martes, 25 de febrero de 2014

Tu entorno determina la altura de tu éxito

http://es.scribd.com/doc/209119368/Tu-entorno-determina-la-altura-de-tu-exito 
«Nadie es indiferente a lo que ve, lee o escucha. Los procesos de contagio emocional son automáticos e inconscientes. El entorno te arrastra sin que te des cuenta (ese es el peligro) a una determinada forma de pensar, sentir y actuar»... [artículo de Francisco Alcaide en el nº 109 de febrero de Executive Excellence.

www.aprendiendodelosmejores.es  
D
avid J. Schwartz, en su libro
La magia de pensar en grande,
 relata la siguiente historia que nos sirve para ilustrar algo queno es baladí: ‘Tu entorno determina la altura de tu éxito’. Dice así:«Hace unos años fui testigo de una excepcional reunión de ne-gocios. El vicepresidente encargado del área de marketing deuna compañía estaba muy emocionado. Con él se encontraba elmejor representante de la organización. Era un chico que habíaganado unos 60.000 euros. Las ganancias de otros representan-tes eran de unos 12.000 euros. El ejecutivo se dirigió al grupo:– Quiero que observéis atentamente a Harry. ¿Qué tiene Harryque vosotros no tengáis? Ha ganado cinco veces más que la me-dia, pero ¿es Harry cinco veces más inteligente? Según nues-tras pruebas de selección de personal, no lo es. Lo he compro-bado yo mismo y lo que muestran es que está en la media.Y siguió:– ¿Ha trabajado Harry cinco veces más duro que vosotros,muchachos? Tampoco, de hecho se ha tomado más tiempolibre que la mayoría de vosotros. ¿Tenía asignada una mejorzona de trabajo? Otra vez la respuesta es no. ¿Ha tenido Ha-rry una mejor educación? ¿Está más sano? Otra vez la res-puesta es no. Harry es tan normal como cualquiera, exceptopor una cosa. La diferencia entre Harry y el resto de vosotroses que Harry pensó cinco veces más a lo grande».David J. Schwartz concluye: «Me han preguntado millonesde veces por qué si pensar a lo grande tiene tantas ventajasno todos pensamos así. Creo que tengo la respuesta:
Todosnosotros, aunque no lo queramos reconocer, somos el productode los pensamientos que nos rodean. Estos pensamientos noson grandes, al contrario, son pequeños. Alrededor, nuestro en-torno intenta convertirnos en ciudadanos de segunda»
.En muchas ocasiones he afirmado que
 no existen los límites,solo las limitaciones,
 y estas no están en las personas sinoen los entornos que determinan nuestras creencias –nues-tro
software
 interno– e influyen poderosamente en lo que unapersona consigue. El problema nunca está en nuestra inca-pacidad para lograr algo, sino en la convicción de que nosomos capaces, lo que conduce a que la mayoría de per-sonas no lleve una vida de acuerdo a sus posibilidadesreales (potencial) sino a sus creencias (límites menta-les). La mayor debilidad humana es que nos infravalora-mos, que creemos que no somos suficientemente buenos,las dudas que albergamos sobre nosotros mismos. Y esohace que la gente, como cree que no es capaz de lograrmetas ‘grandes’, se fija metas ‘pequeñas’.El éxito antes que nada es una disposición de la mente; y elalimento de la mente es el entorno que es de donde se nutrennuestras creencias. Nadie es indiferente a lo que lee, ve oescucha. El entorno nos arrastra –sin que nos demos cuenta,ese es el peligro– a una determinada forma de pensar, desentir y de actuar. Los procesos de contagio emocional sonautomáticos e inconscientes. Por eso, Jim Rohn siempredecía: «Tu vida es una media de las cinco personas conlas que más te relacionas».Nuestras creencias nos dominan para bien y para mal. Teconviertes en lo que crees, te guste o no, porque una creenciano es otra cosa que una idea que domina nuestra mente, quedamos por cierta, pero que muchas veces es falsa.Nuestras creencias determinan nuestros pensamientos, y lospensamientos son los antecedentes de los actos: una formacorrecta de pensar conduce a una forma correcta de actuar,y viceversa. Cada pensamiento es una inversión o un coste,te da poder o te lo quita; cada pensamiento es una bendicióno una maldición. Las personas somos ‘estados de ánimo conpiernas’. Por eso, si no controlas tu mente, no controlas tuvida. No te creas que solo trabajando duro conseguirás resul-tados. Eso es lo que nos han vendido pero no es en absolutocierto. La primera regla para lograr algo grande es tener elcontrol sobre uno mismo, estar mentalmente preparado.La mente, cuando no se domina, puede convertirse en unaespecie de ‘campo de concentración’ con sus pensamientosnegativos, esos monstruos mentales que nos torturan, nossabotean, nos arrinconan y nos hacen sentir pequeños: nosoy bueno, no soy capaz, no me lo merezco, no se puede, esimposible, es muy difícil… Los pensamientos negativos sonalgo así como un ‘suicidio espiritual’.
Una creencia es unaidea que damos porcierta, pero que muchas vecees falsa

No hay comentarios:

Publicar un comentario