martes, 15 de diciembre de 2015

¡Atrévete igualmente!

http://www.rinconpsicologia.com/2015/12/nunca-estaras-listo-atrevete-igualmente.html 

No esperes oportunidades extraordinarias. Aprovecha las ocasiones normales y conviértelas en grandes oportunidades. Las personas débiles esperan a que lleguen las oportunidades, las personas fuertes las construyen”, dijo Orison Swett Marden, un escritor norteamericano de libros de superación personal que vivió a finales del siglo XIX.

Desde entonces hasta la fecha muy poco ha cambiado, al menos en lo que respecta a las preocupaciones humanas. Y es que a menudo esperamos hasta estar preparados, no nos atrevemos a dar el primer paso hasta que no estemos seguros al 100%. Sin embargo, lo cierto es que nunca estaremos listos porque existen decenas de detalles que se nos pueden escapar de las manos.

Nunca vamos a estar preparados al 100% para enfrentar un examen. Aún así, podemos estudiar más, repasar las lecciones y profundizar en las lecturas. De la misma forma, tampoco estaremos preparados al 100% para enfrentar un proyecto de trabajo ambicioso, pero podemos pedir opiniones de los profesionales, apuntarnos a algún curso y evaluar atentamente el mercado. A la vez, tampoco podemos estar seguros al 100% de que una relación de pareja va a funcionar, todo lo que podemos hacer es intentarlo y dar lo mejor de nosotros.

La verdad es que nunca estaremos lo suficientemente preparados como para subirnos al tren de la oportunidad, pero si no lo hacemos, este pasará de largo. Así, tarde o temprano, nos arrepentiremos de haber tenido tantas dudas y no habernos atrevido. 

Lo importante es dar el primer paso


André Gile afirmó: “Un hombre no puede descubrir nuevos océanos si no se atreve a perder de vista la orilla”. De hecho, muchas personas pasan toda su vida en la arena, mirando hacia el mar, ansiando saber qué hay del otro lado pero sin atreverse nunca a embarcar y perseguir ese sueño. Como resultado, mueren cada día.

Sin duda, dar ese primer paso requiere coraje. Pero solo depende de nosotros. La idea de que existe un “momento adecuado” en muchas ocasiones es solo una excusa que nos contamos a nosotros mismos para no reconocer que tenemos miedo a fracasar o que nos asusta salir de nuestra zona de confort porque no sabemos qué vamos a encontrar en esos lugares ignotos que desearíamos explorar.

En otras ocasiones no aprovechamos la oportunidad simplemente porque nos sentimos agobiados. La perspectiva del camino que tenemos por delante nos descorazona o nos asusta. Por eso es tan importante simplemente dar el primer paso. Una vez que has comenzado, que te has atrevido a moverte de tu zona de confort, aunque sea tan solo unos centímetros, te darás cuenta de que todo es mucho más fácil.

No estar preparados en realidad es algo positivo


Vivimos la sensación de no estar preparados como algo negativo. Esas dudas, incertidumbre y miedo se entremezclan creando una sensación de la que queremos desembarazarnos porque no nos sentimos a gusto. Sin embargo, lo cierto es que no estar preparados puede tener su lado positivo. De hecho, estas sensaciones nos obligan a estar alertas, lo cual nos permitirá vislumbrar los peligros que se avecinan y cambiar de rumbo si es necesario. Al contrario, cuando nos sentimos confiados y seguros tenemos la tendencia a bajar la guardia y en muchas ocasiones no vemos venir los golpes. 

No estar preparados no es necesariamente algo negativo, depende del significado que le des y de cómo lidias con esas sensaciones. La ansiedad, por ejemplo, genera un estado de expectación constante que es difícil de manejar pero también agudiza los sentidos y nos predispone para la acción. Por eso, puedes decidir si vas a dejar que esas sensaciones te venzan o si, al contrario, les vas a sacar partido.

El estado mental que te ayudará a aprovechar las oportunidades


En muchas ocasiones estamos tan ensimismados en nuestros problemas que ni siquiera nos damos cuenta de que las oportunidades están pasando por nuestro lado. Es como si estuviéramos en una estación ferroviaria, inmersos en el móvil, mientras los trenes pasan por el andén sin que los notemos.

Obviamente, no se trata de subirse a cualquier tren, sino el tren que va en la dirección justa, aquella que te sirve porque te dirige al sentido que quieres darle a tu vida. Por eso, si quieres aprovechar realmente las oportunidades, incluso las más pequeñas, es preciso que sepas a dónde quieres ir, que determines tu rumbo.

Determina qué quieres hacer con tu vida, a dónde quieres dirigirte. Y luego mantente atento, ábrete al mundo. Las ocasiones llegarán. Entonces solo tienes que aprovecharlas.

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