domingo, 18 de mayo de 2014

El Error de Platón.

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La nuerociencia contemporánea y la filosofía clásica tuvieron un vínculo estrecho debido a una teoría creada por Platón. Sin embargo, el filósofo cometió una equivocación en la hipótesis que realizó en el siglo V a. C.
Autor

Asociación Educar




Prof. Cristian Rencoret Olivia
La intuición fue, es y será una herramienta de crucial importancia para el desarrollo humano, especialmente en su interpretación del mundo y más esencialmente en la previsión del comportamiento de nuestros pares como también en el arribo a la resolución de problemas inmediatos, logrando un ahorro de tiempo crucial en situaciones críticas o razonando a nivel inconsciente una situación de alta complejidad. El pensamiento intuitivo, según la perspectiva neurocientífica, puede ser comprendido como una elaboración del inconsciente, que impone a la consciencia un producto interpretativo sustentado en un fuerte sentimiento de estar en lo cierto.
Pero ha sido también, este llamado sexto sentido, la base de la creación de las incipientes propuestas filosóficas en los orígenes del pensamiento crítico, que han permitido un salto cualitativo en el proceso evolutivo de las ideas y consecuentemente en la materialización de éstas como insumo mental para la construcción de la realidad y del relato histórico y científico.
Otro aspecto de gran importancia para la conformación de algunas hipótesis primigenias sobre diversos interrogantes, generados desde la intuición, es el construir fundamentos explicativos con conocimiento parcial, que increíblemente puede en muchos aspectos, mejorar la probabilidad de encontrar respuestas acertadas o muy cercanas al acierto. Esto también se conoce como cognición heurística, un mecanismo de economía mental que opta por una o dos razones de gran fuerza, desechando en orden decreciente a otras razones más débiles. Finalmente, otras características, que como veremos más adelante son fundamentales en la construcción de relatos escatológicos desde los primeros grupos humanos, son un conjunto de patrones que hemos desarrollado por miles de años, patrones que nos llevan a interpretar la realidad de forma rápida e inconsciente.
Los modelos basados en el proceso cerebral intuitivo, como explicación de diversos interrogantes que acucian al espíritu humano, son de larga data y han dado origen a explicaciones mágicas, míticas y proto-religiones. Debemos, por tanto, sumar a estas características ya enumeradas respecto de la intuición, otro elemento de procesamiento cognitivo consciente, la especulación.
Esta última, característica de la mente humana que ha permitido a través de la historia y del desarrollo de las diversas culturas construir diversos modelos explicativos del hombre, su génesis y el origen de su comportamiento. Siempre ha estado presente junto a la intuición y la razón, en distintas circunstancias, para constituir una explicación del mundo y sus diversos fenómenos, tanto naturales como culturales. En cuanto a la razón, es importante comentar que opera, a diferencia de la intuición y de la especulación, en base a información disponible en la consciencia. Siguiendo la definición propuesta por Antonio Damasio en su obra El Error de Descartes la definiremos como ‘la capacidad de pensar y de hacer inferencias de una manera ordenada y lógica’. En cambio la especulación la entenderemos como un proceso cognitivo consciente que busca superar las contradicciones o suponer escenarios posibles de acontecer en el futuro a partir de datos o evidencias del presente(1).
Tanto la intuición como la especulación vienen siendo estrategias incorporadas a la memoria evolutiva del cerebro humano, en forma de patrones cognitivos que desembocan en decisiones y juicios de realidad. Estos son esenciales en el desarrollo y evolución de las ideas, que encuentra una de sus máximas expresiones en uno de los campos más fértiles de la conciencia humana y quizá una de las obras maestras de losLobulo prefrontallóbulos pre frontales, la filosofía, sólo posible en las vanguardistas etapas evolutivas, onto y filogenéticas, de la especie humana.
La filosofía, como característica propiamente neo cortical, es cuna del pensamiento crítico y la ciencia positiva, producto de los niveles superiores del pensamiento y motor del desarrollo de la cultura occidental y oriental, aunque por caminos y momentos diametralmente diferentes desde la perspectiva del producto científico y tecnológico final.
La racionalidad consciente, cuyo subproducto sería la especulación filosófica, se evidencia por tener características como, por ejemplo, ser producto de un análisis lógico, volitivo, evaluativo; ser una proyección a futuro, permitir realizar pronóstico en base a un ordenamiento creativo del mundo y de su significación. Esta fuente inagotable de creatividad consciente, pero inconscientemente nutrida por el resto del cerebro, ha dado pie a diversos relatos constituyentes de modelos explicativos a interrogantes como el origen del hombre, su misión en la vida o el porvenir del cosmos.
Si bien la neurociencia devela paso a paso muchos misterios anteriormente resueltos por la imaginación humana, no es menos cierto que muchas de estas creaciones dieron pie a mitos. Estos, como veremos a continuación, han sustentado también errores históricos, que por medio de su constituciónmemética(2) han mantenido nuestras creencias y en muchos aspectos nutrido nuestros valores y fundado nuestra epistemología, la que en último término valida nuestra ciencia, como es el caso de la obra platónica.
Para desarrollar esta analogía nos remontaremos al siglo V antes de Cristo. Específicamente a la polis de Atenas, sobre la que nunca hemos dejado de estudiar, analizar, criticar, admirar o citar por más de veinticinco siglos. Las razones para esto son innumerables, pero nos quedaremos con dos aspectos centrales: el locus(3) del pensamiento crítico, por una parte, y la filosofía occidental, por otra. Nuestro análisis tomará como objeto de reflexión un pequeño fragmento de la obra de Platón, filósofo griego que vivió entre los años 427 a 347 a.C. Durante su vida desarrolló una ardua labor intelectual para dar forma y sentido al mundo y a la existencia humana. Con este fin se abocó a diversas problemáticas dejando como legado una concepción de la realidad trascendente y eterna. La magnitud y profundidad de su obra ha requerido años de investigación, por lo que en honor a las limitaciones espaciales de esta monografía hemos de enfocarnos en una de sus principales tesis, la fundamentación del alma y sus características.
Puede el lector preguntarse ¿y qué hay de la neurociencia? A este interrogante responderemos estableciendo un nexo entre la pregunta original y las respuestas contextualizadas a su época y su momento cultural, es decir desde la filosofía clásica a la neurociencia contemporánea. Platón fue claramente consciente de la errante, contradictoria e impredecible conducta humana, como también de la difusa forma de entender el fenómeno por parte de sus predecesores. Requería, por tanto, intentar desbrozar el complejo panorama epistemológico de su época construyendo un cuerpo esquemático ordenado y bien fundamentado.
El titulo de esta monografía, El Error de Platón, es una metáfora de la obra de Antonio Damasio, en la que cuestiona el modo en que Descartes propone una distancia insalvable entre la materialidad corporal, medible, cuantificable, de un absoluto mecanicismo, infinitamente divisible, por un lado, y la esencia de la mente, no dimensionable, asimétrica, indivisible. Damasio critica la propuesta de que la razón, el juicio moral, y el sufrimiento que proviene del dolor físico o de la conmoción emocional pueden existir separados del cuerpo. Más específicamente: “que las operaciones más refinadas de la mente están separadas de la estructura y funcionamiento de un organismo biológico".
En Platón también nos enfrentamos a una proposición que contradice los descubrimientos experimentales de la neurociencia. Este propone, en su obra El Timeo, al hombre como una creación del Demiurgo, artífice del universo, quien crea su obra a partir del material preexistente, elementos materiales con los que moldea los diversos objetos según una copia de las Ideas, entendidas estas últimas como formas puras, eternas e inmutables, esencias perfectas, únicas, modelos de todo lo existente. Ha insertado en este cuerpo material su alma correspondiente. Esta última encargada de otorgarle vida e intelecto, pero también pasiones y deseos.
La extensa obra platónica toca múltiples aspectos sobre este génesis humano, pero nos centraremos para efectos de nuestra analogía, en la hipótesis sobre las cualidades del alma causantes del errático comportamiento del hombre. Considerando el estado del arte de la ciencia de la época, entenderemos que solo es un error desde nuestra perspectiva contemporánea. Sin embargo, aquellos aspectos conocidos en esa época fueron explicados en gran medida por medios intuitivos y especulativos por Platón, como es el caso de un alma constituida de tres estamentos, los que análogamente coinciden en muchos aspectos con la concepción del cerebro Triuno, propuesto por Paul Mac Lean, que podemos considerar un error contemporáneo, ya que las investigaciones recientes han demostrado una fisiología cerebral sistémica, simultánea y de alta complejidad.
Según este investigador, el desarrollo cerebral es un continuo de aproximadamente 300 millones de años de evolución. Plantea que a partir de una estructura primitiva, en primer lugar el cerebro reptiliano, se habrían desarrollado otras dos estructuras, como el sistema límbico o cerebro mamífero, cuya aparición se remontaría aproximadamente a 180 millones de años y que hace más o menos 6 millones de años inicio su desarrollo una tercera fase, el cerebro humano o cerebro cognitivo ejecutivo. Estos tres momentos evolutivos habrían dado como resultado una estructura encefálica de altísima complejidad, aun en desarrollo, que da origen al animal humano, con la profundidad y potencialidad que este extraño ser evidencia en un producto cultural y una civilización multifacética. El esquema 1.1 a continuación, muestra la analogía entre estos dos errores históricos. Las estructuras del cerebro triuno y las partes del alma platónica. Coincidentes pero demostradas insuficientes por la neurociencia actual.
El error de Mac Lean (S. XX d. C.) - El error de Platón (S. V a. C.).
Figura 1.1 El nexo de estas imágenes muestra dos errores de interpretación, desde los cuales la ciencia aplica la falsabilidad de la hipótesis propuesta, permitiendo el constante progreso científico.
Obsérvese en el esquema como, en el caso de Platón, las características individuales del hombre son determinadas por la parte que impera en su alma, la cual posee además su respectiva virtud y como esta misma característica dominante le hacen competente en funciones específicas del estado. Esto como una propiedad isomórfica de mimesis(4) desde lo universal a lo particular. Es realmente intrigante como un individuo de la antigüedad logra intuir que diversos pensamientos, como también diversos comportamientos son distintos en su forma y origen. Intentando una explicación acorde con los medios y los conocimientos de acuerdo al estado del arte de la medicina en su época (siglo V a.c), como también en propuestas desarrolladas por filósofos anteriores como Pitágoras y Sócrates entre muchos otros.
Veamos a continuación los puntos de encuentro y también de comprensible desencuentro entre la propuesta platónica, la teoría de Mc Lean y la neurociencia actual.
En primer lugar el alma, según platón, consta de tres componentes. La primera es la parte del alma humana más relacionada con el cuerpo y en ella se encuentran los placeres y los apetitos o deseos sensibles (deseos sexuales, apetitos por la comida, la fama, la riqueza entre otros). Por estar tan íntimamente ligada al cuerpo se destruye cuando éste muere y la sitúa en elabdomen (en el hígado y de ahí el concepto de visceral).
Platón les reconoce, sin embargo, un rol en la sociedad a quienes son dominados por esta parte del alma, como son los denominados productores (artesanos, labradores y comerciantes) a quienes se otorga el derecho de propiedad privada, ya que solo las almas ignorantes encuentran placer en el cuerpo y los objetos materiales, sin embargo resuelven las necesidades materiales del estado.
Mac Lean, por su parte, ubicaba a estos impulsos en el cerebro reptiliano, al que describe como instintivo, inconsciente, irreflexivo, inflexible, con dos motores conductuales primarios como son la diada placer-dolor, que promueven la huida o la lucha y aspectos impulsivos de la sexualidad. Con una muy baja capacidad de aprendizaje y memoria de corto plazo, lo que tiende a promover una constante conductual en el tiempo, como una fuerte resistencia al cambio, fuerte impulso a la delimitación y defensa territorial entre otros. Actualmente estas características son denominadas sistema instintivo para poder otorgar la idea de red o sistema, que presenta de un modo más claro el funcionamiento en red del cerebro.
La segunda parte del alma Platón la denominará irascible, a la que atribuye afectos más nobles como el valor, la templanza, la ira, la ambición y la esperanza. Se ubica en el corazón, cuna de las pasiones. El rol social de quienes poseen esta característica como dominante es la de Guardianes (guerreros) quienes son base de la fuerza armada, que surge como lógicamente necesaria en una sociedad en que la avaricia y el deseo de ilimitada posesión de losproductores dará pie a conflictos y disputas de todo tipo tanto interna como externamente. Serán hombres conscientes del control de sus deseos, lo que les conducirá por el camino de la educación, para ser formados en alma y cuerpo. ¿Qué decía Mac Lean al respecto? Para este investigador el centro emocional es el cerebro mamífero. Con una programación genética abierta, el aprendizaje será una característica propia. A diferencia del cerebro reptil, está abierto a las nuevas experiencias, siempre y cuando las experiencias rutinarias anteriores no revistan algún tipo de amenaza y demanden atención consciente. La neurociencia del siglo XXI le denomina cerebro emocional o sistema límbico, para mantener la idea anteriormente expresada sobre el funcionamiento en red.
Si las emociones son cruciales para la evolución humana, su desarrollo y control son vitales para el desarrollo de la inteligencia interpersonal, que permite el altruismo y el cuidar de los demás y del Estado, como sugiere platón en su textoRepública. Esta es también parte de la propuesta de Howard Gardner en su teoría de las inteligencias múltiples y de Daniel Goleman en su obra Inteligencia Emocional.
Platón se adelantó a los teóricos contemporáneos y destacó la importancia de la educación para la clase de los guardianes, identificando intuitivamente la emocionalidad con el aprendizaje. Para Mac Lean esto ya tenía evidencia empírica.
Otro científico que refuerza esta característica de la flexibilidad del aprendizaje mamífero fue el investigador canadiense Donald Hebb, con su descubrimiento de las ‘Redes Hebbianas’ y sobre cómo su funcionamiento permite aprender y desaprender. Sumemos también la LTP (potenciación a largo plazo) como un disparador de nuevas y permanentes sinapsis, necesarias para el desarrollo del aprendizaje del cerebro emocional. Otra intuición genial a destacar es la universalidad que Platón atribuye a los instintos, las emociones y la racionalidad, lo que el psicólogo Paul Ekman demuestra con sus investigaciones, al menos en lo referente a la universalidad de las emociones, al experimentar con muestras seleccionadas de veintitrés culturas diferentes. La imagen 1.2 nos representa expresiones faciales de sentimientos emocionales universales.
Figura 1.2 La caracterización emocional básica con sustento biológica de Paul Ekman.
La cúspide de la pirámide platónica que configura el alma es la parte que se relata en el “mito del carro alado”(5) y que representa el alma racional con la metáfora del auriga (conductor). Es la parte más excelsa del alma, se identifica con la razón y nos faculta para el conocimiento y la realización del bien, la justicia y el reconocimiento de lo bello. Es un principio divino y dotado de inmortalidad. La sitúa en la cabeza (el cerebro). Además permite la intelección pura y la contemplación suprasensible, es decir, llegar al entendimiento por medio de la abstracción de los objetos y por medio de estos aproximarse a su esencia divina, las ideas eternas e inmutables. Estamos ya en la última parte componente del alma pero también en la etapa más evolucionada del cerebro humano, el Neocortex, pero en su máxima expresión evolutiva. La que nos vuelve eminentemente humanos. Sus dos hemisferios son en su fisiología y su funcionalidad de una aparente simetría, pero en realidad se constituyen y operan de modo distinto aunque profundamente integrados y comunicados a través del cuerpo calloso para constituirnos en la ‘realidad’.
Mac Lean, sin embargo, no consideró con mayor fuerza el papel fundamental del lóbulo Prefrontal en la integración de la información sensorial y emocional crítica para la toma de decisiones y la conducta social adaptativa, así como para la interpretación, expresión y modulación de las emociones.
Buena razón tuvo Platón para enunciar como una cualidad superior ciertas formas de pensamiento, las que vinculó a la intelección y a la parte más excelsa del alma. Ha descrito en su lengua las cualidades del pensamiento crítico, por una parte, pero también los elementos constitutivos de la reflexión filosófica por otra. Platón estuvo en un error al sustentar las cualidades humanas en una teoría del alma, pero fue un gran acierto comprender que los instintos, las emociones y la razón humana son, operan y se originan en lugares diferentes del cerebro, pero se integran dando un sentido propio a la existencia humana. Como también al determinar la imperiosa necesidad de domeñar los deseos e impulsos instintivos por parte de la intelección y la serena reflexión. Cualidades que podían según él, ser educadas. ¿No hablamos hoy de educar las emociones?
Como vemos, las investigaciones actuales demuestran que tanto en el siglo V a. C. con Platón, pasando por Descartes en el siglo XVII o Papez y Mac Lean en el siglo XX d. C., los errores bien intencionados son parte de nuestra historia, nuestra cultura y nuestra ciencia. Tres casos en que se intentó categorizar las funciones cerebrales como estamentos separados. Considerando instintos y emociones como elementos arcaicos y generadores de conductas y pensamientos aberrantes. Sin embargo, la neurociencia y sus continuos avances nos ofrecen en la actualidad un panorama esclarecedor del funcionamiento en red del cerebro, de lo vital de los instintos, del sistema emocional y de cómo estas emociones son cruciales al momento de racionalizar y de decidir respecto de nuestro comportamiento social, nuestros sentimientos de empatía, altruismo y compasión.
Notas al pie:
  1. Para la filosofía, la especulación es el proceso intelectual que permite la resolución dialéctica de aquellas contradicciones que aparecen en una unidad de orden superior.
  2. Un meme (o mem) es, en las teorías sobre la difusión cultural, la unidad teórica de información cultural transmisible de un individuo a otro, o de una mente a otra, o de una generación a la siguiente.
  3. Del latin loci, lugar, ubicación.
  4. Característica mórfica de los objetos materiales esclavos del tiempo y el espacio. Que han sido construidos usando como modelo las ideas eternas, perfectas y divinas.
  5. El “mito del carro alado” representa el alma en sus tres partes con la metáfora del caballo bueno y dócil (parte irascible) que nos conduce a la reflexión, el alma concupiscible con la metáfora del caballo malo, poco dócil y que dirige al carro hacia el mundo sensible el alma racional, el auriga (esclavo cochero) esta parte puede seguir a los dioses hacia el mundo de las Ideas y la contemplación de la Idea de Bien. 
 
prof. cristian oliva

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