http://www.emprendedoresnews.com/tips/diccionario-de-la-inteligencia.html
Este diccionario surgió de la musa inspiradora que lo motivó.
Es una obra para recordar, tener a mano y usar los términos que potencian
su desarrollo.
“Ser” es un término clave para definir
cualquier cosa pero, paradójicamente, no puede aplicarse a sí mismo.
Para definir “ser” habría que decir el ser es …
Cuando algo
aparece y hay que interpretarlo comienza el pensamiento reflexivo. La
realidad pone límites a la libertad de decir cualquier cosa, a pedir lo
que es imposible, a querer construirla sobre bases falsas. A veces se
puede mentir porque lo real tarda en manifestarse o por el autoengaño,
hasta que alguien avisa: ¡el rey está desnudo!
La realidad virtual. Virtual
es la virtud de producir un efecto, el deseo genera una tensión
creativa entre la situación actual y el futuro anhelado. Esta tensión
proviene de carencias o necesidades. Así queremos el abrigo porque no
tenemos piel de oso o inventamos el avión porque no tenemos alas. La
imaginación anticipa, concibe y proyecta, pero definiendo mal los hechos
la imaginación fracasa. El hombre creó un orden distinto al orden
natural, puede cambiarlo y al hacerlo crear nuevos mundos. Como dijo
Aristóteles la realidad es la única verdad. El
feedback con lo real es lo que evita que un error se convierta en hábito.
La imagen, la cosa y la palabra. El
hemisferio izquierdo es el de la palabra, el derecho el de la imagen.
El concepto al que se refiere la palabra abstrae rasgos comunes, es el
qué de lo que hablamos. La imagen lo personaliza en el quién. A lo
estático del saber la imaginación le otorga realismo y movimiento.
Supera la categoría lógica que organiza sin promover ideas. Einstein
dijo que “
la imaginación importa más que el conocimiento”.
Lógica
y experiencia son complementarias, imagen y concepto se atraen. El
discurso parte de conceptos, las asociaciones de ideas y de imágenes lo
potencian.
Para Einstein “
el arte llega a las verdades más profundas por el camino más sencillo”.
El concepto llega a la razón, la imagen convence al corazón. El hombre
soñó antes de hablar, el pensamiento se nutre con imágenes y palabras.
Einstein decía que nunca descubrió algo nuevo con su hemisferio
racional. En la teoría de la relatividad se imaginó viajando en la
punta de un rayo de luz. Para Pascal “el corazón tiene razones que la
razón no entiende”.
El
smart power –poder inteligente- sincroniza el
hardpower -poder duro de la ciencia- con el
softpower – poder blando del arte-. El poder inteligente es un querer con eficacia.
El
sujeto imaginante no se contradice con el sujeto de la ciencia. Abreva
en la analogía, la belleza, el absurdo, la mezcla aleatoria. Inventa
conceptos y rompe las reglas.
El diccionario y la enciclopedia. El
diccionario define palabras y la enciclopedia describe cosas. Hay obras
que cumplen ambas funciones: el diccionario enciclopédico.
El
diccionario explica significados. La enciclopedia amplía. El diccionario
trata sobre usos de palabras y define sus acepciones. La enciclopedia
describe objetos, hechos o personas.
Ayers Rock en Australia es
una de las maravillas del mundo. Parece una montaña pero es una roca. Si
decimos que es una piedra la buscarían por el suelo, como al trébol de
la suerte.
El diccionario explica palabras
con palabras, la enciclopedia describe propiedades. Para la ciencia
Ayers Rock es una piedra, para el que la percepción es una montaña.
Ante
lo nuevo los ojos y el saber se complementan, a la larga, lo real se
impone. Los hechos se interpretan con teorías y las teorías explican los
hechos. Durante siglos se supuso que el sol salía cuando en realidad
estaba quieto. Un juicio perceptivo explica la sensación; un sistema
explicativo se basa en su propia lógica: ¿dónde se hallará la verdad?
No hay hechos, hay interpretaciones.
Al observar podemos engañarnos y el lenguaje presentar condiciones de
verdad sin prueba. Es según el color del cristal con que se mire. Hay
que detectar al referente externo del discurso. El consenso es mal
consejero, por el error perceptivo. Por eso solemos afirmar que
el sol cae por las tardes en el mar.
Interpretando los nuevos sucesos el saber cambia. El conocimiento requiere acuerdos.
Lo
esencial es que se discuta partiendo del significado común del término
como base de la negociación. Si le decimos a alguien: “Sos un perro
”, una cosa es el sentido que expresamos y otra el significado estable y general de la palabra perro.
Cuando
una definición no coincide con la teoría vigente tendemos a barrer la
basura debajo de la alfombra. Al que la rechaza le dicen loco, pero si
tiene éxito lo llamarán genio.
Gestión del conocimiento.
La memoria consiste en huellas que se oscurecen con el tiempo. En los
primeros años la familia nos educa, luego completamos la página en
blanco.
Borges dijo
“no somos lo que somos por lo que escribimos sino por lo que leemos”.
La
memoria es el capital, sin ella seríamos vegetales sin capacidad de
pensar, de sentir ni de actuar. Comunicar es la prueba de fuego de lo
que recordamos. La inteligencia gerencia el conocimiento. La memoria
recuerda, la imaginación se anticipa. Un problema es algo nuevo y la
memoria no sabe resolverlo. El hemisferio derecho debe aportarle las
ideas.
En el acertijo: “
cuál era la montaña más alta del mundo antes que se descubriera el monte Everest”
la memoria no descubre la trampa y busca recordar el anterior
descubrimiento. La respuesta es: “era el mismo monte Everest, aunque
todavía no había sido descubierto”.
Inventar palabras.
La globalización está haciendo cambiar rápidamente los idiomas para
adecuarse a los cambios. Las lenguas que no avancen al ritmo de la
realidad posiblemente desaparezcan. Las palabras viajan velozmente.
Para sobrevivir una lengua debe ser usada por muchas personas, tener un
idioma unitario y estar actualizada.
El tallado del alfabeto en el
cerebro brindó al hombre la capacidad de comunicación que ninguna otra
especie posee. El cerebro se desarrolló diferenciando el hecho, la
imagen y la palabra. Los universales de la experiencia son el suceso que
ocurre, la palabra que lo representa y lo graba en la memoria y la
imagen creativa que surge del intercambio.
Adaptarse a los cambios. Para Freud
la herejía de una época es la ortodoxia de la otra. Bernard Shaw decía que
el
hombre razonable se adapta al mundo y que el hombre irrazonable lo
adapta a él y que el progreso depende del hombre irrazonable. Séneca afirmó que
las palabras que no se convierten en hechos no sirven para nada.
La lengua fue la primera tecnología creada por el hombre, de su mano llegaron las demás.
El
peligro es el analfabetismo funcional, saber leer y no leer por falta
de tiempo. Sin palabra no hay imagen. Una imagen vale mil palabras y una
palabra produce mil imágenes.
El diccionario y la enciclopedia.
El diccionario de la inteligencia permite conocer más sobre cómo
funcionamos, para mejorar el rendimiento con una metodología que propone
a los métodos como la mayor de las riquezas. Lo más valioso somos
nosotros mismos, pero nos faltan las palabras y los conocimientos para
definir lo que somos y lo que queremos ser.
Guarde bien el click
que abre este diccionario, en cualquier momento le será útil. Úselo,
discútalo, consulte, solicite aclaraciones, aporte nuevos términos. Un
diccionario es una construcción social y lo que no se usa se pierde. Es
importante dominar los términos que definen nuestro ser, lo más
importante que tenemos es el capital que se aloja entre nuestras dos
orejas. Que resuene y nos haga estremecer la frase que recorrió la
historia desde que Sócrates la creó: “Conócete a ti mismo”. Así
conocerás el mundo.
Puede solicitar el diccionario de la inteligencia a
info@ilvem.com
Dr. Horacio Krell Director de Ilvem, contacto
horaciokrell@ilvem.com