Helena López-Casares| Madrid
Hay días en los que todo a nuestro alrededor parece fácil. En esos días las relaciones con los demás se desarrollan a la perfección y da la sensación de que todo fluye. Sin embargo, hay otros en los que nos levantamos atrapados en un ambiente agresivo, que está dominado por las malas vibraciones.
El cuerpo es la manifestación física de nuestros pensamientos y ofrece a los demás las señales de cómo nos sentimos. Si somos capaces de cambiar la postura de abatimiento que nos invade en esos momentos tan complicados por una de apertura y exploración las cosas parecen transformarse a nuestro alrededor.
Las palabras que elegimos también tienen un gran efecto en nuestras emociones. Hay términos que motivan e impulsan, otros que desaniman y frenan. El vocabulario no es inocente y condiciona la realidad, por tanto, una elección adecuada de las palabras que usamos supone un gran cambio.
La forma en la que centramos nuestra atención también tiene su influencia en los resultados que obtenemos. ¿Tienes un talante edificante o te enfocas en los puntos oscuros?
El doctor Mario Alonso Puig, con su habitual estilo pedagógico, nos da las pautas para poner rumbo hacia la parte positiva de los acontecimientos utilizando al máximo nuestros recursos.
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