sábado, 3 de mayo de 2014

Duermo poco para soñar mucho

No saldremos de la crisis por decirlo.
La eficiencia, la evolución y la modernidad economizan las cosas.
Para mí es fundamental pasarme el día soñando: yo duermo poco para soñar mucho.
Hay que recuperarse y aprender de los errores que cometemos,porque estos errores acaban convirtiéndose en el elemento que nos hace más fuertes.
Hay que crear un escenario que sea capaz de absorber el hecho de que mucha gente no trabajará nunca.
Un mundo en que la gente trabaje menos no es un mundo peor, es un mundo más eficiente.
 Todo esto tiene que ver con la gente, con los retos de la sociedad que partían desde la revolución íntima de las personas y no tanto de lo que nos decían que teníamos que hacer. Nosotros mismos somos capaces de cambiar nuestro futuro.
La historia de la humanidad es la historia de la evolución y de la modernidad, y esta modernidad conlleva momentos críticos como el actual. Decir a la gente que tiene que entender que probablemente no podrá tener trabajo todo el mundo… es aceptar que en el mundo se trabajará menos y se tendrán muchas más cosas. Lo que hay que ver es cómo se regula esto.
Hace mucho tiempo que no tenemos un plan, y lo demuestra claramente el hecho de que nos estamos alejando de las opciones de coger el tren del cambio tecnológico.
La gente que debería liderar este proceso de cambio es gente que en el momento que acepte que esto es un momento de cambio, sobran; ellos saben que si dicen que esto es un proceso traumático de cambio, ellos no son necesarios. De hecho, ellos no son quienes deben liderar esto, porque son los responsables, en gran medida, de habernos llevado a un pozo mucho más profundo de lo que nos tocaba.
A mí lo que me preocupa es que aquellos que podrían crear planes estratégicos alrededor de esto sólo piensan en la táctica, en una táctica muy pobre que nos deja fuera de muchas revoluciones que se están produciendo en el mundo

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