jueves, 15 de mayo de 2014

La Poesía Mejora La Dicción Y La Redacción

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El poeta y el líder laboral se parecen porque ambos necesitan de la palabra para comunicar metas y sueños.


ARTICULACIÓN, RITMO Y ÉNFASIS

Es común que las audiencias se enfrenten a expositores muy difíciles de seguir. Puede ocurrir porque los oradores tienen una articulación débil, hablan con sonsoneteo o la redacción es confusa.
Un aprendiz disciplinado puede resolver las tres dificultades con la práctica constante de la lectura en voz alta de poesía bien escrita.
En este sentido, los poetas cumplen al menos con dos objetivos de la expresión oral u oratoria: comunicar ideas y transmitir un sentimiento por medio de las palabras.

APRENDER CON LA MISTRAL

Quienes han leído a Gabriela Mistral han podido apreciar su capacidad para transmitir una idea, una mirada de la vida y del mundo.
El poeta y el líder laboral se parecen porque ambos necesitan de la palabra para comunicar metas y sueños.
Para explicar esta propuesta de aprendizaje se trabajará con un poema de Gabriela Mistral: “Ronda”.
Juan Manuel Astorga, periodista de radio y televisión, es un buen ejemplo de dicción culta.
Ronda
Danzamos en tierra chilena,
más suave que rosas y miel,
la tierra que amasa a los hombres
de labios y pecho sin hiel.
La tierra más verde de huertos,
la tierra más rubia de miel,
la tierra más roja de viñas,
¡qué dulce que roza los pies!
Su polvo hizo nuestras mejillas,
su río hizo nuestro reír,
y besa los pies de la ronda
que la hace cual madre gemir.
Es bella, y por bella queremos
su césped de rondas albear,
es libre, y por libre queremos
su rostro de cantos bañar.
Mañana abriremos sus rocas,
la haremos viñedo y pomar,
mañana alzaremos sus pueblos,
¡hoy solo sabemos danzar!
En “Ronda” está el amor de la poetisa por su patria, el aprecio que siente por cada uno de sus rincones y cada uno de los hombres y mujeres de Chile. Nos llama a gozar, sin otras preocupaciones, de la belleza del paisaje.
Paso 1: Articulación. En la lectura de la poesía todos los fonemas deben pronunciarse. Junto a la Mistral, hay que leer en voz alta cada una de las oraciones, articulando cada uno de los sonidos de los grupos fónicos (unión de sílabas con sentido), y revisando en un diccionario las palabras que no se entienden.
Al cumplir la meta respecto de los fonemas, el aprendiz hablará un idioma que ningún hispanoparlante habla, pero que todos entienden.
Si el orador se resiste, por lo menos debe proponerse un castellano culto con un cuidado especial en la pronunciación de los sonidos fricativos (d y b), las eses, la tr, la ch, la x, la ns y las vocales.
Paso 2: Ritmo. Es un concepto filosófico que viene del griego “reo”, que significa flujo, y para que se considere ritmo debe tener medida (orden) e iteración (repetición). Un poeta, al estructurar sus estrofas, tiene en cuenta las cláusulas métricas porque, a través de ellas, enfatiza el sentido de las ideas.
Por lo tanto, el conocimiento y la aplicación consciente de cláusulas rítmicas, al preparar una exposición, obligan al orador a buscar las palabras más apropiadas en cuanto a significado y sonido. Así se le integra a la racionalidad un componente emocional.
Al observar “Ronda” se distingue, a primera vista, que la redacción tiene una métrica (note el uso de las comas y los finales de estrofa), y al leerlo en voz alta se aprecia que las palabras ordenadas de una manera reiteran rítmicamente el uso de la erre.
La Mistral le enseña al orador que no basta ser correcto en la pronunciación, sino que también debe leer según la puntuación para producir un efecto más allá de la mera transmisión de conocimiento.
Uno de los discursos más importantes del siglo XX, en cuanto a pieza oratoria, fue el del ex Presidente John F. Kennedy al asumir el mando en Estados Unidos en 1961. El entonces Mandatario electo junto a su speech writer cuidaron especialmente el largo de las frases, y para ello se inspiraron en el discurso de Lincoln en Gettysburg (otro clásico). Imitaron la cantidad de fonemas del discurso de Lincoln.
Cuando en la lectura o recitación de un poema la pronunciación de los fonemas es flácida se altera el ritmo, también cuando se cambia la lógica de la redacción, en cuyo caso surgen los sonsonetes e, incluso, se altera la idea implícita detrás del texto.
Una de las razones estaría en el interés por parte del orador de romper la monotonía marcando algunos fragmentos. Para resolverlo conviene saber los modos de enfatizar.
Paso 3. Énfasis. Hay distintas maneras de enfatizar:
• Puntuación: Creer que un poema se lee por verso es un error. Un poema se lee y recita de acuerdo con su puntuación. También es equivocado pensar que cada signo de puntuación es un punto. Por ello, es importante recordar una regla básica: las comas dan cuenta de una idea que no ha terminado (la voz queda en pausa o arriba), y los puntos (dos puntos, tres puntos, punto y coma) indican que la idea terminó (la voz baja).
Lea el poema “Ronda” no por verso, sino según su puntuación y verá cómo la idea cobra sentido más allá de una repetición acompasada.
Los cambios en el ritmo al pronunciar ciertas palabras se percibe, en especial en las de tres sílabas. No es lo mismo decir estreno que estrenó o cantará que cantara.
Cuando se altera el acento de la sílaba tónica en el grupo fónico y el orador emite sus oraciones acentuando los conectores del idioma (artículos y preposiciones) o se equivoca en la acentuación de una palabra, quien escucha percibe fácilmente la falta de ritmo, que en la jerga profesional se conoce como esdrujulismo. Ejemplos: El Présidente de lá Républica esta máñana…; Éstacion Sálvador, tódos los pásajeros sírvanse déscender.
Los énfasis son importantes, pero no por medio de un sonsonete. Es un defecto que se debe corregir.
• Redacción. La Mistral en esto es impecable. No todas las palabras en “Ronda” tienen el mismo valor o peso, lo que se reconoce por la redacción. El mejor método es redactar cuidando que en el último complemento de la frase esté lo que se quiere destacar, tal como lo hace la Mistral. Se nota en la última parte de cada estrofa, en el último verso, que está el clímax.
Juan Manuel Astorga, periodista de radio y televisión, es un buen ejemplo de dicción culta. Si bien el tempo de lectura de Pablo Neruda, cuando leía su poesía, era tedioso para algunos, nunca se equivocaba en la puntuación. Tampoco en la redacción.
• Volumen. Cuando en un determinado momento el orador, como un efecto, sube o baja la voz para atraer la atención del público.
• Pausa. Algunas palabras son conceptos y al expositor le interesa que sean recordados. En ese momento el orador, por medio de una pausa, anuncia la palabra o trozo de la oración que es importante.
El objetivo de los énfasis, sea por redacción o por efectos sonoros, es diferenciar los “pesos” de los párrafos, frases y palabras.
Con esto queda demostrado que la lectura en voz alta de poesía mejora la articulación, el ritmo y los énfasis. Una prueba de ello es “Ronda” de Gabriela Mistral.
Hasta el próximo miércoles.
La profesora ayudante del curso es Michelle Ibarra, periodista UC.
La Mistral le enseña al orador que no basta ser correcto en la pronunciación, sino que también debe leer según la puntuación para producir un efecto más allá de la mera transmisión de conocimiento.

PERFECCIONAR LA CAPACIDAD ORATORIA

Poco a poco el futuro orador percibirá que con la práctica frecuente de la lectura de poesía en voz alta, siguiendo las normas, su capacidad oratoria se perfeccionará. Esta, al obligar a articular todos los fonemas para no perder el ritmo, permite entrenar el aparato fonador; además, al relacionarse con sentimientos crecerá la capacidad empática y al tomar contacto con escritores que tienen un gran manejo del lenguaje, el vocabulario aumentará.?

EJEMPLOS DE POEMAS PARA LA PRÁCTICA DE LECTURA EN VOZ ALTA

AMOR ETERNO

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Podrá nublarse el sol eternamente;/podrá secarse en un instante el mar;/podrá romperse el eje de la Tierra/como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte/cubrirme con su fúnebre crespón:/ pero jamás en mí podrá apagarse/ la llama de tu amor.

POEMA 15

PABLO NERUDA

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,/
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca./
Parece que los ojos se te hubieran volado/
y parece que un beso te cerrara la boca./
Como todas las cosas están llenas de mi alma/
emerges de las cosas, llena del alma mía./
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, /
y te pareces a la palabra melancolía./
Me gustas cuando callas y estás como distante./
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo./
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:/
déjame que me calle con el silencio tuyo./
Déjame que te hable también con tu silencio/
claro como una lámpara, simple como un anillo./
Eres como la noche, callada y constelada./
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo./
Me gustas cuando callas porque estás como ausente./
Distante y dolorosa como si hubieras muerto./
Una palabra entonces, una sonrisa bastan./
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto./

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