Te prometo que cuando acabes de leer este artículo, sabrás qué hacer para pertenecer al club de los cracks.
Buscamos con ansias el titulo de crack en el ámbito de la vida que nos apasiona. Pensamos que cuando nos lo digan, ya habremos llegado a la cima.
Quiero decir que a la cima nunca se llega, sino que siempre se debe estar en plena ascensión y que eso que nos llamen Cracks, es algo objetivo que nos puede hacer “perder” la cabeza, casi siempre, pasando de la humildad, esfuerzo, confianza, al mayor de los egos.
Yo quiero hablar de un Crack, coherente, claro, directo, humilde y siempre enarbolando la bandera de dar a los demás su talento, su esencia.
Pensamos que no podremos ser crack nunca. Que nunca llegaremos a nada.
La percepción que siempre tenemos de uno mismo, normalmente suele ser un CAOS. Nunca nos solemos ver bien delante del espejo, siempre nos sacamos defectos, olvidándonos de nuestros esfuerzos, éxitos anteriores. Siempre hay que no nos gusta.
No nos queremos nunca tal cual somos, siempre hay algún PERO que nos gustaría retocar en nuestro cuerpo o mentalidad.
Y estoy de acuerdo contigo, nunca llegarás a nada si no empiezas transformando tu subconsciente.
Siempre has estado diciéndote cosas como: “ No puedo, es imposible, tengo miedo, no lo conseguiré, es una locura difícil de conseguir…”..
Todos esos pensamientos pasaban a tu subconsciente, a través de un coladero transformándose en realidad. Haciendo que esos pensamientos, fuera para tu cerebro, como la verdad suprema….¿O es que tu realidad no está llena de no puedo, miedos o imposibles?
Para empezar la transformación a crack, tienes que empezar por hablarte de otra forma. Para que esos pensamientos empiecen transformando tu realidad a través del subconsciente.
Porque el cerebro si le dices que no puedes, no lo harás. Pero si empiezas a decirte, que SI lo harás, tu realidad empezará a transformarse.
Empezarás el camino del crack
Vivimos en una siesta constante. Y cuando nos despertamos, nos damos cuenta, que no estamos viviendo la vida, que soñábamos. En ese momento, es el momento de romper con la jerarquía de las creencias que nos has estado guiando hasta ahora la vida.
Darnos cuenta de esa situación, es empezar a vivir en el presente, que es lo único que tenemos en la vida, y que desaprovechamos.
Al despertar te das cuenta, que no sabes qué eres.
Sabes que no eres ese puesto de trabajo que te repatea el estomago. Sabes que no eres feliz con esa pareja , que no eres lo que dicen los demás que eres tú.. No sabes lo que eres en definitiva, pero si sabes que no eres lo que las circunstancias, los demás han dicho de ti.
¿Qué hacemos?.
En esos momentos, el miedo se torna en forma de incertidumbre. Piensas que has perdido el tiempo en algo que no te hacía feliz, con una persona que no te alentaba en la vida o un trabajo que te hacía sentir un número y no una persona.
Los sentimientos encontrados, se convierten en una oportunidad ideal para que la ira haga de las suyas.
Tienes dos opciones si te encuentras en ella:
Perdonarte o Pudrirte.
Si optas por pudrirte, esos sentimientos te comerán y la opción de ir de victima por la vida, estará ganando enteros. Si optas por perdonar todo lo que ha pasado en tu vida, entenderás que el pasado ya no existe y que el presente es la única manera para crear ese crack soñado.
Estás tomando la decisión.
La decisión de darte cuenta que el miedo es algo que siempre estará en nuestras vidas, y es el factor que diferencia a un crack de una vida mediocre. Los crack no son unos temerarios que piensan que el miedo no existe, claro que está ahí. Lo que ocurre, es que se enfrentan a él, van de cara hacia la vida. Saben que el miedo tiene algo que enseñarles y no que bloquearles.
Los crack hacen lo contrario a lo que hace la sociedad actualmente. Los demás hablan mucho y hacen poco, ellos al revés. Hacen más que hablan.
Las palabras se las lleva el viento, lo actos no. Actos que darán miedo, pero sabemos que tenemos que hacerlo.
¿Todavía sigues queriendo una vida mediocre o de crack?
Cuando haces más que hablas, empiezas a resolver la pregunta que a todo ser humano le corroe: “¿Qué hago en este planeta?”.
Empiezas a darte cuenta, que la única brújula que tienes que seguir, es la de tu corazón. Ves situaciones, oportunidades que antes no veías, por pequeñas que fueran, son la catapulta a esa vida soñada, a esa felicidad.
Sientes que la vida no es recibir, recibir y cuando no lo haces, dar pataletas como los niños pequeños. Una vida de crack es dar, dar y dar a los demás. Porque siempre la vida te devuelve con intereses de felicidad, lo que has dado a los demás, las vidas que has transformado a través de tu talento y acciones.
Una vida de crack se basa en dar a los demás, olvídate de primero recibir para luego dar. De eso no se trata. Ya simplemente dando, recibes el mayor de los beneficios, la sonrisa de la persona que has ayudado.
¿Qué más quieres?
Cuando empiezas a dar lo que mejor se te da, tu pasión, tu felicidad, sientes que es a eso a lo que has venido a este mundo. Las puertas de tu felicidad, se estarán abriendo de par en par para ti. De ti depende que des el paso y que dejes que el miedo te impulse hacia ella o te arrastre a dónde estabas antes de empezar.
Un crack siempre tiene en su boca una palabra, que hemos olvidado en el paso de la niñez a la madurez.GRACIAS.
Gracias por levantarse y tener 24 horas de oportunidades para dar , conocerse, ayudar y progresar. Gracias por las caídas que sufrirá, porque le enseñaran cosas que no veía. Gracias por el equipo, personas que tiene a su alrededor que siempre te están enseñando algo que tú no sabes. Gracias por lo que aprendes de cada instante que la vida te da y que lo único que tenemos es eso, el presente.
Siempre dan gracias por todo, ¿Y tú?
Y gracias porque siempre, tenemos delante de nosotros, a personas, que son espejo de nosotros mismos. Nos muestran cosas que no sabemos de la vida, o de nuestro ámbito profesional. De cosas que nos repelen de sus actitudes, de su forma de ser, de su personalidad, los cuales también son también nuestros espejos.
¿Por qué?
Preguntate por qué te repele, ¿quizá también tienes un parte de ellos en ti?
Un crack no monta dramones por no hacer todo. No les hace productivos hacer todo, más bien pierden resultados, que sí conseguirían haciendo lo que se les da bien. ¿Las demás actividades? Las delegan.
Así que céntrate en tus actividades núcleo, esas que se te dan bien y las demás, DELEGA.
Ves que para ser un crack, no hace falta salir en televisión, cruzar el cañón del colorado con una cuerda, o que tus ideas sean publicitadas en una película. Son acciones sencillas, que transformarán tu vida de rutina y mediocridad, a esa vida soñada con resultados de crack.
¿Cuándo te vas a poner en marcha y conseguir tu carnet de crack?
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