lunes, 15 de febrero de 2010

RELATO DE CASO SOBRE ADVERSIDAD CREADORA PERSONAJE: PRESTON THOMAS TUCKER (1903-1956)

RELATO DE CASO SOBRE ADVERSIDAD CREADORA
PERSONAJE: PRESTON THOMAS TUCKER (1903-1956)

Por Carlos Alberto González.
Ric-Procrea. Colombia.

INTRODUCCIÓN
Parte del aprender se realiza a través de la didáctica del juego, de niños jugamos de manera intensa y permanente, tanto que de allí se marcan rasgos futuros generados por las interacciones con los diversos objetos de juego; características de género, pasiones, motivaciones, desarrollo de habilidades, aficiones y sueños de desempeños posteriores, como el de ser médicos, aviadores, bomberos, policías, corredores de automóviles, etc. Ha sido el caso de Preston Thomas Tucker, nacido en Capac, Michigan, USA., el 21 de septiembre de 1903 y fallecido el 21 de diciembre de 1956, quién desde pequeño dio muestras de sus aficiones por los autos y luego se destacó como constructor de automóviles, con una marcada pasión por sus proyectos que luego se haría evidente en el fragor de la competencia en los escenarios del imperio automovilístico y los juegos de mercado de la época. Una particular historia de adversidad creadora en el contexto del emprendimiento y la empresa frente a los intereses y celadas del mundo de la vida.

RELATO
De muy pequeño P. T. Tucker presentó predilección por los autos en sus juegos, de muy corta edad ya reparaba autos, a sus dieciséis años adquiere un viejo automóvil prácticamente en estado de chatarra y lo refacciona para luego venderlo demostrando un talento especial en el campo del diseño, la construcción y el emprendimiento. Ya de adulto se une a la policía de Lincoln Park, donde tiene acceso al parque de vehículos de la localidad, los cuales por su finalidad se caracterizaban por su velocidad y rendimiento, Tucker en su desempeño particularmente se familiariza con ellos. Su madre lo convence para buscar empleo en la planta ensambladora de la Ford en la localidad de Dearborn, trabaja allí un tiempo pero pronto regresa a su anterior trabajo como oficial de policía donde fue luego amonestado por instalar aditamentos al auto que le habían asignado, estos acontecimientos como los intereses emanados de su motivación intrínseca lo llevan a renunciar definitivamente a este cargo y a centrarse en el mundo del automóvil.
P.T.Tucker se dedica a vender autos, se caracteriza por ser un hombre dinámico, optimista y carismático, teniendo pronto éxito en una reconocida concesionaria de autos de Michigan. Tuvo igualmente experiencias en la Cadillac, Ford, Studebaker, Stutz y Chrysler, llega a ser gerente de una agencia de autos de lujo en Memphis Tennessee, mostrando permanentemente motivación y gusto por los automóviles y versatilidad en los campos del diseño, la fabricación y las ventas, paralelo con su carisma como relacionista y gestor de proyectos.
Su saber y su motivación por traspasar las fronteras del diseño, lleva a Tucker a viajar cada año a la carrera conocida como Las 500 millas de Indianápolis, con su gran entusiasmo y conocimiento por los automóviles logra convencer a Harry Millar productor automovilístico cuyos motores habían ganado más carreras que ningún otro en esos años, para que construyan juntos autos de carreras formando así Miller and Tucker Inc en 1935. El primer trabajo de esta compañía fue la fabricación de 10 Ford de carreras con 8 cilindros en V mejorados de Henry Ford, pero sin tiempo suficiente para el desarrollo y las pruebas de los carros, provocó que fallaran por sobrecalentamiento y tuvieran que abandonar su primera carrera, posteriormente éstos motores ya perfeccionados volvieron a correr la Indy y la compañía continuó con el desarrollo y construcción de autos hasta la muerte de Miller en 1943.
Con el entusiasmo e iniciativa que lo caracterizaba, y con el sólido proyecto de iniciar su propia compañía automovilística, Tucker se muda a California y llevado por su emprendimiento e imaginación, comienza a gestar el proyecto de un vehículo terrestre de combate para el gobierno de los estados Unidos, que logra alcanzar los 185 km/h, superando por mucho las especificaciones originales. Este blindado ligero de alta movilidad con torreta para cañón fue rechazado por el ejército, entre otras cosas por su velocidad, dado que triplicaba los estándares de la época y se alejaba del paradigma reinante, (hoy día los tanques de alta tecnología logran estas mismas velocidades, las cuales se consideran estratégicas para el éxito en combate), a pesar del rechazo la marina de estados Unidos se interesó en comprarlo, aunque no se concretó su construcción.
Tucker también recibe un pedido de parte del gobierno Holandés para fabricar un tanque ligero, sin embargo, el pedido no se concreta, ya que en ese entonces Holanda, sería invadida por el ejército nazi. Sin embargo, el tanque fue terminado demostrando en la realidad su gran capacidad funcional: dicho tanque podía alcanzar 130 km/h, superando a cualquier otro modelo existente en aquel entonces, la torreta y sus sistemas, le hacían acreedor de un gran desempeño y poder realmente útil para transportarse en los barcos y maniobrar fácilmente en territorio enemigo, el ejército de los Estados Unidos decide adoptar la torreta, que sirvió además para ser aplicada en barcos y bombarderos.
El Tucker Turret comenzó a producirse (al principio en el taller de Tucker en Missouri y luego en serie), para los botes PT, naves de asalto, y bombarderos como el B-29. Durante la Segunda Guerra Mundial, Tucker se asocia con Andrew Jackson Higgins, constructor de los buques de guerra como el Liberty y operando hasta 1943 como vice-presidente de las Industrias Higgins, específicamente a cargo de la producción de armamento y motores para buques de torpedo.
Los intentos fallidos de comercializar artefactos de guerra considerados exóticos y adelantados para su época, como la misma la finalización de la guerra, no liquidaron su espíritu emprendedor, ni sus sueños.
Terminada la segunda guerra mundial, la industria del automóvil en Estados Unidos estaba lista para afianzar la producción de vehículos de uso civil. Atrás quedaban los años en los que la gente no podía comprar modelos nuevos, ya que durante ese tiempo había desaparecido la oferta de vehículos. Mientras, en el momento la demanda estaba expectante y creciendo a la espera de los nuevos productos que se fabricarían en las plantas que en aquellos años se habían dedicado su capacidad de producción a suministrar material de guerra, aviones, tanques, armas y municiones. Los primeros modelos de auto aparecidos en el mercado eran muy similares a los que se producían antes del conflicto bélico con ligeros cambios, pero el consumidor esperaba vehículos verdaderamente nuevos y no sólo maquillados de los mismos exhibidos antes de la guerra.
Tucker, apasionado por los autos y ligado a la industria del automóvil, con gran iniciativa, imaginación y emprendimiento vislumbró una particular posibilidad. Con su perfil profesional colmado de experiencia, sumado a su visión y acción, capaz de trasformar su pensamiento en realizaciones, decidió que iba a construir un coche verdaderamente original, pertinente e innovador, y con la utilización de sus dotes empresariales y comerciales, empezó a reunir el dinero para emprender su proyecto.
Tucker, diseñó con creatividad un automóvil totalmente innovador, con características especiales como motor trasero, un sistema de inyección directa de combustible, frenos de disco, y fundamentalmente orientado a prestar atención a la seguridad, en la estructura, en su corte y en la adopción de implementos de seguridad como los cinturones y la utilización de los vidrios con película intermedia adherida para protección a las personas en caso de choque, así como un diseño de tablero totalmente nuevo que incluía el panel de instrumentación en el volante y en una pizarra más cómoda y accesible para el conductor., su estrategia era darle categoría a este tipo de aditamentos como estrategia mejoramiento y de ventas, en un mundo donde el paradigma reinante era la venta de automóviles que no tenían que preocuparse por la seguridad por que estos de hecho eran presentados como seguros. La decisión de incorporar este tipo de elementos ponía en evidencia la inseguridad en ellos, este aspecto provocó desavenencias y reservas en las corporaciones de producción de automóviles.
Tucker, el 24 de diciembre de 1946 contacta al diseñador Alex Tremulis para darle forma al nuevo automóvil, y en un plazo no mayor a seis días el encargo estuvo listo, el 31 de Dicembre de 1946 fué aprobado por Tucker; estos serían los inicios del famoso Tucker Torpedo 1948. Este proceso creativo se caracteriza en la vida de Tucker, por ser cúmulo de enseñanzas en la acción de convertir las fantasías en realidad, de materializar los sueños, de combatir los obstáculos y de convertir la adversidad en creación, gracias a la perseverancia, las convicciones sociales, la elevada conciencia del poder de acción y transformación en los seres humanos.
Mientras avanzaba el proyecto y después de la presentación del prototipo, la dificultad de encontrar materiales, algunos de ellos que se encontraban monopolizados por la competencia, como la necesidad de fondos para construir el vehículo lo más cercano posible al diseño original, llevó a Tucker a buscar más dinero para continuar con el trabajo, para ello empezó a vender franquicias a los futuros concesionarios, e ideó un plan innovador para comercializar accesorios para los coches Tucker (radios, maletas para viaje y tapicerías para los asientos).
Logró finalmente su objetivo, pero esto despertó las sospechas de la SEC (Comisión de seguridad e Intercambios del gobierno norteamericano) la cual inició una investigación, que algunos afirman fue instigada por los grandes fabricantes de automóviles, competidores de Tucker y que temían el éxito de este. Además para agravar la situación, la investigación y los sumarios fueron filtrados a la prensa, haciendo hincapié en ciertos aspectos del trabajo de producción del coche que no funcionaban bien, o en la calidad y fiabilidad del coche, sin tener en cuenta que no eran modelos definitivos sino prototipos.
Todo esto produjo una situación de pánico entre los compradores potenciales, concesionarios, proveedores y accionistas, que veían peligrar sus intereses. El ir en contravía con los paradigmas reinantes, el augurarse éxito y ser un potencial competidor frente a las grandes corporaciones, como las constantes criticas recibidas sobre el diseño, la funcionalidad y la forma de financiación, fueron detonantes para que un juez federal iniciara un proceso en su contra por un supuesto fraude. En julio de 1949, se inició el proceso contra P.T.Tucker, ese mismo día fue clausurada la fábrica por el gobierno, sus activos confiscados y despedidos los empleados. Las acusaciones en su contra, decían que Tucker era un fraude y que nunca llegó a construir un sólo automóvil que él mismo intentaba vender. Situación completamente contraria a la realidad, ya que se habían fabricado 51 unidades que el gobierno mismo había confiscado al momento de cerrar la fábrica. Estas y otras razones, hacen pensar a muchos que las tres compañías más grandes de ese entonces tuvieran que ver en la mediación de su fracaso. Hoy hay opiniones que coinciden en afirmar que si a P. Tucker le hubieran permitido trabajar y producir su novedoso y revolucionario automóvil, hubiera cambiado la historia y habría hecho tambalear a los grandes y tradicionales fabricantes de automóviles de Estados Unidos.
La dificultadas para comprar material para la fabricación de las piezas y el motor de su auto, las constantes campañas de desprestigio en torno a su nombre y a su empresa, la competencia de grandes corporaciones con mayor capital y un juicio en proceso, no menguaron en nada la capacidad y disposición del gestor, inventor y empresario, por el contrario se convirtieron en fuerza para evidenciar su talento y los beneficios de su producto. y aunque en su época se consideró un fracaso el proyecto del Tucker Torpedo 1948 y solo se produjeron 51 unidades, su tenacidad, empuje y poder de visión de futuro, le dieron su justo premio: el jurado declara a Tucker inocente, claro está que después de haberle causado un gran daño a él y a su compañía, y aunque su fabrica cerró y no se produjeron más automóviles de este tipo, su legado perdura, gracias a ello tenemos en la actualidad autos mejorados y más seguros con base en las propuestas de Tucker, ofreciendo funcionalidad, comodidad y salvando potencialmente millones de vidas.
Igualmente la popularidad de Preston Tucker a pesar de la mala prensa y el revés económico sufrido, subió entre los inversionistas del mundo automotriz, llegando a presentarse un grupo de inversionistas brasileños quienes le propusieron la fabricación de un nuevo automóvil llamado "Carioca", sin embargo, no culminó, P. T. Tucker, murió de cáncer en los pulmones sin poder ver adelantado dicho proyecto, pero si sembradas las semillas del auto moderno.
Su legado llega hasta hoy, ya que cada una de las innovaciones de Preston Tucker, sirvieron para iniciar una nueva era en el automovilismo, los frenos de disco, los sistemas de seguridad, el sistema de inyección directa de combustible y gran parte del diseño básico del automóvil fueron o son utilizados hoy día para fabricar automóviles, como concibiera su gestor; cómodos, seguros y eficientes. Su legado perdura.
Propuestas novedosas
Tucker trabajando de la mano de sus ingenieros y de su equipo de diseñadores, pensaba en un coche seguro, fuerte y espacioso donde pudieran viajar cómodamente 6 jugadores de fútbol americano, además debería ser un vehículo muy potente.
Diseñó suspensiones independientes para las cuatro ruedas, motor trasero de 6 cilindros, con inyección mecánica de gasolina, refrigerado por aire y frenos de disco. Las suspensiones funcionaron muy bien desde el principio, el motor no tanto, producía muy poca potencia y debió ser sustituido por un motor Franklin usado en helicópteros pequeños, y no refrigerado por aire sino por agua, que producía 166 HP en lugar de los 88 HP del motor inicial.
Los frenos de disco, ideados partiendo del diseño de los que se utilizaban en algunos aviones mostraron poca eficacia y el sistema debió ser reemplazado por las tradicionales campanas. La caja de cambios automática fue diseñada por el mismo ingeniero que ejecutó la Dynaflow usada en los Buick, con la ventaja de que el sistema creado para el Tucker (Tuckermatic) usaba únicamente 27 piezas en lugar de las 120 habituales en este tipo de cajas. Además el conjunto mecánico estaba anclado con sólo 4 tornillos, para permitir un montaje y desmontaje muy rápido y sencillo.
La seguridad abarcaba 67 aspectos diferentes, en el tablero hizo poner un tablero de instrumentos acolchado, botones de mando fabricados en materiales no tan rígidos y ubicados detrás del volante, únicamente al alcance del conductor, y para evitar lesiones a los ocupantes, adicionalmente pensó en cinturones de seguridad, pero fue persuadido con el argumento de que el comprador pensaría que estaba comprando un “coche peligroso”.
La carrocería era aerodinámica, contaba con 4 puertas y en la parte frontal sobresalía un tercer faro central, que se utilizaba en carreteras de montaña, esta era su respuesta a un estudio que se acababa de dar a conocer, en el que se afirmaba que el 65% de los accidentes en carretera durante la noche, se debían a la falta de iluminación en el momento en que se tomaba una curva.
INTERPRETACIÓN Y REFLEXIONES
El caso de Preston Thomas Tucker, empresario estadounidense constructor de automóviles, nos ofrece la visión de un ser humano dotado con una férrea motivación intrínseca nacida desde su juventud y proyectada a la adultez. La invención y los automóviles, fueron su pasión y su ejercicio de vida. Igualmente nos muestra el desarrollo de un sujeto con un pensamiento integral creativo, en el que se reúnen los diferentes estilos cognoscitivos y de aprendizaje canalizando en una misma actividad procesos afectivos, cognitivos, volitivos y conativos, manifestados en altos desempeños en los campos del diseño, la ingeniería, la construcción, la administración y las ventas.
El enfrentarse a un mundo competitivo colmado de juegos de poder e intereses creados, su proyecto choca con los paradigmas reinantes de la época, la conservación de modelos, costumbres arraigadas, hasta la envidia por sus ideas y su acenso, negaciones que le generan gran adversidad para si y para la consecución de crear el auto del futuro. Es investigado, acosado y sometido a la crítica del público, finalmente es procesado al dudarse de su propósito y compromiso. Pero paradójicamente, es gracia a la adversidad reinante lo que lo impulsa a cumplir a cabalidad con el cometido, combinado su talento, su pensamiento y su creatividad, con su tenacidad y su capacidad de emprendimiento es como logra así salvar los obstáculos y culminar la obra creadora de construir el automóvil del futuro, pese a las adversidades y en alianza con ellas. Su capacidad de lucha, su persistencia, sus convicciones sociales en pro de la seguridad, y su disposición de convertir los sueños en realidad, logran que el protagonista enfrente los más diversos contratiempos, reveses y celadas provocadas por la reacción que surge de valores contrarios, del miedo al cambio y la transformación.

P.T.Tucker fue una persona que se caracterizó por su permanente seguridad, su resiliencia y su tenacidad; su poder de visión y su nivel de conciencia sobre lo que hace, le ofreció la solidez para permanecer recto ante las vicisitudes y le otorgó la fuerza saltar los obstáculos, que combinados con su personalidad optimista, carismática y sus excelentes relaciones humanas, logra domeñar las situaciones adversas y hacer frente a procesos económicos, sociales y jurídicos negativos. A pesar de su fracaso empresarial generado por el proceso jurídico acompañado de campañas calumniosas sobre su persona y propósito, logra la culminación de la construcción de 51 automóviles considerados adelantados para su época, transformado con ello el entorno, proyectándolo y ofreciendo un legado colmado de enseñanzas a partir de su actuación y productos que hoy nos siguen enriqueciendo y ofreciendo comodidad y seguridad.
Una combinación de afectos, procederes y acciones, fundidas en un todo que configuran el pilar de soporte para la realización de un cometido, que permiten a pesar de la adversidad cumplir los objetivos, aprendiendo de la cruenta realidad, creciendo y cumpliendo la misión, en una interexistencia e interaccionismo que va más allá del objeto y el sujeto, cobijándonos a todos, rebosando el tiempo y el lugar. Una lección cuántica de flujos de energía que sobrepasa el aquí y el ahora.
P.T.Tucker, logra a pesar de las vicisitudes y contratiempos generados por el producto de la confabulación de poderes e intereses contrarios a su persona y su proyecto, sobreponerse a la adversidad, canalizando con su carisma la energía, para darse más fuerza y proyección, convirtiendo la negatividad en adversidad creadora, en flujos creativos que nacen paradójicamente en la conjugación de fuerzas adversas que mediadas y transformadas a través de la mediación significada del sujeto y el medio se reconstruyen en energía positiva que le ofrecen luz a la invención del futuro.

Complilación realizada con el aporte de las siguientes fuentes:
• ANDREW JACKSON HIGGINS and The Boats That Won World War II, Strahan, LSU Press, 1944
• NIGRINIS, Roberto, www.autopasión18.com/HISTORIA-TUCKER
Documentos de apoyo sobre el caso:
• Película documental: Tucker: The Man and His Dream "Tucker, un hombre y su sueño" Protagonizada por Jeff Bridges. Film producido por George Lucas y dirigido por Francis Ford Coppola. E.U. 1988.
• The Oficial Tucker Club of América. www.tuckerclub.org
• Presentando al Tucker. Revista Mecánica Popular. En español. Noviembre. 1947. USA.
• The Showroon of Automotive History: 1948 Tucker

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