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Hace hoy 109 años llegó a La Boca el primer tranvía eléctrico. Los primeros tranvías a caballos comenzaron a correr las calles de Buenos Aires en 1863 y a fines del siglo XIX ya circulaban los eléctricos, produciendo una verdadera revolución en el trasporte urbano. Se desplazaba a 30 kilómetros por hora, era una velocidad elevada para la época. Un periodista de entonces publicó al respecto el siguiente comentario : “Se trata de un demoníaco armatoste, de un endiablado vehículo que devora las distancias con una espantosa velocidad". A fines de 1961, se decidió suprimir el servicio de tranvías bajo el pretexto de obsolescencia y enorme déficit. Y el domingo 19 de febrero de 1963 aquel “demoníaco armatoste recorrió por última vez las calles porteñas."
viernes, 27 de julio de 2012
TE PROPONGO UNA CITA CON LA NOSTALGIA
Hace hoy 109 años llegó a La Boca el primer tranvía eléctrico. Los primeros tranvías a caballos comenzaron a correr las calles de Buenos Aires en 1863 y a fines del siglo XIX ya circulaban los eléctricos, produciendo una verdadera revolución en el trasporte urbano. Se desplazaba a 30 kilómetros por hora, era una velocidad elevada para la época. Un periodista de entonces publicó al respecto el siguiente comentario : “Se trata de un demoníaco armatoste, de un endiablado vehículo que devora las distancias con una espantosa velocidad". A fines de 1961, se decidió suprimir el servicio de tranvías bajo el pretexto de obsolescencia y enorme déficit. Y el domingo 19 de febrero de 1963 aquel “demoníaco armatoste recorrió por última vez las calles porteñas.

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