Tom Coates, A extremely quick and rough attempt to explain design and designers to people from other disciplines.
Uno de los problemas con los que nos encontramos los diseñadores es la flatulencia mental de quienes no logran entender que los diseñadores somos fundamentales para hacer que las cosas resulten atractivas.Para empezar, sí que somos fundamentales. Una gran parte del trabajo del diseñador es resolver cómo comunicar el producto, cómo venderlo y cómo lograr que la experiencia de utilizarlo resulte evocadora, emocional y agradable. Pero hay más habilidades que entran dentro de la disciplina del “diseño” y cualquier diseñador con el que te encuentres los conocerá en mayor o en menor medida.
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Es fácil decir que el aspecto visual es lo menos importante —“simplemente dale color”— y me rebelo contra eso. A ese “dale color” es a lo que la gente reaccionará primero, lo primero que verán, el primer encuentro con tu producto. Y además “dar color” es algo condenadamente difícil de hacer bien. Un diseñador capaz de conseguir un producto evocador aunque desconozca sus interioridades no es peor que alguien que sabe desarrollar una idea pero que no es capaz de comunicarla correctamente. Unos y otros tienen distintas virtudes que hay que equilibrar.
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