miércoles, 30 de noviembre de 2011

Diccionario de la inteligencia

http://www.emprendedoresnews.com/tips/diccionario-de-la-inteligencia.html
Este diccionario surgió de la musa inspiradora que lo motivó. Es una obra para recordar, tener a mano y usar los términos que potencian su desarrollo.
“Ser” es un término clave para definir cualquier cosa pero, paradójicamente, no puede aplicarse a sí mismo. Para definir  “ser” habría que decir el ser es  …
Cuando algo aparece y hay que interpretarlo comienza el pensamiento reflexivo. La realidad pone límites a la libertad de decir cualquier cosa, a pedir lo que es imposible,  a querer construirla sobre bases falsas. A veces se puede mentir porque lo real tarda en manifestarse o por el autoengaño, hasta que alguien avisa: ¡el rey está desnudo!
La realidad virtual. Virtual es la virtud de producir un efecto, el deseo genera una tensión creativa entre la situación actual y el futuro anhelado. Esta tensión proviene de carencias o necesidades. Así queremos el abrigo porque no tenemos piel de oso o inventamos el avión porque no tenemos alas. La imaginación anticipa, concibe y proyecta, pero definiendo mal los hechos la imaginación fracasa. El hombre creó un orden distinto al orden natural, puede cambiarlo y al hacerlo crear nuevos mundos. Como dijo Aristóteles la realidad es la única verdad. El feedback con lo real es lo que evita que un error se convierta en hábito.
La imagen, la cosa y la palabra. El hemisferio izquierdo es el de la palabra, el derecho el de la imagen. El concepto al que se refiere la palabra abstrae rasgos comunes, es el qué de lo que hablamos. La imagen lo personaliza en el quién. A lo estático del saber la imaginación le otorga realismo y movimiento. Supera la categoría lógica que organiza sin promover ideas.  Einstein dijo que “la imaginación importa más que el conocimiento”.
Lógica y experiencia son complementarias, imagen y concepto se atraen.  El discurso parte de conceptos, las asociaciones de ideas y de imágenes lo potencian.
Para Einstein “el arte llega a las verdades más profundas por el camino más sencillo”. El concepto llega a la razón, la imagen convence al corazón. El hombre soñó antes de hablar, el pensamiento se nutre con  imágenes y palabras. Einstein decía que nunca descubrió algo nuevo con su hemisferio racional. En  la teoría de la relatividad se imaginó viajando en la punta de un rayo de luz. Para Pascal “el corazón tiene razones que la razón no entiende”.
El smart power –poder inteligente- sincroniza el hardpower -poder duro de la ciencia- con el softpower – poder blando del arte-. El poder inteligente es un querer con eficacia.
El sujeto imaginante no se contradice con el sujeto de la ciencia. Abreva en la analogía,  la belleza, el absurdo, la mezcla aleatoria. Inventa conceptos y  rompe las reglas.
El diccionario y la enciclopedia. El diccionario define palabras y la enciclopedia describe cosas. Hay obras que cumplen ambas funciones: el diccionario enciclopédico.
El diccionario explica significados. La enciclopedia amplía. El diccionario trata sobre usos de palabras y define sus acepciones. La enciclopedia describe objetos, hechos o personas.
Ayers Rock en Australia es una de las maravillas del mundo. Parece una montaña pero es una roca. Si decimos que es una piedra la buscarían por el suelo, como al trébol de la suerte.  El diccionario explica palabras con palabras, la enciclopedia describe propiedades. Para la ciencia Ayers Rock es una piedra, para el que la percepción es una montaña.
Ante lo nuevo los ojos y el saber se complementan, a la larga, lo real se impone. Los hechos se interpretan con teorías y las teorías explican los hechos. Durante siglos se supuso que el sol salía cuando en realidad estaba quieto. Un juicio perceptivo explica la sensación; un sistema explicativo se basa en su propia lógica: ¿dónde se hallará la verdad?
No hay hechos, hay interpretaciones. Al observar podemos engañarnos y el lenguaje presentar condiciones de verdad sin prueba. Es según el color del cristal con que se mire. Hay que detectar al referente externo del discurso. El consenso es mal consejero, por el error perceptivo. Por eso solemos afirmar que el sol cae por las tardes en el mar.
Interpretando los nuevos sucesos el saber cambia. El conocimiento requiere acuerdos.
Lo esencial es que se discuta partiendo del significado común del término como base de la negociación. Si le decimos a alguien: “Sos un perro”, una cosa es el sentido que expresamos  y otra el significado estable y general de la palabra perro.
Cuando una definición no coincide con la teoría vigente tendemos a barrer la basura debajo de la alfombra. Al que la rechaza le dicen loco, pero si tiene éxito lo llamarán genio.
Gestión del conocimiento. La memoria consiste en huellas que se oscurecen con el tiempo. En los primeros años la familia nos educa, luego completamos la página en blanco.
Borges dijo “no somos lo que somos por lo que escribimos sino por lo que leemos”.
La memoria es el capital, sin ella seríamos vegetales sin capacidad de pensar, de sentir ni de actuar.  Comunicar es la prueba de fuego de lo que recordamos. La inteligencia gerencia el conocimiento. La memoria recuerda, la imaginación  se anticipa. Un problema es algo nuevo y la memoria no sabe resolverlo. El hemisferio derecho debe aportarle las ideas.
En el acertijo: “cuál era la montaña más alta del mundo antes que se descubriera el monte Everest” la memoria no descubre la trampa y busca recordar el anterior descubrimiento. La respuesta  es: “era el mismo monte Everest, aunque todavía no había sido descubierto”.
Inventar palabras. La globalización está haciendo cambiar rápidamente los idiomas para adecuarse a los cambios. Las lenguas que no avancen al ritmo de la realidad posiblemente desaparezcan.  Las palabras viajan velozmente. Para sobrevivir una lengua debe ser usada por muchas personas, tener un idioma unitario y estar actualizada.
El tallado del alfabeto en el cerebro brindó al hombre la capacidad de comunicación que ninguna otra especie posee. El cerebro se desarrolló diferenciando el hecho, la imagen y la palabra. Los universales de la experiencia son el suceso que ocurre, la palabra que lo representa y lo graba en la memoria y la imagen creativa que surge del intercambio.
Adaptarse a los cambios. Para Freud la herejía de una época es la ortodoxia de la otra. Bernard Shaw decía que el hombre razonable se adapta al mundo y que el hombre irrazonable lo adapta a él y que el progreso depende del hombre irrazonable. Séneca afirmó que las palabras que no se convierten en hechos no sirven para nada.
La lengua fue la primera tecnología creada por el hombre, de su mano llegaron las demás.
El peligro es el analfabetismo funcional, saber leer y no leer por falta de tiempo. Sin palabra no hay imagen. Una imagen vale mil palabras y una palabra produce mil imágenes.
El diccionario y la enciclopedia. El diccionario de la inteligencia permite conocer más sobre cómo funcionamos, para mejorar el rendimiento con una metodología que propone a los métodos como la mayor de las riquezas. Lo más valioso somos nosotros mismos, pero nos faltan las palabras y los conocimientos para definir lo que somos y lo que queremos ser.
Guarde bien el click que abre este diccionario, en cualquier momento le será útil. Úselo, discútalo, consulte,  solicite aclaraciones,  aporte nuevos términos. Un diccionario es una construcción social y lo que no se usa se pierde. Es importante dominar los términos que definen nuestro ser, lo más importante que tenemos  es el capital que se aloja entre nuestras dos orejas. Que resuene y nos haga estremecer la frase que recorrió la historia desde que Sócrates la creó: “Conócete a ti mismo”. Así conocerás el mundo.
Puede solicitar el diccionario de la inteligencia a info@ilvem.com
Dr. Horacio Krell Director de Ilvem, contacto horaciokrell@ilvem.com

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