Dice el proverbio chino:
“Si te subes a un tigre no bajarás cuando tú quieras, sino cuando quiera el tigre.”
Moraleja: la cautela y la prudencia siempre son buenas compañeras a la hora de tomar decisiones cuyas consecuencias no dependen completamente de nosotros.
Por cierto, como animal y dejando ya las metáforas, ¡qué bonito es el tigre!
Abrazos,
Álex
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