martes, 31 de marzo de 2015
Sillas de ruedas y robots hacen el trabajo de la médula espinal
http://www.tendencias21.net/Sillas-de-ruedas-y-robots-hacen-el-trabajo-de-la-medula-espinal_a40121.html
Científicos de Suiza dirigidos por un español desarrollan dispositivos conectados al cerebro para realizar movimientos
Investigadores de Suiza, dirigidos por un español, están desarrollando dispositivos controlados por el cerebro, como sillas de ruedas y robots, pasando por prótesis. Los dispositivos decodifican señales cerebrales para determinar qué quiere hacer el usuario, y luego son ellos los que hacen el trabajo de la médula espinal, es decir, orquestar los movimientos. Se trata del novedoso 'control compartido'.
Silla de ruedas conectada con el sistema nervioso del usuario. Imagen: José del R. Millán. Fuente: CNS.
Los neurocientíficos están inspirándose en el control motor natural para diseñar nuevos dispositivos protésicos que puedan sustituir mejor la función de las extremidades. En un nuevo trabajo, los investigadores han probado una gama de dispositivos controlados por el cerebro -desde sillas de ruedas hasta robots, pasando por extremidades evolucionadas- que desarrollan tareas de forma inteligente en conjunción con sus usuarios.
Estos dispositivos neuroprostéticos decodifican señales cerebrales para determinar las acciones que sus usuarios quieren realizar, y luego usan robótica avanzada para hacer el trabajo de la médula espinal: la orquestación de los movimientos. El uso del control compartido - nuevo en las neuroprótesis - "permite a los usuarios realizar tareas complejas", dice José del R. Millán, que presentó ayer el nuevo trabajo en la conferencia de la Sociedad de Neurociencia Cognitiva (SNC), en San Francisco (EE.UU.).
Millán, que es un investigador español del Instituto Federal Suizo de Tecnología de Lausana (Suiza), comenzó su carrera diseñando robots autónomos que podían aprender de sus propias experiencias. Luego se interesó en conseguir que estos robots ayudaran a las personas con discapacidad de una "forma muy natural, directa e intuitiva. ¿Y qué más directo que decodificar la intención del usuario a partir de sus señales cerebrales?"
Así, Millán comenzó a trabajar en "interfaces cerebro-ordenador" (BCI, por sus siglas en inglés), diseñando dispositivos que utilizan la propia actividad cerebral de las personas para restaurar el agarre de las manos y la locomoción, o proporcionar movilidad a través de sillas de ruedas o robots de telepresencia, utilizando la propia actividad cerebral de las personas.
"Las prótesis y robots que controlan nuestros BCI son inteligentes, ya que pueden interpretar muchos detalles de bajo nivel que no necesariamente están codificados en los comando mentales", dice. Es importante destacar que también trabajan de forma autónoma si los usuarios no quieren cambiar su comportamiento. Esta función refleja cómo nuestras áreas profundas del cerebro, la médula espinal, y el sistema musculoesquelético, trabajan juntos en muchas tareas rutinarias, lo que permite a nuestros cuerpos hacer tareas sencillas, mientras centramos nuestra atención en otra parte.
Pruebas
En su último trabajo, Millán y sus colegas probaron una variedad de dispositivos controlados por el cerebro en personas con discapacidades motoras, muy graves en algunos casos. Los participantes completaron con éxito tareas que van desde la escritura a la navegación en niveles de rendimiento similares a los de los grupos de control sanos.
Los individuos operaban los dispositivos modulando de forma voluntaria y espontánea la actividad eléctrica del cerebro, llamada EEG, para enviar comandos. La EEG tiene la ventaja de que se puede registrar de forma no invasiva a través de sondas en el cuero cabelludo, en lugar de requerir cirugía o maquinaria sofisticada. "También proporciona una visión global de nuestros patrones cerebrales, que es necesaria para decodificar toda la variedad de correlaciones neurales que queremos explotar", explica Millán.
Los participantes necesitaron un periodo de formación relativamente corto, de no más de 9 sesiones, antes de ser capaces de operar los dispositivos. Y aquellos que manejaron robots de telepresencia pudieron navegar con éxito a través de ambientes que nunca habían visitado. La clave de su éxito, dice Millán, fue el concepto de control compartido -utilizando las capacidades sensoriales de los robots para interpretar los comandos de los usuarios en su contexto.
El BCI procesa las intenciones y la toma de decisiones de la corteza cerebral de los usuarios principalmente. Pero, Millán señala que muchos elementos de los movimientos más complejos se dirigen desde el tronco cerebral y la médula espinal. Al diseñar el dispositivo inteligente para que controle desde la BCI los movimientos de nivel inferior en concierto con la actividad cerebral de nivel superior, las neuroprótesis se acercan más al control motor natural. "Nuestro objetivo es interactuar con estas neuroprótesis como si fueran nuestro nuevo cuerpo, utilizando las mismas señales neurales y los principios que controlan los músculos", dice Millán.
Estos dispositivos neuroprostéticos decodifican señales cerebrales para determinar las acciones que sus usuarios quieren realizar, y luego usan robótica avanzada para hacer el trabajo de la médula espinal: la orquestación de los movimientos. El uso del control compartido - nuevo en las neuroprótesis - "permite a los usuarios realizar tareas complejas", dice José del R. Millán, que presentó ayer el nuevo trabajo en la conferencia de la Sociedad de Neurociencia Cognitiva (SNC), en San Francisco (EE.UU.).
Millán, que es un investigador español del Instituto Federal Suizo de Tecnología de Lausana (Suiza), comenzó su carrera diseñando robots autónomos que podían aprender de sus propias experiencias. Luego se interesó en conseguir que estos robots ayudaran a las personas con discapacidad de una "forma muy natural, directa e intuitiva. ¿Y qué más directo que decodificar la intención del usuario a partir de sus señales cerebrales?"
Así, Millán comenzó a trabajar en "interfaces cerebro-ordenador" (BCI, por sus siglas en inglés), diseñando dispositivos que utilizan la propia actividad cerebral de las personas para restaurar el agarre de las manos y la locomoción, o proporcionar movilidad a través de sillas de ruedas o robots de telepresencia, utilizando la propia actividad cerebral de las personas.
"Las prótesis y robots que controlan nuestros BCI son inteligentes, ya que pueden interpretar muchos detalles de bajo nivel que no necesariamente están codificados en los comando mentales", dice. Es importante destacar que también trabajan de forma autónoma si los usuarios no quieren cambiar su comportamiento. Esta función refleja cómo nuestras áreas profundas del cerebro, la médula espinal, y el sistema musculoesquelético, trabajan juntos en muchas tareas rutinarias, lo que permite a nuestros cuerpos hacer tareas sencillas, mientras centramos nuestra atención en otra parte.
Pruebas
En su último trabajo, Millán y sus colegas probaron una variedad de dispositivos controlados por el cerebro en personas con discapacidades motoras, muy graves en algunos casos. Los participantes completaron con éxito tareas que van desde la escritura a la navegación en niveles de rendimiento similares a los de los grupos de control sanos.
Los individuos operaban los dispositivos modulando de forma voluntaria y espontánea la actividad eléctrica del cerebro, llamada EEG, para enviar comandos. La EEG tiene la ventaja de que se puede registrar de forma no invasiva a través de sondas en el cuero cabelludo, en lugar de requerir cirugía o maquinaria sofisticada. "También proporciona una visión global de nuestros patrones cerebrales, que es necesaria para decodificar toda la variedad de correlaciones neurales que queremos explotar", explica Millán.
Los participantes necesitaron un periodo de formación relativamente corto, de no más de 9 sesiones, antes de ser capaces de operar los dispositivos. Y aquellos que manejaron robots de telepresencia pudieron navegar con éxito a través de ambientes que nunca habían visitado. La clave de su éxito, dice Millán, fue el concepto de control compartido -utilizando las capacidades sensoriales de los robots para interpretar los comandos de los usuarios en su contexto.
El BCI procesa las intenciones y la toma de decisiones de la corteza cerebral de los usuarios principalmente. Pero, Millán señala que muchos elementos de los movimientos más complejos se dirigen desde el tronco cerebral y la médula espinal. Al diseñar el dispositivo inteligente para que controle desde la BCI los movimientos de nivel inferior en concierto con la actividad cerebral de nivel superior, las neuroprótesis se acercan más al control motor natural. "Nuestro objetivo es interactuar con estas neuroprótesis como si fueran nuestro nuevo cuerpo, utilizando las mismas señales neurales y los principios que controlan los músculos", dice Millán.
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Sillas de ruedas
Como un ejemplo de los nuevos tipos de neuroprótesis, Millán apunta a una silla de ruedas controlada por el cerebro que él y sus colegas diseñaron y sobre la que publicaron un artículo el año pasado. Sus usuarios pueden manejarla de forma fiable y segura durante largos períodos de tiempo, como resultado del sistema de control compartido, que reduce la carga de trabajo cognitivo.
Las sillas de ruedas se encuentran actualmente en la fase de evaluación, para asegurarse de que van a funcionar en las condiciones de la vida diaria.
Dos de los mayores retos para las neuroprótesis son encontrar nuevas interfaces físicas, además de la EEG, que puedan funcionar de manera permanente y durante largos períodos de tiempo, así como el abastecimiento de rica retroalimentación sensorial. "Esta información sensorial hará que los usuarios sientan la neuroprótesis y el entorno, lo cual es esencial para promover el sentimiento de propiedad del usuario sobre la prótesis", añade Millán.
"El tercer reto importante es el que está en el núcleo de la neurociencia cognitiva: Debemos decodificar e integrar en el bucle de control de la prótesis información sobre los procesos cognitivos de percepción del usuario que son cruciales para la interacción volitiva ", dice. Estos procesos incluyen la conciencia de los errores cometidos por el dispositivo, la anticipación de los puntos de decisión críticos y los lapsos de atención.
"Las futuras neuroprótesis - robots y exoesqueletos controlados a través de una BCI - estarán fuertemente acopladas con el usuario de tal manera que el sistema resultante puede sustituir y restaurar las funciones de las extremidades deterioradas porque va a ser controlado por las mismas señales neuronales que sus contrapartes naturales", explica Millán.
"Esto ya no es ciencia ficción; las preguntas son ahora cuáles son los componentes clave para garantizar la fiabilidad y el funcionamiento a largo plazo de las neuroprótesis, y cuando serán parte de la cartera de productos clínicos disponibles para las personas con discapacidad motora".
Como un ejemplo de los nuevos tipos de neuroprótesis, Millán apunta a una silla de ruedas controlada por el cerebro que él y sus colegas diseñaron y sobre la que publicaron un artículo el año pasado. Sus usuarios pueden manejarla de forma fiable y segura durante largos períodos de tiempo, como resultado del sistema de control compartido, que reduce la carga de trabajo cognitivo.
Las sillas de ruedas se encuentran actualmente en la fase de evaluación, para asegurarse de que van a funcionar en las condiciones de la vida diaria.
Dos de los mayores retos para las neuroprótesis son encontrar nuevas interfaces físicas, además de la EEG, que puedan funcionar de manera permanente y durante largos períodos de tiempo, así como el abastecimiento de rica retroalimentación sensorial. "Esta información sensorial hará que los usuarios sientan la neuroprótesis y el entorno, lo cual es esencial para promover el sentimiento de propiedad del usuario sobre la prótesis", añade Millán.
"El tercer reto importante es el que está en el núcleo de la neurociencia cognitiva: Debemos decodificar e integrar en el bucle de control de la prótesis información sobre los procesos cognitivos de percepción del usuario que son cruciales para la interacción volitiva ", dice. Estos procesos incluyen la conciencia de los errores cometidos por el dispositivo, la anticipación de los puntos de decisión críticos y los lapsos de atención.
"Las futuras neuroprótesis - robots y exoesqueletos controlados a través de una BCI - estarán fuertemente acopladas con el usuario de tal manera que el sistema resultante puede sustituir y restaurar las funciones de las extremidades deterioradas porque va a ser controlado por las mismas señales neuronales que sus contrapartes naturales", explica Millán.
"Esto ya no es ciencia ficción; las preguntas son ahora cuáles son los componentes clave para garantizar la fiabilidad y el funcionamiento a largo plazo de las neuroprótesis, y cuando serán parte de la cartera de productos clínicos disponibles para las personas con discapacidad motora".
Referencia bibliográfica:
José del R. Millán: The Rise of Neuroprosthetics: The Perception-Action Closed Loop. Cognitive Neuroscience Society conference (2015).
José del R. Millán: The Rise of Neuroprosthetics: The Perception-Action Closed Loop. Cognitive Neuroscience Society conference (2015).
Crepusculario. (1919). Pablo Neruda
“MUJER, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
Porque tu ser pasara sin pena al lado mío,
Y saliera en la estrofa-limpio de todo mal-.
. . . Cómo sabria amarte, mujer, cómo sabria
Amarte, amarte como nadie supo jamás.
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.
Dibujo..Egon Schiele
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
Porque tu ser pasara sin pena al lado mío,
Y saliera en la estrofa-limpio de todo mal-.
. . . Cómo sabria amarte, mujer, cómo sabria
Amarte, amarte como nadie supo jamás.
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.
Dibujo..Egon Schiele
Lecciones sobre lo que te espera en la vida
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-03-31/las-diez-lecciones-sobre-lo-que-te-espera-en-la-vida-segun-j-k-rowling_750758/
Aunque hace años se convirtiese en la escritora mejor pagada del mundo, la inglesa no siempre lo tuvo fácil. Rowling desvela en un discurso en Harvard lo que su experiencia la enseñó
Leer más: Las diez lecciones sobre lo que te espera en la vida, según J. K. Rowling . Noticias de Alma, Corazón, Vida http://bit.ly/1xxmQ5X
Aunque hace años se convirtiese en la escritora mejor pagada del mundo, la inglesa no siempre lo tuvo fácil. Rowling desvela en un discurso en Harvard lo que su experiencia la enseñó
Leer más: Las diez lecciones sobre lo que te espera en la vida, según J. K. Rowling . Noticias de Alma, Corazón, Vida http://bit.ly/1xxmQ5X
El 5 de junio de 2008, la escritora J.K. Rowling pronunció en la Universidad de Harvard un discurso ante los alumnos que se iban a graduar. Apenas un año antes había completado la saga de siete libros de Harry Potter, que la convirtió en la escritora mejor pagada del mundo. Pero no todo había sido tan fácil para la inglesa: apenas quince años antes había tocado fondo, como explicó a los estudiantes de la universidad.
“Había fracasado a una escala épica”, reconoció. “Un matrimonio de una duración excepcionalmente corta había implosionado, no tenía trabajo, era una madre soltera y tan pobre como se puede ser en la Gran Bretaña moderna sin ser un mendigo”. Rowling centró su intervención en el fracaso y en la imaginación, y ahora se recoge en un libro llamado Very Good Lives: The Fringe Benefits of Failure and the Importance of Imagination (Little Brown), cuya recaudación irá destinada a su fundación Lumos, que ayuda a los niños más desfavorecidos.
Aunque el discurso completo puede consultarse en la página de Harvard, a continuación extraemos algunas de las perlas de sabiduría que la firmante deUna vacante imprevista deja caer en su discurso.
Los objetivos marcan tu camino: “Metas alcanzables: el primer paso para la mejora personal”
Para explicar la importancia de unas aspiraciones moderadas a la hora de construir el propio camino, Rowling se refiere con sorna a la baronesa Mary Warnock, cuyo discurso leyó para preparar el suyo y que reconoce que apenas es capaz de recordar. En este caso, algo tan sencillo como hacer una broma sobre “magos gais” que llame la atención del público y que garantice que, al menos, su discurso sea más memorable que el de la filósofa británica.
Hay una fecha de caducidad para culpar a tus padres por guiarte en la dirección equivocada
Que los demás no te digan lo que debes hacer: “Estaba convencida de que lo único que quería hacer con mi vida era escribir novelas”
Tristemente para Rowling, sus padres, de humildes orígenes y que nunca fueron a la universidad, no compartían su confianza en el arte como una herramienta útil para ganarse el pan. Por eso renunció a estudiar Literatura Inglesa y a centrarse en algo más práctico (¿?) como Lenguas Modernas, “un compromiso que, visto en retrospectiva, no satisfizo a nadie”.
La culpa de lo que te ocurre es tuya, no de tus padres: “En el momento en que eres lo suficientemente mayor para tomar las riendas de tu vida, la responsabilidad es tuya”
A pesar de haber cedido en la elección de su carrera, Rowling no señala a sus progenitores como los culpables de sus zozobras vitales durante sus años de juventud. “Hay una fecha de caducidad para culpar a tus padres por guiarte en la dirección equivocada”, recuerda.
Sólo a los estúpidos les parece romántica la pobreza: “La pobreza genera miedo, estrés y, a veces, depresión; significa una miríada de pequeñas humillaciones y adversidades”
La autora se lamenta de que la prensa haya presentado sus avatares juveniles de forma idealizada, como una etapa de aprendizaje que, de improviso, se esfumó. No hay nada bello en pasar calamidades, recuerda Rowling, algo que los más privilegiados suelen olvidar a la hora de hablar de ello, quizá porque nunca han tenido que vivir nada semejante.
El fracaso sirve para librarse de lo que no es esencial: “Dejé de engañarme pensando que soy otra cosa de lo que soy realmente, y empecé a invertir mi energía en terminar el único trabajo que me importaba”
Durante años, Rowling trabajó para Amnistía Internacional como investigadora, hasta que en el verano de 1990 una curiosa idea se formó en su cabeza mientras esperaba en un tren retrasado que la debía llevar de Manchester a Londres: la historia de una escuela de jóvenes magos que admite a un niño infeliz e inadaptado. En ese momento recuperó su vieja vocación y se lanzó a escribir el libro que cambiaría su vida –y la unos cuantos millones de personas– para siempre.
Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder: “Tocar fondo se convirtió en la sólida base en la que reconstruí mi vida”
Ya lo cantaba Bob Dylan en Like a Rolling Stone: a pesar de la desesperación que llegó a experimentar en ciertos momentos, Rowling nunca sintió haberlo perdido todo, sino simplemente una libertad absoluta para poder empezar de cero. En su vida sí que hubo lugar para las segundas oportunidades.
El que no juega, no gana: “Es imposible vivir sin fracasar en algunas cosas, a no ser que vivas con tanta cautela que se puede decir que no has vivido en absoluto, en cuyo caso, puede decirse que has fracasado por defecto”
La lógica de que sólo el jugador que apuesta puede perder, pero también ganar, aplicada a la vida y a la carrera profesional.
Sólo el fracaso enseña determinadas lecciones: “Descubrí que poseía una fuerte voluntad y más disciplina de lo que nunca había sospechado; también que tenía amigos cuyo valor era más preciado que el de los rubíes”
Rowling recuerda a los estudiantes que hasta los 21 años es normal que su medida del éxito o del fracaso sea la nota de los exámenes, pero también que la vida nos lleva a situaciones en las que de verdad conocemos cuáles son nuestras principales fortalezas. En su caso, la voluntad y la disciplina.
Nuestras vidas no son reductibles a unas calificaciones, a unos títulos académicos o a la cantidad de ceros en nuestra cuenta corriente
El fracaso otorga sus propios regalos: “Nunca te conocerás a ti mismo ni la fuerza de tus relaciones hasta que los dos hayan sido puestos a prueba por la adversidad”
A veces, el camino más corto hacia la satisfacción personal no pasa por el éxito, traducido, por ejemplo, en unas buenas notas. Rowling reconoce que sin haber experimentado el fracaso en su propia piel nunca habría podido conocerse de la forma en que lo hace: como reza el título del libro de Peter Cameron, el dolor le fue útil.
Tu vida no puede resumirse en una página: “Ni tus notas ni tu currículo son tu vida, aunque conoceréis a muchas personas de mi edad que confundan ambas cosas”
No, nuestras vidas no son reductibles a unas calificaciones, a unos títulos académicos o a la cantidad de ceros en nuestra cuenta corriente, da a entender Rowling. Somos mucho más, una combinación de cualidades y defectos, deseos y miedos, que dan lugar a un ser complejo e imperfecto. ¿O acaso podría una nota de sobresaliente o un par de páginas de méritos desvelar que esa insegura joven madre soltera iba a llegar un día a revolucionar la literatura juvenil?
Julio Martinez Howard
Nació en 1932 en Villa Crespo (prov. de Entre Ríos).
A partir de 1958 expuso sus trabajos en importantes galerías de nuestro medio, como Bonino, Huemul, Libertad, Riobóo, Nexo, Lascaux, Klee, SAAP, Palatina, Art Gallery International, y otras de diversas ciudades de nuestro país, así como en los Estados Unidos, Brasil y el Uruguay.
Dibujo sobre tela
“Para ser creativo hay que trabajar, la inspiración es para los mediocres”
http://facundomanes.com/2015/03/28/para-ser-creativo-hay-que-trabajar-la-inspiracion-es-para-los-mediocres/
El doctor Facundo Manes estuvo ayer en nuestra ciudad y brindó una conferencia en el Cine Teatro Catamarca. Reconocido en el nivel internacional, se refirió a la importancia de la creatividad y la innovación.
El doctor Facundo Manes, un reconocido neurocientífico argentino en el nivel internacional, llegó ayer a nuestra ciudad para brindar una conferencia en la que abordó la temática de la creatividad e innovación.
Horas antes de su presentación en el Cine Teatro Catamarca, Manes dio una conferencia de prensa en la cual explicó cuál es su propuesta.
En primer lugar, consideró que la creatividad y la innovación son producto del esfuerzo, y no de la mera casualidad.
“Para ser creativo hay que trabajar mucho, la inspiración es para los mediocres”, sentenció Manes al señalar que es aplicable a todos los aspectos de la vida social.
El especialista consideró que para ser creativos “hay que estar un poco locos, dispuestos a equivocarnos para crear”, pero a su vez remarcó que el principal enemigo es la misma sociedad.
“Los argentinos somos muy creativos”, destacó Manes al señalar grandes personalidades de nuestro país, conocidas en el nivel mundial, lo cual demuestra la capacidad de innovar.
Sin embargo, reconoció que nuestra sociedad está dividida por el pasado y el presente, aunque se mostró optimista en que esas diferencias serán zanjadas en el futuro.
El mensaje de Manes apunta fundamentalmente a darle al cerebro la importancia que requiere.
“Todo lo hacemos con el cerebro, tomamos nuestras decisiones, elegimos a nuestros gobernantes y ellos nos gobiernan con el cerebro”, sintetizó.
Durante la jornada de ayer recorrió la ciudad, se reunió con diversas autoridades y fue declarado Huésped de Honor de San Fernando del Valle de Catamarca.
Finalmente, anoche a las 20.30 brindó su conferencia en la sala principal del Cine Teatro Catamarca ante un importante marco de público.
Horas antes de su presentación en el Cine Teatro Catamarca, Manes dio una conferencia de prensa en la cual explicó cuál es su propuesta.
En primer lugar, consideró que la creatividad y la innovación son producto del esfuerzo, y no de la mera casualidad.
“Para ser creativo hay que trabajar mucho, la inspiración es para los mediocres”, sentenció Manes al señalar que es aplicable a todos los aspectos de la vida social.
El especialista consideró que para ser creativos “hay que estar un poco locos, dispuestos a equivocarnos para crear”, pero a su vez remarcó que el principal enemigo es la misma sociedad.
“Los argentinos somos muy creativos”, destacó Manes al señalar grandes personalidades de nuestro país, conocidas en el nivel mundial, lo cual demuestra la capacidad de innovar.
Sin embargo, reconoció que nuestra sociedad está dividida por el pasado y el presente, aunque se mostró optimista en que esas diferencias serán zanjadas en el futuro.
El mensaje de Manes apunta fundamentalmente a darle al cerebro la importancia que requiere.
“Todo lo hacemos con el cerebro, tomamos nuestras decisiones, elegimos a nuestros gobernantes y ellos nos gobiernan con el cerebro”, sintetizó.
Durante la jornada de ayer recorrió la ciudad, se reunió con diversas autoridades y fue declarado Huésped de Honor de San Fernando del Valle de Catamarca.
Finalmente, anoche a las 20.30 brindó su conferencia en la sala principal del Cine Teatro Catamarca ante un importante marco de público.
La trayectoria del reconocido neurocientífico argentino
Manes es un neurocientífico argentino. investigador del Conicet y del Australian Research Council (ARC) Centre of Excellence in Cognition and its Disorders. Estudió en la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó en 1992 y, luego, en la Universidad de Cambridge, Inglaterra (doctor en ciencias). Una vez concluida su formación de posgrado en el exterior (Estados Unidos e Inglaterra), regresó al país con el firme compromiso de desarrollar recursos locales a fin de mejorar los estándares clínicos y de investigación en neurociencias cognitivas y neuropsiquiatría. Creó y dirige actualmente Ineco (Instituto de Neurología Cognitiva) y el Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro. Ambos institutos son líderes en publicaciones científicas originales en neurociencias cognitivas. Es rector de la Universidad Favaloro y presidente de la World Federation of Neurology Research Group on Aphasia, Dementia and Cognitive Disorders y de la División Latinoamericana de la Society for Social Neuroscience. Es profesor de neurología y neurociencias cognitivas de la Universidad Favaloro, de Psicología Experimental en la Universidad of South Carolina (EEUU), profesor visitante de Macquarie Univesrity (Sydney, Australia) y del departamento de Neurología de University of California San Francisco (USA). Publicó más de 170 trabajos en las más prestigiosas revistas internacionales como Brain y Nature Neuroscience. Brindó conferencias en varios foros científicos internacionales.
Manes es un neurocientífico argentino. investigador del Conicet y del Australian Research Council (ARC) Centre of Excellence in Cognition and its Disorders. Estudió en la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó en 1992 y, luego, en la Universidad de Cambridge, Inglaterra (doctor en ciencias). Una vez concluida su formación de posgrado en el exterior (Estados Unidos e Inglaterra), regresó al país con el firme compromiso de desarrollar recursos locales a fin de mejorar los estándares clínicos y de investigación en neurociencias cognitivas y neuropsiquiatría. Creó y dirige actualmente Ineco (Instituto de Neurología Cognitiva) y el Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro. Ambos institutos son líderes en publicaciones científicas originales en neurociencias cognitivas. Es rector de la Universidad Favaloro y presidente de la World Federation of Neurology Research Group on Aphasia, Dementia and Cognitive Disorders y de la División Latinoamericana de la Society for Social Neuroscience. Es profesor de neurología y neurociencias cognitivas de la Universidad Favaloro, de Psicología Experimental en la Universidad of South Carolina (EEUU), profesor visitante de Macquarie Univesrity (Sydney, Australia) y del departamento de Neurología de University of California San Francisco (USA). Publicó más de 170 trabajos en las más prestigiosas revistas internacionales como Brain y Nature Neuroscience. Brindó conferencias en varios foros científicos internacionales.
Svetlana Zakárova
es una bailarina de ballet clásico rusa. Nació en Lutsk, Ucrania, el día 10 de junio de 1979. A los seis años de edad, su madre la inscribió a una escuela de danzas folklóricas en una escuela local. A los 10 años de edad, Svetlana audicionó y fue aceptada en la Escuela Coreográfica de Kiev. Sólo cuatro meses después, su padre fue asignado en el ejército de Alemania del Este, y la obligó a dejar la escuela. Seis meses después, su familia volvió a Ucrania y Svetlana audicionó de nuevo, fue readmitida e inmediatamente se unió al segundo curso, dirigido por la maestra Valeria Sulegina.
En 1996-1997, debutó con el Ballet Mariinsky, haciendo el papel de Maria con Ruben Bobovnikov, en La Fuente de Rostislav Zakharov de Bakhchisarai. En 2003-2004, aceptó un contrato ofrecido por el Bolshoi.
Hoy en día, Zakharova hace giras y baila como invitada en las compañías más importantes del mundo. Es considerada una de las más importantes bailarinas de su generación y es muy admirada por su excelente técnica, sus magníficos pies, su extrema flexibilidad y su musicalidad.
DISTRITOS DE INNOVACIÓN: DEL LABORATORIO AL GARAJE
http://xavierferras.blogspot.com/2015/03/distritos-de-innovacion-del-laboratorio.html
“La tendencia es la de nutrir comunidades innovadoras vivas y palpitantes, más que remotos y estériles silos de investigación”
(Pete Engardio, “Research Parks for the Knowledge Economy”, Bloomberg BusinessWeek)
Efectivamente, un nuevo mapa de innovación está emergiendo en Estados Unidos y en todo el mundo, según Brookings. Frente a los institutos de investigación aislados, paradigma del viejo modelo de innovación lineal y cerrada, el mundo sale de la crisis con potentes focos innovadores, mayoritariamente urbanos, donde instituciones líderes en investigación están interconectadas dinámicamente con clústeres empresariales, start-ups, incubadoras y aceleradoras de negocio. No cuenta sólo la ciencia. También las relaciones, el trabajo integrado y la calidad de vida. Los distritos de innovación inauguran una nueva concepción del desarrollo económico, el urbanismo, la creación de identidades locales (marcas de ciudad o de territorio), y el networking social. Las políticas de desarrollo económico, urbano, social, tecnológico y científico se integran por primera vez en compactos ecosistemas de alta densidad innovadora, donde el conocimiento fluye a la velocidad de la luz del laboratorio al garaje. Es la máxima plasmación de la innovación abierta.
Barcelona, Berlín, Londres, Medellín, Montreal, Seúl, Estocolmo, Houston, San Francisco o Toronto son ejemplos de dichos distritos. Las actividades, muchas de ellas en la periferia de la ciudad, se reconcentran hacia áreas urbanas, impulsadas en muchas ocasiones por planes de rehabilitación de antiguas zonas industriales. El fenómeno ayuda a expandir el empleo y las oportunidades sociales en históricas áreas de baja renta per cápita. La concentración urbana genera también un efecto repoblador, catalizador del tráfico, y ralentizador de la invasión de áreas extraurbanas sensibles medioambientalmente.
Los distritos innovadores son conglomerados de instituciones educativas y de investigación, empresas de alto potencial de crecimiento, organismos de soporte, proveedores de conocimiento y de servicios avanzados, inversores y fondos de capital, todos ellos interactuando en el día a día, en la inmediata proximidad, conectados por vías sostenibles (como el bike-sharing), alimentados por energías renovables, e “impulsados por cafeína”, según Brookings
Los distritos de innovación o ecosistemas innovadores se asemejan a sistemas naturales, formados por organismos vivos (como en los ecosistemas biológicos), las conexiones entre ellos, y las conexiones con el medio físico donde se relacionan. En un distrito innovador, los “organismos vivos” son todo tipo de organizaciones e individuos que interactúan con la finalidad de obtener resultados económicos. Comprenderían desde los centros de investigación, universidades, start-ups y grandes compañías consolidadas a instituciones públicas o inversores, pero también hoteles, restaurantes, pubs, retailers, o centros médicos. Esta capa constituye el conjunto de activos económicos del ecosistema. El medio (espacios urbanos, zonas verdes, edificios públicos o privados, párkings laboratorios, espacios de co-working e infraestructuras de todo tipo –como el despliegue de la fibra óptica, zonas wi-fi, o conexiones físicas por carretera- ) constituiría el conjunto de activos físicos. Y las relaciones entre todos ellos, desde lazos estratégicos o funcionales de cadena de valor a lazos de interacción puntual (estimuladas por networking-breakfasts, seminarios, conferencias, congresos, etc) configurarían los activos relacionales.
El salto del laboratorio científico al garaje emprendedor no es ni inmediato, ni lógico, ni ocurre por difusión natural. Precisa condiciones de contorno, condiciones de ecosistema. Hasta las ranas, para saltar fuera del agua, necesitan un complejísimo ecosistema que las incube, las desarrolle, y les permita crecer y reproducirse. Un ecosistema donde las condiciones de humedad, salinidad, y temperatura, así como la existencia de nutrientes específicos o de depredadores resutan en éxito o fracaso del proceso evolutivo, respondiendo a un delicado equilibrio natural.
El diseño y desarrollo de ecosistemas balanceados, integrando políticas económicas, urbanas, científicas, y tecnológicas es clave en el mundo que emerge de la Gran Depresión para que el conocimiento fluya a la velocidad de la luz y, se convierta en ventajas competitivas y en renovado crecimiento económico.
“Todos debemos conocer cómo funciona el cerebro”
http://facundomanes.com/2015/03/28/todos-debemos-conocer-como-funciona-el-cerebro/
El experto disertó ayer en el Teatro Catamarca ante un gran marco de público.
Facundo Manes, rector de la universidad Favaloro y presidente de la fundación Ineco para la Neurociencia, se presentó ayer en Catamarca y se refirió a la importancia de la creatividad para la obtención de logros, destacó la necesidad de dejar de estigmatizar el error para obtener metas y que hay que estar dispuesto a equivocarse para alcanzar propósitos.
En un diálogo distendido con la prensa, Manes se refirió a su trabajo y los conocimientos obtenidos: “Vamos a explicar que para ser creativos hay que trabajar duro en términos de creatividad, la inspiración es sólo para amateurs. Uno generalmente tiene ideas cuando está descansado, entredormido, tirado en un sofá, pero antes tiene que haberse esforzado y pensado mucho en un tema para que aparezca una idea creativa sobre ese tema”.
En un diálogo distendido con la prensa, Manes se refirió a su trabajo y los conocimientos obtenidos: “Vamos a explicar que para ser creativos hay que trabajar duro en términos de creatividad, la inspiración es sólo para amateurs. Uno generalmente tiene ideas cuando está descansado, entredormido, tirado en un sofá, pero antes tiene que haberse esforzado y pensado mucho en un tema para que aparezca una idea creativa sobre ese tema”.
Creatividad
En relación con la importancia de las acciones y los resultados que podemos obtener fruto del trabajo de nuestro cerebro, el profesional dijo: “La creatividad en la economía y las sociedades modernas es más que necesaria. Hoy la principal riqueza de los países es el capital intelectual, no es tanto como antes, que eran los recursos naturales, la industria. En la Argentina tenemos industria y recursos, pero lo importante es el conocimiento, el valor agregado, la creatividad y la innovación”.
En relación con la importancia de las acciones y los resultados que podemos obtener fruto del trabajo de nuestro cerebro, el profesional dijo: “La creatividad en la economía y las sociedades modernas es más que necesaria. Hoy la principal riqueza de los países es el capital intelectual, no es tanto como antes, que eran los recursos naturales, la industria. En la Argentina tenemos industria y recursos, pero lo importante es el conocimiento, el valor agregado, la creatividad y la innovación”.
Sociabilización del conocimiento y los avancesManes, quien se reconoce como un convencido de la necesidad de la sociabilización del conocimiento sobre las investigaciones del funcionamiento del cerebro, dijo: “Pienso, estoy convencido de que los avances en el cerebro y la investigación sobre ello no pueden quedar en los laboratorios científicos y reducidos a eso, tienen que estar a disposición de la sociedad porque, como todo lo hacemos con el cerebro, los avances y cómo funciona van a impactar en la educación. ¿Qué es la educación más que dos cerebros en contacto? El docente y el alumno. Va a impactar en la economía, en la política; votamos y los líderes nos lideran con el cerebro”, explicó claramente el profesional.
Un poco locos y dispuestos a equivocarnosSegún explicó Manes, “otro aspecto que favorece la creatividad es estar un poco loco, no mucho, pero estar dispuesto a equivocarse. Ningún gran creativo creó algo importante sin antes haberse equivocado muchas veces. En ese aspecto tenemos dos adversarios, que son la sociedad en general, no sólo argentina, sino global, y la educación que muchas veces estigmatiza el error. Hay que estar dispuestos a equivocarse para crear. Además, no hay que tener miedo”.
Antes de finalizar, el neurocientífico dijo: “El avance sobre el cerebro va a impactar en la sociedad y ella debe estar preparada para debatir sobre ellos, mi misión en mi región y mi país es que la sociedad debata sobre eso”.
Antes de finalizar, el neurocientífico dijo: “El avance sobre el cerebro va a impactar en la sociedad y ella debe estar preparada para debatir sobre ellos, mi misión en mi región y mi país es que la sociedad debata sobre eso”.
"La alegria es un desafío" (*)
http://matosas.typepad.com//competir_con_la_mente/2015/03/la-alegria-es-un-desaf%C3%ADo.html
"La alegria es un desafío" (*)
porAngel Gabilondo, catedrático de metafísica
Tengo 57 años. Nací en San Sebastián y vivo en Madrid. Soy rector de la Universidad Autónoma de Madrid. Estoy casado y tengo dos hijos. En política me interesa la innovación, lo atrevido y lo discutible. Creo que no se agota todo lo que hay en lo visible. He dado una conferencia, Artesanos de la belleza de la propia vida, en el CCCB
¿Cómo es una vida bella?
Desde luego, no es un artefacto, algo acabado y perfecto. Yo creo que somos artífices de nuestra vida, nos vamos haciendo.
- Elija un camino.
- La sencillez. Hay que saber mucho para ser sencillo. La sencillez es un resultado; la simpleza, un estado primario. Me gustaría llegar un día a ser sencillo.
- Ya, pero cómo se llega...
- Desde luego, no solo. Uno solo se ensimisma, se enquista, se vuelve autosuficiente. Creo que necesitamos el desafío permanente de los otros, esa irrupción que nos trastorna y nos altera pero que nos hace vivir.
- ¿Y por qué el otro nos trastorna tanto?
- Porque no es otro como yo. En general, no buscamos al otro, buscamos a alguien como nosotros para no vernos muy desafiados. Pero es una suerte encontrarse en la vida con alguien otro de verdad.
- La alegría no ha de reducirse a la llamada felicidad, dice usted.
- Hay éticas de la felicidad e incluso anuncios televisivos en los que se dice: "Sopas hechas con felicidad"; parece que es un ingrediente, un aditamento. Yo más bien apostaría por la alegría, por el gozo de vivir.
- La alegría se cultiva.
- La alegría es un desafío, algo por lo que hay que luchar. No comparto los discursos quejosos de esa gente que está siempre gimiendo y lamentándose. En una sociedad blanda, acomodada y tibia, la queja se ha convertido en un instrumento que se utiliza con demasiada facilidad.
- La alegría da trabajo.
- Hay que emprender cosas, sí. En general, estamos muy aburridos y eso nos produce una vida gris más o menos adornada. La alegría nace del desafío, de correr el peligro de vivir, de hacer de la vida una experiencia.
- Pensar diferente, ¿cómo hacerlo?
- Hay que vincular el pensar al vivir y a nuestras palabras. De manera que digamos lo que pensamos, y pensemos y hagamos lo que decimos. Un pensamiento implicado en la transformación de uno mismo es muy innovador, porque el pensamiento empieza por transformarse a sí mismo.
- La curiosidad mueve al pensamiento.
- Sí, la curiosidad de ver si podemos ser otros que los que somos. Pero nuestro pensamiento es poco curioso, tiende a confirmar lo que ya existe en vez de crear algo distinto.
- ¿Y cómo sacudirse las telarañas?
- En general, somos seres aislados y tenemos una idea de las relaciones personales como si fueran un movimiento que lleva del uno al otro, una especie de yo yo y tú tú. Si uno piensa en Platón, entenderá que el eros, el amor, es el movimiento que pone a los dos en la dirección de algo.
- Hasta que empiezan las diferencias.
- Encontrarse a alguien con quien iniciar un itinerario hacia alguna cosa distinta es un regalo fantástico, pero hay que valorarlo. Deberíamos ser como los archipiélagos, conjunto de islas unidas por lo que las separa.
- Después de tantos filósofos, ¿cuáles son las conclusiones que le han servido para vivir?
- La intensidad es un factor determinante para la dicha. No se trata, creo, de hacer grandes cosas extravagantes, sino de cuidar los detalles de la vida, darle mucha intensidad a cada instante. Piense en esos animales que viven cuarenta horas...
- ¿Dar belleza a nuestra forma de vivir?
- Sí, pero en el sentido griego, en el que la bondad, la belleza y el bien están unidos. Nosotros hemos hecho de la belleza algo esteticista que se logra a través de una especie de ataques de atletismo, pero hemos olvidado cultivar nuestro modo de ser.
- Me sabe mal hablar en este contexto de la muerte.
- Entonces, mejor hablar como mortales, entendiendo que cada instante no volverá. A mí, ser mortal me ayuda a vivir gozosamente y a darle a cada instante mucha fuerza.
- Es curioso que nos empeñemos en vivir como si no fuéramos mortales.
- Porque vivir como un mortal es exigente. A mí, lo que me asusta es echar a perder la vida. En realidad, nos pasamos la vida ocultando que somos efímeros (en griego: seres de un día). Somos cotidianos, como el pan, como el periódico; somos de a diario, y esto no es un obstáculo para la alegría.
- Pero nos llenamos la vida de obstáculos.
- Toda una gran operación para olvidar. Desde luego, esa obsesión por el trabajo sólo puede deberse a algún tipo de olvido. Si tuviéramos esa conciencia de finitud, probablemente seríamos menos productivos.
- ¿Qué idea le sacude a usted más?
- Lo que más me ha costado es aceptar la soledad y el fastidio constitutivo, aprender a vivir con esa incomodidad que llevamos dentro y que casi siempre le achacamos a otro.
- Sé a qué incomodidad se refiere, ¿pero de qué se trata?
- Somos personas quebradas, no somos seres acabados ni plenos. Hay que entender que no es que tengas una herida, sino que eres una herida. La gente que no asume eso suele ser muy quejumbrosa y culpa a los demás de esa incomodidad que nos constituye.
- ¿Qué hacer cuando sufres?
- Luchar: yo no creo que el sufrimiento redima. El sufrimiento destruye y deteriora, no construye. A mí, la gente sin placer me parece peligrosa y resentida, me asusta.
- ¿Con qué idea se quedaría?
- El lenguaje es un principio extraordinario de realidad; el pensamiento es acción. El problema es que hay mucha actividad y poca acción, porque una acción produce una verdadera transformación de sí y de lo que hay; las actividades no transforman nada.
- Elija un camino.
- La sencillez. Hay que saber mucho para ser sencillo. La sencillez es un resultado; la simpleza, un estado primario. Me gustaría llegar un día a ser sencillo.
- Ya, pero cómo se llega...
- Desde luego, no solo. Uno solo se ensimisma, se enquista, se vuelve autosuficiente. Creo que necesitamos el desafío permanente de los otros, esa irrupción que nos trastorna y nos altera pero que nos hace vivir.
- ¿Y por qué el otro nos trastorna tanto?
- Porque no es otro como yo. En general, no buscamos al otro, buscamos a alguien como nosotros para no vernos muy desafiados. Pero es una suerte encontrarse en la vida con alguien otro de verdad.
- La alegría no ha de reducirse a la llamada felicidad, dice usted.
- Hay éticas de la felicidad e incluso anuncios televisivos en los que se dice: "Sopas hechas con felicidad"; parece que es un ingrediente, un aditamento. Yo más bien apostaría por la alegría, por el gozo de vivir.
- La alegría se cultiva.
- La alegría es un desafío, algo por lo que hay que luchar. No comparto los discursos quejosos de esa gente que está siempre gimiendo y lamentándose. En una sociedad blanda, acomodada y tibia, la queja se ha convertido en un instrumento que se utiliza con demasiada facilidad.
- La alegría da trabajo.
- Hay que emprender cosas, sí. En general, estamos muy aburridos y eso nos produce una vida gris más o menos adornada. La alegría nace del desafío, de correr el peligro de vivir, de hacer de la vida una experiencia.
- Pensar diferente, ¿cómo hacerlo?
- Hay que vincular el pensar al vivir y a nuestras palabras. De manera que digamos lo que pensamos, y pensemos y hagamos lo que decimos. Un pensamiento implicado en la transformación de uno mismo es muy innovador, porque el pensamiento empieza por transformarse a sí mismo.
- La curiosidad mueve al pensamiento.
- Sí, la curiosidad de ver si podemos ser otros que los que somos. Pero nuestro pensamiento es poco curioso, tiende a confirmar lo que ya existe en vez de crear algo distinto.
- ¿Y cómo sacudirse las telarañas?
- En general, somos seres aislados y tenemos una idea de las relaciones personales como si fueran un movimiento que lleva del uno al otro, una especie de yo yo y tú tú. Si uno piensa en Platón, entenderá que el eros, el amor, es el movimiento que pone a los dos en la dirección de algo.
- Hasta que empiezan las diferencias.
- Encontrarse a alguien con quien iniciar un itinerario hacia alguna cosa distinta es un regalo fantástico, pero hay que valorarlo. Deberíamos ser como los archipiélagos, conjunto de islas unidas por lo que las separa.
- Después de tantos filósofos, ¿cuáles son las conclusiones que le han servido para vivir?
- La intensidad es un factor determinante para la dicha. No se trata, creo, de hacer grandes cosas extravagantes, sino de cuidar los detalles de la vida, darle mucha intensidad a cada instante. Piense en esos animales que viven cuarenta horas...
- ¿Dar belleza a nuestra forma de vivir?
- Sí, pero en el sentido griego, en el que la bondad, la belleza y el bien están unidos. Nosotros hemos hecho de la belleza algo esteticista que se logra a través de una especie de ataques de atletismo, pero hemos olvidado cultivar nuestro modo de ser.
- Me sabe mal hablar en este contexto de la muerte.
- Entonces, mejor hablar como mortales, entendiendo que cada instante no volverá. A mí, ser mortal me ayuda a vivir gozosamente y a darle a cada instante mucha fuerza.
- Es curioso que nos empeñemos en vivir como si no fuéramos mortales.
- Porque vivir como un mortal es exigente. A mí, lo que me asusta es echar a perder la vida. En realidad, nos pasamos la vida ocultando que somos efímeros (en griego: seres de un día). Somos cotidianos, como el pan, como el periódico; somos de a diario, y esto no es un obstáculo para la alegría.
- Pero nos llenamos la vida de obstáculos.
- Toda una gran operación para olvidar. Desde luego, esa obsesión por el trabajo sólo puede deberse a algún tipo de olvido. Si tuviéramos esa conciencia de finitud, probablemente seríamos menos productivos.
- ¿Qué idea le sacude a usted más?
- Lo que más me ha costado es aceptar la soledad y el fastidio constitutivo, aprender a vivir con esa incomodidad que llevamos dentro y que casi siempre le achacamos a otro.
- Sé a qué incomodidad se refiere, ¿pero de qué se trata?
- Somos personas quebradas, no somos seres acabados ni plenos. Hay que entender que no es que tengas una herida, sino que eres una herida. La gente que no asume eso suele ser muy quejumbrosa y culpa a los demás de esa incomodidad que nos constituye.
- ¿Qué hacer cuando sufres?
- Luchar: yo no creo que el sufrimiento redima. El sufrimiento destruye y deteriora, no construye. A mí, la gente sin placer me parece peligrosa y resentida, me asusta.
- ¿Con qué idea se quedaría?
- El lenguaje es un principio extraordinario de realidad; el pensamiento es acción. El problema es que hay mucha actividad y poca acción, porque una acción produce una verdadera transformación de sí y de lo que hay; las actividades no transforman nada.
(*) Publicado en "La Vanguardia", de Barcelona, el 4 de mayo de 2006
Si no lo vivo, no lo creo
http://www.catenaria.cl/km/newsletter/newsletter_108.htm
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“Si no lo veo no lo creo” es un refrán muy popular que emplean quienes desconfían de todo aquello que no se puede ver ni tocar. Me llama la atención cuantas personas se muestran incrédulas respecto del valor de los intangibles en su entorno laboral, mientras en su vida personal no dudan en otorgarles una importancia capital (desde el amor por sus hijos a sus creencias religiosas). Por eso, hay un refrán mejor aún: “Si no lo vivo, no lo creo”. No nos basta con que nos cuenten las cosas o que las contemplemos como espectadores. Estamos inmersos en una economía de servicios y productos personalizados donde el mantra consiste en proveer a los clientes “experiencias memorables”. Lo importante no son las cosas sino lo que estas te hacen sentir. Si un cliente quiere comprar un automóvil, no hay mejor estrategia que ofrecerle que lo pruebe. Ver a una persona esquiar o saltar en paracaídas no se compara con hacerlo uno mismo. Semanas atrás, un cliente nos solicitó una actividad para que sus principales directivos pudiesen experimentar el impacto de gestionar el conocimiento. En el mundo del management y de las empresas, argumentar la valía de los intangibles no sirve. Es imprescindible demostrarla. Hoy en día, resulta imposible encontrarse con alguien que no esté convencido de que el conocimiento es el principal activo de las personas y las organizaciones. Sin embargo, los razonamientos intelectuales no son suficientes. El principal impedimento para que las organizaciones gestionen su conocimiento de manera estratégica tiene que ver con la dificultad de sus ejecutivos superiores para comprobar el impacto que tiene el conocimiento en los resultados. Puedes predicar al equipo de gerentes sobre los beneficios de gestionar el conocimiento pero no te van a creer hasta que lo experimenten en primera persona. De forma que para responder a la demanda de nuestro cliente, le propusimos una experiencia que garantiza comprobar la relación entre la gestión del conocimiento y la mejora del desempeño de las personas. Realizamos la primera versión en castellano del taller-simulación “La Isla de los Pájaros”. El origen de esta actividad se sitúa en los cursos de gestión del conocimiento impartidos al interior de British Petroleum a finales de los años 90. Con más de 15 años de ejecución ininterrumpida, se trata seguramente del experimento de gestión del conocimiento más prolongado que existe. El taller de la Isla de los Pájaros tenía precisamente como objetivo mostrar a los directivos incrédulos, en una actividad de no más de 2 horas y de manera irrefutable, el impacto real y medible del conocimiento sobre los resultados de negocio. El desarrollo del taller fue el siguiente. CONTEXTO Y ASIGNACIÓN DE LA TAREA: La actividad comenzó separando a los participantes en 5 grupos y entregándoles información del escenario en que iban a trabajar: Serían habitantes de la Isla de los Pájaros que viven de la captura de aves migratorias. El problema es que los pájaros vuelan cada vez más alto con lo que hace falta una nueva tecnología que permita llegar más arriba para cazarlos. El objetivo de cualquier actividad de aprendizaje efectiva no consiste en darles a los participantes cosas que saber o aprender sino cosas que hacer, tareas que resolver para las que tendrán que aprender cosas que no saben. Y como la mejor manera de aprender es haciendo, la tarea consistió en que, a partir de una serie de materiales suministrados a todos los equipos por igual, debían construir una torre lo más alta posible. La tarea no solo era nueva sino lo suficientemente genérica como para que todos pudiesen participar. REALIZACIÓN DE LA TAREA: Una vez entendida la tarea, cada equipo se dirigió a su propia sala separada del resto, con sus materiales y su facilitador. El clima que se respiraba era muy relajado ya que a fin de cuentas ¿qué puede ser más sencillo que construir una torre? Sin embargo, el proceso de construcción resultó bastante caótico. Aunque todos los equipos tenían los mismos materiales, las personas y sus experiencias eran todas diferentes. Mientras algunos grupos dedicaban tiempo a discutir posibles opciones de diseño (sopesando el compromiso entre la altura y la estabilidad), otros grupos comenzaban rápidamente a construir mientras otros mostraban tímidas señales de intentar organizar el trabajo. Eso sí, finalizado el tiempo, todos los equipos fueron capaces de levantar su torre. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS: Dado que la tarea consistía en construir una torre lo más alta posible, evaluar los resultados fue un ejercicio absolutamente objetivo. Procedimos a medir y anotar las alturas de todas las torres. 3 de los equipos construyeron torres de una altura similar y coherente con lo que indica la estadística acumulada a lo largo de los años. Pero los otros 2 grupos elevaron torres realmente grandes. Como los equipos trabajaron por separado, sin conocer el desempeño del resto, todos se mostraron orgullosos del producto resultante de su esfuerzo. En este punto introdujimos el primer proceso de gestión del conocimiento: 1. La Revisión Post Acción es un proceso pensado para facilitar la captura de conocimiento para su uso futuro. Durante 10 minutos y guiados por el facilitador, cada grupo reflexionó respecto de lo que había aprendido al construir su torre y de lo que haría distinto la próxima vez. A la pregunta “En vuestros equipos de trabajo en la empresa ¿disponéis de instancias planificadas de reflexión con el objetivo de detectar errores y oportunidades de mejora?” la respuesta fue tajante: NO. Uno de los problemas más comunes y que más duelen a las organizaciones es precisamente encontrar momentos para reflexionar sobre sus acciones. Las empresas están tan orientadas a los resultados, tan obsesionadas con la ejecución, que no dejan espacio alguno para pensar, corregir y aprender. El futbolista Alexis Sanchez ilustra perfectamente esta ceguera cuando declaró “Quiero entrenar más de la cuenta pero Wenger no me deja”. Si nunca te detienes a analizar lo que haces, por qué lo haces, cómo lo haces y qué debes mantener o modificar, nunca podrás progresar de manera sostenida. Esta instancia finalizó preguntando a cada grupo: “Una vez habéis conversado sobre lo que habéis aprendido y con lo que sabéis ahora ¿cuánto creéis que podría medir la torre si la construyeseis de nuevo?” Sus respuestas se anotaron como el Primer Pronóstico. 2. La Asistencia de Pares. En este punto, recordamos a cada grupo que había otros equipos en el resto de salas que también habían construido torres y que por tanto deberían tener conocimiento que podría resultarles útil. Para este proceso de intercambio de conocimiento, conocido como Asistencia de Pares, cada grupo nombró un representante cuya misión sería visitar a otro equipo con el objetivo de transferir el conocimiento generado durante la construcción y al mismo tiempo, capturar aquel conocimiento que pudiese ser valioso para ellos. Nuevamente, a la pregunta de “En la empresa ¿contáis con canales formales que os permitan intercambiar y compartir conocimiento con otros equipos o áreas que hacen lo mismo que vosotros?” la repuesta fue idéntica. NO. Al insistir “¿Puede haber alguien en tu institución que haya ha descubierto algo que te pueda servir pero que no sabes?” La respuesta fue rotunda. SEGURO QUE SÍ. La mayoría de organizaciones coinciden en que una de sus principales carencias es la falta de instancias expresas para compartir conocimiento entre personas, equipos, áreas, sucursales, unidades de negocio, empresas del grupo, etc. Lo que hicimos fue enviar, a propósito, al representante del equipo cuya torre había resultado la más pequeña de todas, a visitar al grupo con torre más alta. Os podéis imaginar su cara al entrar en la sala y contemplar una torre casi 3,5 veces más alta que la suya. O cuando otro grupo, eufórico con su torre, preguntó sonriente al visitante que recibieron por la altura de su torre y este les contestó sin pestañear: “exactamente el doble”. Lo más interesante ocurrió cuando los representantes regresaron a sus equipos cargados de nuevo conocimiento e ideas para mejorar sus obras. En general, los equipos o individuos con mejor desempeño son los que perciben menor valor en el proceso de compartir conocimiento (a pesar de que su margen de mejora, sin ellos saberlo, sea todavía muy amplio). Cuando les preguntamos si se habían guardado conocimiento para no entregarlo al otro grupo, varios de ellos confesaron que habían escondido algunos “secretos importantes”… Una de las principales interrogantes respecto de la gestión del conocimiento es qué hacer cuando las personas se muestran reticentes a compartir lo que saben con sus pares. Tras unos minutos de diálogo interno, pedimos a los equipos un nuevo cálculo de la altura que podría tener la torre si la construyeran de nuevo y lo anotamos como el Segundo Pronóstico. 3. La Base de Conocimiento. Llegados a este punto, recordamos a los equipos que no eran los primeros en construir una torre sino que a lo largo de más de 15 años, unos 300 equipos habían realizado ese mismo taller antes que ellos. Así que los reunimos a todos en la sala común y les presentamos la base de conocimiento con las mejores prácticas en construcción de torres que hemos ido recopilando desde que se comenzaron a dictar los talleres. La base de conocimiento es un sitio web que incorpora las mejores prácticas de las torres más altas que se han construido con todo lujo de detalles: fotografías pormenorizadas de cada elemento de la torre, tutoriales en video para armar dichos elementos, ilustraciones, diagramas de cómo organizar el trabajo al interior del equipo, riesgos de desplome de la torre y consejos para afrontarlos, etc. La base se actualiza cada vez que en un taller se detecta alguna innovación. Una vez mostrada la base de conocimiento, el estado de ánimo de los asistentes cambió del estupor inicial al optimismo al comprobar que la altura de su primera torre podía incrementarse hasta en 4 o 5 veces. Muchos directivos reconocen que no siempre es fácil lograr que las personas quieran aprender del conocimiento generado por otros (lo que se conoce como el “síndrome de no inventado aquí”). Además, todavía somos una cultura muy orientada al texto como instrumento de transmisión (empezando desde el colegio donde el libro sigue siendo el principal medio). Las lecciones aprendidas generalmente se documentan mediante texto en lugar de usar fotos, videos o historias. No solo una imagen vale más que mil palabras sino que para aprender, tener la oportunidad de ver, hacer y tocar es mucho más poderoso que leer. Armados con el conocimiento que hemos destilado de los miles de constructores de torres de la Isla de los Pájaros que vivieron la experiencia anteriormente, los equipos se lanzaron a construir su segunda torre. En esta ocasión el trabajo resultó mucho más fluido, casi todo el mundo tenía claro qué hacer y cómo hacerlo. Los equipos construyeron torres que, en promedio, resultaron 3 veces más altas que la primera. El clima de excitación era generalizado. La sensación de logro, comprobar en primera persona la evolución de tu trabajo creando nuevo conocimiento es un regalo para la autoestima. El último paso consistió en realizar el análisis detallado del proceso. La primera conclusión evidente es que el único factor que cambió durante toda la actividad fue el conocimiento. Los equipos se mantuvieron iguales y los materiales tampoco variaron. Sin embargo, con cada etapa del taller, todos los grupos fueron adquiriendo nuevo conocimiento: primero fruto de la reflexión interna, luego proveniente de otros equipos y finalmente de las mejores prácticas organizacionales. Y dado que el desempeño fue tan fácil de evaluar (bastó con medir la altura de las torres) no hizo falta insistir en la relación directa, explícita y hasta visual, entre el conocimiento y los resultados. Una segunda conclusión impactante se dio cuando planteamos la pregunta “Si hubiesen tenido acceso a la base de conocimiento desde el comienzo ¿cuán alta creen que hubiese sido su primera torre?”todos unánimemente coincidieron en que la curva de aprendizaje entre la primera y la segunda torre tiene un impacto negativo gigantesco para una organización. Que los integrantes de una empresa no cuenten, desde el primer momento, con el conocimiento que se ha ido generando a lo largo de los años da pie a que se repitan errores, se reinventen ruedas en las que ya se hicieron importantes inversiones, se malgaste tiempo y recursos valiosísimos, se pierdan oportunidades por no aprovechar buenas prácticas, etc. Quienes vivieron la experiencia del taller, comprobaron en carne propia las ventajas de gestionar el conocimiento y no necesitan más explicaciones. Mañana mismo, haremos otro taller de la Isla de los Pájaros donde de nuevo los participantes experimentarán la enorme potencia del conocimiento. La pregunta para los directivos de nuestras empresas es obvia: ¿Dejamos que las instancias donde el conocimiento se genera, se comparte y se sistematiza, ocurran por casualidad? ¿O creamos modelos de trabajo donde dichos procesos ocurran por diseño? Los habitantes de la Isla de los Pájaros lo tienen muy claro. |
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