A las personas no se nos valora por lo que decimos que hacemos, o por nuestras buenas intenciones, sino por lo que realmente hacemos. Lo que conseguimos en la vida, nuestros resultados, son producto de nuestras acciones, nunca de nuestras intenciones. Y aunque es cierto que la intención precede la acción, por sí sola no consigue resultados.
Estamos llenos de buenas intenciones, tenemos la intención de dejar de fumar, de empezar al gimnasio, de comenzar la dieta, de aprender inglés, de ir a visitar a ese amigo que vive lejos, la intención de buscar un empleo o un empleo mejor… Y el tiempo nos mira a los ojos para recordarnos, que todas esas buenas intenciones, se han quedado en eso, en intenciones solamente. ¿Desde hace cuántos años te dices las mismas cosas? En cada nuevo año nos llenamos de propósitos, ¿tienen el mismo nombre año tras año? ¿qué te impide conseguirlo?
Cuentan que una vez un montañero ascendía una montaña, cuando vió una cabaña con un anciano sentado fuera. Se acercó a él, y le pidió agua. El anciano le dijo que fuese al molino que se encontraba justo detrás de la casa. Cuando el montañero se acercó al molino, vió sentado cerca de él a un perro. Se acercó y le tocó, pero el perro se quejó. Entonces el montañero volvió a acercarse al anciano y le preguntó:”¿por qué se queja el perro?, a lo que el anciano respondió: “porque está sentado sobre un clavo.” ¿Y por qué no se levanta? Preguntó el montañero – “Porque no le duele lo suficiente.” – Y ahora te pregunto, ¿sobre cuántos clavos estás sentado?, ¿qué te impide levantarte?
Decía el maestro Yoda: “Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.” Dite a ti mismo que “vas a hacerlo”, y hazlo. Por supuesto que muchas veces nuestra buena actitud no nos llevará siempre a conseguir lo que queremos, pero como dice el refrán: “Los curas no se caen de los andamios.” Haz que pase, y si no obtienes los resultados que esperabas, que no sea por no haberte puesto en marcha para conseguirlo. Coge esa idea, ese pensamiento, ese sueño, esa visión, agárrala fuerte y dite a ti mismo: “Lo voy a hacer.” Ahora es la hora, y la hora es ahora.
Úrsula Villazón
ursula.villazon@alcor.es
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