Dos familias de razones, una de carácter institucional y de política pública, y otra de tipo organizacional y cultural explican la debilidad chilena en este ámbito.
NO ES MEJORAR NI EXPANDIR LO EXISTENTE, SINO CREAR UNA NUEVA PROPUESTA DE VALOR
¡Bienvenidos! En este curso aprenderemos los conceptos y herramientas claves de la innovación empresarial así como a gestionar y sistematizar sus procesos de modo que esta logre ser una fuente de diferenciación y ventaja competitiva sustentable. A través de casos de destacadas organizaciones aprenderemos metodologías y herramientas prácticas para gestionar en forma eficaz proyectos de innovación en diferentes ámbitos tecnológicos.En esta primera clase analizaremos el contexto nacional en materia de innovación tecnológica y su importancia para la competitividad de las empresas y el desarrollo del país. Asimismo introduciremos los principales conceptos que se profundizarán y ejemplificarán en las siguientes clases.
UN PROCESO DINÁMICO
La innovación es el proceso dinámico a través del cual una nueva idea o un nuevo conocimiento se implementa para crear un significativo nuevo valor para la sociedad. Innovar no es mejorar ni expandir lo existente, sino que crear una nueva propuesta de valor.La innovación es de carácter tecnológico cuando comprende un cambio técnico en los productos (bienes o servicios) o procesos de una organización. La invención del IPod es un ejemplo de una innovación de producto que revolucionó la industria de la música. El cultivo del salmón es un ejemplo de una innovación de proceso que tuvo como consecuencia la creación de esta industria en nuestro país que el año pasado exportó US$2.890 millones. La literatura también reconoce innovaciones en los modelos de negocios; un buen ejemplo es la compañía ebay (www.ebay.com/) pionera en subasta de productos a través de internet.
La “tecnología” no significa máquinas ni software, sino el conocimiento que está embebido en ellos… y en las personas. La palabra tecnología proviene de los términos griegos tekne, que significa “oficio”, y logos, que significa “conocimiento”.
El concepto involucra tres elementos centrales: un conjunto de conocimientos, su aplicabilidad y finalidad utilitaria. La creación de conocimiento tecnológico se ha acelerado durante las últimas décadas; actualmente se duplica en menos de diez años. La Figura 1 muestra la forma exponencial en que crece el número de patentes concedidas por Estados Unidos desde 1790 a la fecha, acumulando 8,7 millones de patentes al 2011.
Los premios Nobel de Economía K. Arrow y R. Lucas, entre otros autores, argumentan que la creación de conocimiento tecnológico y la innovación son componentes esenciales del desarrollo económico de los países, dado que estos pueden crecer sin límites y con rendimientos crecientes de productividad, a diferencia de los tradicionales factores productivos de capital y trabajo que exhiben rendimientos decrecientes. Estas ganancias progresivas de productividad funcionan como un mecanismo endógeno que acelera el crecimiento de los países y la competitividad de las empresas.
CASO CHILENO
Chile tiene un desempeño menos que regular en esta materia como lo ilustran los siguientes cuatro antecedentes.Un primer indicador es el gasto en actividades de investigación y desarrollo (I+D) como porcentaje del producto interno bruto (PIB). Chile destina solo un 0,4%, valor significativamente inferior al de los países de la OECD con 2,3%, y a los líderes Finlandia y Suecia, con sobre 3,5%.
Un segundo indicador es la producción de patentes. Durante los últimos diez años Chile ha logrado obtener en EE.UU. solo una patente por millón de habitantes por año. Nueva Zelandia e Irlanda obtuvieron 35, y los países escandinavos más de 180.
Un tercer indicador es el tipo de productos de exportación. De los US$79.000 millones que Chile exportó en 2012, más del 90% corresponde a materias y productos básicos. Menos del 5% son bienes de mediana y alta tecnología, lo que contrasta con países de reciente y acelerado desarrollo como Finlandia y Korea, donde este tipo de exportaciones supera el 50%.
Un cuarto indicador, que refleja una de las consecuencias de los datos anteriores es la productividad. La Figura 2 compara la productividad total de factores de varios países miembros de la OCDE durante la última década, donde Chile muestra un deficiente desempeño ocupando los últimos lugares en el ranking.
Los datos son concluyentes. Chile tiene un atraso significativo en esta materia, lo cual sin duda es una debilidad. Sin embargo, esta podría ser vista como una oportunidad si logramos convertir la innovación en una nueva fuente de competitividad para el país.
La “tecnología” no significa máquinas ni software, como muchas veces se cree, sino el conocimiento que está embebido en ellos… y en las personas.
POR QUÉ EL POBRE DESEMPEÑO DE CHILE
Dos familias de razones, una de carácter institucional y de política pública, y otra de tipo organizacional y cultural explican la situación chilena respecto de la innovación.1. Fallas de mercado
y de Estado. La innovación tecnológica no emerge solamente con las señales del mercado ya que existen un conjunto de “fallas de mercado” que tienden a inhibir los esfuerzos de innovación por parte del sector privado.
Las principales son:
• Baja apropiabilidad de los beneficios de la innovación tecnológica por parte del innovador.
• Alta incertidumbre tecnológica, financiera y de mercado de los proyectos de este tipo.
• Dificultades de coordinación. La innovación tecnológica surge usualmente de interacciones de diversos actores (empresas, proveedores, clientes, universidades, etc.). Los costos asociados a esta coordinación actúan como una fuerza que desincentiva los esfuerzos requeridos.
La existencia de estas (y otras) fallas hace necesario crear políticas públicas que reduzcan sus efectos inhibidores.
Sin embargo, Chile no ha contado con políticas ni con una adecuada institucionalidad pro innovación. Más aún, permanecen deficiencias que la obstaculizan, tales como: una débil legislación de protección a la propiedad intelectual, débil vinculación empresa-universidad, trabas al emprendimiento y cierre de empresas, escasez de capital humano avanzado y escasos incentivos a la innovación, entre otros. Confiamos en que en este “año de la innovación” avancemos fuertemente en esta materia.
2. Fallas organizacionales y culturales (a nivel de empresas).
La mayoría de las empresas chilenas no tienen una tradición ni una cultura de innovación. En este contexto destacan cuatro desafíos centrales que enfrentan las compañías que desean avanzar en esta materia:
• Incorporar la innovación a nivel estratégico y asumirla como una posible fuente de ventaja competitiva, la que tiende a ser más sustentable en el tiempo que la ventaja de costos. Esto significa, en la práctica, llevar el desafío de la innovación a nivel del directorio de la compañía y que la gerencia general asuma un rol de liderazgo.
• Aprender a innovar. Para ello se debe invertir en crear las competencias organizacionales que la faciliten y en crear los procesos de innovación. • Orientar al cambio a la cultura organizacional, poco dada a la experimentación y fuertemente enfocada a la “comoditización” de su producción y a la eficiencia operacional.
• Aumentar los grados de colaboración entre empresas y de estas con universidades., condiciones que facilitan la innovación.
Hasta el próximo martes.
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