"Los nuevos mundos del futuro no serán aquellos que buscaban
los exploradores de los mares y de los nuevos continentes del pasado.
Serán aquellos nuevos mundos que podremos inventar con la capacidad que
nos proporciona el lenguaje, tejiendo nuevos sentidos y desplegando
nuestra capacidad de acción". Rafael Echeverría
Mas este desdoblamiento, pasa por la valoración y la "demostración de
una cualidad o aptitud", y hay una cualidad, el manejo de la palabra. Podemos manejar
la palabra como una competencia que nos permita la "formación en
abierto de un conjunto organizado de personas", capaces de
co-inspirarnos en torno a un Proyecto Común que es el Desarrollo
Humano Integral.
Utilizando una metodología como la "Indagación Apreciativa", podemos recurrir a nuestra habilidad en el uso de la palabra, para iniciar un proceso de transformación que parta desde un núcleo positivo que permita mirar nuestro origen e historia para descubrir: ¿Quiénes somos? ¿Qué nos da vida? ¿Cuáles son las fortalezas pasadas y presentes? ¿De dónde venimos? Para crear un sueño que nos permita responder: ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué queremos conservar? ¿Qué queremos crear? Y poner manos a la obra en el diseño de ese ideal que nos conduce hacia un destino común, en el cual podemos aprender, innovar y hacer realidad el mundo Posible, que está pujando por desplegarse.
No basta un Proyecto Común. Hace falta un trabajo interior, que amerita poner en acción el gran espíritu emprendedor que también nos caracteriza. Tenemos que comprender, de una vez por todas, que la transformación anhelada comienza en mí, en cada uno de nosotros, en la decisión firme de participar activamente. Este proceso implica un cambio de lenguaje, para que sea más apreciativo, respetuoso y colaborativo. El encuentro de un sentido de vida compartido, de humanidad en el dominio de la ética y que Rafael Echeverría describe como la "dificultad para conferirle y sostener el sentido de nuestra vida". Y, finalmente, hacer más efectiva nuestra capacidad de acción, apropiándonos de nuevos paradigmas de gestión que estén fundamentados en la reflexión de la última y más profunda finalidad histórica, a la que todos y todas estamos llamados en el momento presente.
Danah Zojar, consultora experta en nuevos paradigmas de gestión empresarial, nos recuerda que "antes de emprender hay que imaginar". En este sentido, imagino una comunidad organizada, quienes por encima de ideologías, religiones, roles sociales, se alinean como actores claves en torno a un Proyecto Co-Inspirativo Común, y sobre todo alrededor de su propio compromiso de transformación personal, familiar, comunitaria, para avanzar hacia la innovación en nuestras instituciones y empresas. Comparto plenamente las palabras del Pbro. Teilhard de Chardin: "No hay fuerza en el universo que sea capaz de resistir la acción coherente y coordinada de un grupo de personas cuyas mentes funcionan convergentemente hacia un objetivo determinado".
Lo posible es aquello "que puede suceder o existir, que se puede realizar", con fe, capaces de co-crear contextos de bienestar con equidad, a partir del Patrimonio Relacional que hay en cada comunidad, pues en cada lugar hay algo que funciona bien. Es tiempo de que despertemos y pongamos en movimiento nuestras Redes Sociales, descubriendo y valorando las virtudes y talentos de cada persona, ubicando su talento en una red socio-productiva que genere trabajo decente y bienestar.
Es tiempo de que miremos respetuosamente la Matriz Biológica que nos da vida, alimento, agua y nos hagamos cargo de su sostenibilidad. Es tiempo de que nos conozcamos, que sepamos qué vamos siendo y qué estamos haciendo, para que respetándonos nos podamos apoyar. Es tiempo de que nos hagamos cargo de la educación de las nuevas generaciones.
Utilizando una metodología como la "Indagación Apreciativa", podemos recurrir a nuestra habilidad en el uso de la palabra, para iniciar un proceso de transformación que parta desde un núcleo positivo que permita mirar nuestro origen e historia para descubrir: ¿Quiénes somos? ¿Qué nos da vida? ¿Cuáles son las fortalezas pasadas y presentes? ¿De dónde venimos? Para crear un sueño que nos permita responder: ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué queremos conservar? ¿Qué queremos crear? Y poner manos a la obra en el diseño de ese ideal que nos conduce hacia un destino común, en el cual podemos aprender, innovar y hacer realidad el mundo Posible, que está pujando por desplegarse.
No basta un Proyecto Común. Hace falta un trabajo interior, que amerita poner en acción el gran espíritu emprendedor que también nos caracteriza. Tenemos que comprender, de una vez por todas, que la transformación anhelada comienza en mí, en cada uno de nosotros, en la decisión firme de participar activamente. Este proceso implica un cambio de lenguaje, para que sea más apreciativo, respetuoso y colaborativo. El encuentro de un sentido de vida compartido, de humanidad en el dominio de la ética y que Rafael Echeverría describe como la "dificultad para conferirle y sostener el sentido de nuestra vida". Y, finalmente, hacer más efectiva nuestra capacidad de acción, apropiándonos de nuevos paradigmas de gestión que estén fundamentados en la reflexión de la última y más profunda finalidad histórica, a la que todos y todas estamos llamados en el momento presente.
Danah Zojar, consultora experta en nuevos paradigmas de gestión empresarial, nos recuerda que "antes de emprender hay que imaginar". En este sentido, imagino una comunidad organizada, quienes por encima de ideologías, religiones, roles sociales, se alinean como actores claves en torno a un Proyecto Co-Inspirativo Común, y sobre todo alrededor de su propio compromiso de transformación personal, familiar, comunitaria, para avanzar hacia la innovación en nuestras instituciones y empresas. Comparto plenamente las palabras del Pbro. Teilhard de Chardin: "No hay fuerza en el universo que sea capaz de resistir la acción coherente y coordinada de un grupo de personas cuyas mentes funcionan convergentemente hacia un objetivo determinado".
Lo posible es aquello "que puede suceder o existir, que se puede realizar", con fe, capaces de co-crear contextos de bienestar con equidad, a partir del Patrimonio Relacional que hay en cada comunidad, pues en cada lugar hay algo que funciona bien. Es tiempo de que despertemos y pongamos en movimiento nuestras Redes Sociales, descubriendo y valorando las virtudes y talentos de cada persona, ubicando su talento en una red socio-productiva que genere trabajo decente y bienestar.
Es tiempo de que miremos respetuosamente la Matriz Biológica que nos da vida, alimento, agua y nos hagamos cargo de su sostenibilidad. Es tiempo de que nos conozcamos, que sepamos qué vamos siendo y qué estamos haciendo, para que respetándonos nos podamos apoyar. Es tiempo de que nos hagamos cargo de la educación de las nuevas generaciones.
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