerzo personal enorme y una presión absoluta para poder sustentar la presencia en
nuevos mercados casi con ventas desde el primer día. Y así en muchos otros ámbitos de la empresa.
A pesar de ello, creo que es bueno recordar que las hoy grandes empresas también empezaron pequeñas
y que con grandes esfuerzos, alguien las supo hacer crecer. El crecer depende en gran parte de nuestro talento y de nuestros aciertos, obviamente también del entorno que a veces ayuda y a veces entorpece.
Veo tres tipos de pyme distintos. Las pyme inerciales que se mantienen en explotar un nicho que
en el pasado les dio éxito. Tienen el mérito que tiene mantener una empresa viva, que no es menor,
pero saben más de dónde vienen que a dónde van. Son las que más se quejan. Veo las
pyme emprendedoras, que sean jóvenes o centenarias, no han perdido el espíritu
emprendedor y mantienen el cambio y la innovación en su ADN. Finalmente veo laspyme
subsidiarias de las grandes empresas, es decir aquellas que son una especie de engranaje
externalizado de las grandes empresas y que, de hecho, comparten mucho los valores de estas
grandes corporaciones.
A las pyme hay que ayudarlas en determinadas cosas, por ejemplo, estableciendo marcos de
financiación que ayuden a su crecimiento. En puntos cómo éste no hay discusión lo que debería
haber es mucha más decisión. Pero, en general, a las pyme no hay que tratarlas de modo paternalista.
Las pyme tienen empresarios al frente que sabemos que muchas cosas solamente dependen de
nosotros: estrategia, liderazgo, talento, riesgo, capacidad de innovación, internacionalización, calidad…
No comparto el discurso paternalista que sobre las pymes se hace desde algunas administraciones y
desde algunas patronales. Ni mucho menos el discurso de queja continua que muchos quieren asociar
a las Pyme. Entre las pyme igual que entre las grandes empresas hay de todo. Algunas se quejarán
pero las que no espabilan no avanzan.
Lo que hace falta a las pyme no es tan distinto de los que requieren todas las empresas respecto
de la administración. Que sean administraciones muy ágiles, que no sean intervencionista en exceso,
que definan pocas reglas claras y equitativas, que propongan una fiscalidad equilibrada, que
generen externalidades positivas con sus inversiones, que sepan leer rápidamente las lógicas de cambio
del mundo de los negocios, que definan políticas de apoyo a la innovación para evitar el fallo de
mercado que se produce cuando proyectos estratégicos comportan un riesgo excesivo, etc.
Me gustaría que no solamente habláramos de emprendedores y de startup y que habláramos más de
pymes emprendedoras. Hasta dónde yo lo entiendo la mayoría de los emprendedores tiene la voluntad
de devenir empresarios y las startup tienen como misión dejar de serlo, es decir, crecer, ser
pymes consolidadas y quizás algún día grandes empresas. Me gustaría que nos fijáramos más en las
pymes emprendedoras y que huyéramos de los discursos de queja continua. Me gustaría que
abrazáramos más la cultura del crecimiento basada en los esfuerzos y apuestas personales y
corporativos que en el pensar que cuando algo nos va mal siempre es culpa de otro. Necesitamos
mucho de estas pyme emprendedoras, poco quejicas, resilientes, muy comprometidas y con el mundo
en su horizonte. De hecho son parte clave de la solución a nuestros problemas. Las pymes
emprendedoras deben ser nuestra espiral positiva.
Este artículo ha sido publicado en Economía Digital http://www.economiadigital.es/es/notices/2013/03/pymes_emprendedoras_39118.php
(la imagen pertenece a una obra de Andrea Mantegna)
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