viernes, 7 de febrero de 2014

La nueva ecuación de la inteligencia

http://jccubeirojc.blogspot.com/2014/02/la-nueva-ecuacion-de-la-inteligencia.html 
“A new equation for intelligence” (Una nueva ecuación de la inteligencia) de Álex Wissner-Gross un ingeniero doctorado en Harvard que aplica los principios científicos a las grandes preguntas vitales:www.ted.com/talks/alex_wissner_gross_a_new_equation_for_intelligence.html?utm_source=newsletter_daily&utm_campaign=daily&utm_medium=email&utm_content=button__2014-02-06 Se trata de un vídeo grabado en noviembre de 2013 y publicado ahora, en febrero de 2014.
AWG cita a Edsger W. Dijkstra: “La cuestión de si las máquinas podrán pensar es tan relevante como la de si los submarinos pueden nadar”. Entender los mecanismos del vuelo o de la natación nos ha pemitido avanzar en la aviación o la náutica. Por ello Wissner-Gross lleva tiempo tratando de entender los principios físicos de la inteligencia.
La ecuación de la inteligencia (el equivalente a E = mC2 para la inteligencia) es F = T V St. La Inteligencia es una Fuerza (F) que amplia la libertad futura de acción, T permite mantener las opciones abiertas, S es la diversidad de opciones abiertas con un límite temporal, t. La Inteligencia maximiza las opciones de vida, los posibles futuros. La Inteligencia emerge de la Entropía. Para el Dr. Wissner-Gross, la Inteligencia trata de superar las limitaciones.
Segunda parte de “El Arte de Pensar con Claridad”, con otros 25 sesgos cognitivos que nos dificultan una eficaz toma de decisiones:
- La negación de la probabilidad: preferimos jugar a una lotería con un premio de 1 M € que una de 100.000 €, que es 10 veces más probable.
- El error de escasez: salivamos por la última galleta de la caja. Lo escaso nos parece más valioso.
- La negación del ratio de base: no nos comportamos según las distribuciones de probabilidad “lógicas”.
- La falacia del jugador: aunque la moneda haya salido “cara” 50 veces, sigue siendo igualmente probable que en la próxima tirada salga cara o salga cruz.
- El ancla: el comienzo de una negociación suele determinar el final.
- La inducción: el futuro nos parece una prolongación del pasado.
- La aversión a la pérdida: nos movemos más por “no perder” que por ganar.
- Pereza social: la mayor parte de los grupos son menos productivos que los individuos por separado.
- Crecimiento exponencial: no nos sentimos capaces de entender un crecimiento de esta naturaleza.
- El curso del ganador: conviene reprimir el entusiasmo. “Deduce un 20% del escenario más ganador” (Warren Buffet).
- Error de atribución: Nunca le preguntes a un escritor si su novela es autobiográfica (todas lo son).
- Falsa casualidad: En muchas ocasiones, no hay una causa directa para el efecto.
- Efecto halo: Ni todo es maravilloso (en quien nos cae bien) ni todo es horrible (en quien nos cae mal).
- Los caminos alternativos: no hay cursos de formación para ganar en la ruleta rusa.
- La ilusión de la predicción: la mayor parte de los profetas son falsos. “Yo nunca hago predicciones; nunca las he hecho, nunca las haré” (Tony Blair).
- La falacia de la conjunción: La mayor parte de las situaciones que creemos unidas, no lo están.
- El marco: No es lo que dices, sino cómo lo dices.
- El sesgo de la acción: en muchas circunstancias sentimos la necesidad de hacer algo, lo que sea, cuando lo mejor es no hacer nada.
- El sesgo de la omisión: cuando, si no eres parte de la solución, eres parte del problema.
- El sesgo del auto-servicio: culpar al entorno de lo que debería hacer uno.
- La espiral hedonista: cuidado con lo que deseas…
- El sesgo de la autoselección: elegimos gente parecida a nosotr@s.
- El sesgo de asociación: la experiencia (positiva o negativa) modifica nuestro juicio. En este caso, tengo una anécdota reciente: mi amigo Martín y un servidor nos hemos “negado” a ver “12 años de esclavitud” por lo mala que nos pareció “El Mayordomo”.
- La suerte del principiante: un gran comienzo no asegura una gran continuación (de hecho, lo normal es bajar la guardia).
- La disonancia cognitiva: unas “pequeñas mentiras sin importancia” modifican nuestro criterio.
¡Y todavía Rolf Dobelli nos regala 50 sesgos cognitivos más para los próximos días! ¡Qué tramposa es nuestra mente!

No hay comentarios:

Publicar un comentario