lunes, 1 de octubre de 2012

El sueño del Plan

http://www.elobservador.com.uy/emprendedores/post/425/el-sueno-del-plan/ 

 ESPECIALIZADO EN EMPRENDEDURISMO, RAFAEL RUBIO, REFLEXIONA SOBRE EL APOYO QUE DEBEMOS BRINDARLE A LOS QUE SUEÑAN CON LOS PROYECTOS QUE MOVERÁN AL PAÍS

Cuando a fines del año 2006 desarrollé el Taller Plan Emprendedor Personal (P.E.P.), nunca me imaginé que iba a escuchar tantos sueños.
El taller se desarrolló siguiendo la metodología de la Indagación  Apreciativa que es una filosofía de cambio que parte de la premisa “descubra lo que da vida a un sistema humano y luego déjelo fluir” . Por tanto, los participantes del taller descubren sus fortalezas y las proyectan al futuro.
En una primera fase, se realiza un diálogo en parejas con el propósito de descubrir el potencial positivo de emprendedor que existe en cada individuo. Esto permite conocer qué es lo que funciona mejor en cada persona y lo que se debe preservar para llegar al sueño.
En la segunda fase el participante debe visualizar su mayor potencial de emprendedor en un futuro determinado.
Es ahí dónde me han contado sus sueños estudiantes de universidades privadas y de la universidad pública,  profesionales y colegas, obreros metalúrgicos y  otros trabajadores, públicos y privados, hombres y mujeres de Montevideo y también del interior. Son sueños de gente que desea hacer, sueños de emprendedores.
Mañana esos emprendedores fundan pequeñas empresas, que luego se transforman en medianas y grandes. Generan negocios, crean la riqueza de una región y de un país, dando trabajo a otros. Son los verdaderos generadores de empleo y riqueza.
Ese rol ya no lo ocupan las grandes empresas ni el Estado.
Esto no resulta para nada fácil; aún en países con un ambiente de negocios favorable, tales como Estados Unidos. Cuatro de cada cinco de empresas que nacen no llegan al quinto año de vida.
Pero las que fracasan son las empresas, no así los emprendedores que las crearon. Éstos desarrollan tolerancia al fracaso y aprenden de sus propios errores. Estadísticamente, el emprendedor tiene éxito en la tercera empresa que crea.
Favorecer este proceso significa acciones de la sociedad civil y de los gobiernos, para animar a más personas a crear empresas. Y una vez que estén funcionando, asistirlas y acompañarlas, para lograr disminuir la tasa de mortalidad.
Y en el estadio de consolidación, propender a su crecimiento, transformación y vinculación entre pequeñas empresas para lograr grupos que puedan asomarse con éxito al mercado internacional.
Más importante que el proyecto, es el protagonista que emprende, o sea desarrollar al propio emprendedor.
La investigación demuestra que no es posible encontrar un buen plan si antes no hay un “buen emprendedor”, un sujeto que emprende suficientemente motivado y entrenado.
Gracias al P.E.P. he escuchado cientos de sueños, ¿qué vamos a hacer para aprovechar este formidable activo intangible?
* Rafaél Rubio es ingeniero agrónomo, especializado en emprendedurismo, MBA de la Universidad ORT

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